LA NACION

Jóvenes como Lamas mantienen la tenue esperanza del SIC

El club ya no se presiona por resultados este año y el 10 aprovecha para destacarse; con el éxito ante Alumni, no resignan los playoffs

- Gonzalo Capozzolo

Ser paciente. Esa es una de las principale­s premisas de todo apertura. Para conducir a un equipo y también para esperar cuando toca estar afuera. Y más aun en un club como el SIC, en el que jugadores como José Cilley supieron llevar la camiseta 10 y ganarse el puesto no es fácil.

A principio de año, Joaquín Lamas aparecía como la tercera opción para esa función, detrás del histórico Benjamín Madero y de Franco Moneta, otro joven que está haciendo sus primeras armas en la máxima división. Pero Madero se lesionó un peroné en la primera fecha del Top 12, los tiempos se aceleraron y los jóvenes tuvieron que tomar rápidament­e las riendas del conjunto. Ayer, en la 19ª jornada del torneo de la UrBA, Lamas se erigió en una de las figuras del SIC, que superó a Alumni por 33-17, y aunque no tiene muchas chances, mantiene la esperanza de avanzar a los playoffs.

El cuadro de San Isidro llegaba a sin margen de error. Sexto al inicio de la jornada, una derrota lo habría dejaba virtualmen­te fuera de las semifinale­s. Con Alumni se había enfrentado ya tres veces este año, con saldo favorable pero sabor dispar. Si bien le ganó las dos veces por el nacional de Clubes, en la ida del Top 12 perdió por 24-14 un partido que al final del primer tiempo ganaba por 14-5. Esa irregulari­dad que mostró en su momento en Tortuguita­s es la que se le ve a lo largo del certmane, en el que ganó 11 encuentros y perdió 8.

El de ayer era un choque crucial y lo afrontaron como tal. Con dientes apretados, defensas cerradas y las imprecisio­nes típicas de cuando se juega al límite. El primer tiempo lo expuso clarísimo: hubo apenas un penal convertido por lado, el juego se dio mayormente en el medio de la cancha y, cuando cada equipo estuvo cerca del in-goal ajeno, no logró marcar más bien por errores propios que por méritos del rival.

Se esperaba que fuera la tarde del 10. La de Lucas Frana, el apertura de Alumni, revelación y gran goleador de la temporada pasada, que volvía a la titularida­d después de una lesión. Pero terminó siendo la tarde de Lamas, ya que luego del try de Mariano romanini al inicio de la segunda etapa, todo fue del SIC. El apertura condujo con criterio el ataque y mostró el aplomo de los experiment­ados para patear a los palos: anotó 7 de sus 8 envíos (87%).

“Vengo todos los viernes a practicar con los chicos. Sabía que tenía que estar fino, y por suerte lo estuve. Esto es consecuenc­ia del trabajo de los forwards”, señaló el back de 21 años. Lamas anotó tres penales y tres goles por los tries de Francisco Piccinini, Andrea Panzarini y Mateo Madero. Como corolario, hizo una exquisita habilitaci­ón a rufino Paniza con el borde externo del pie derecho en el último try del local.

Aunque debutó en la primera en 2017, Lamas pasó la mayor parte de este año como el apertura titular de la intermedia. “Me sirvió para entrenarme con Benja, de quien aprendí muchísimo”, aludió a Madero. Y ya con este en Italia, donde firmó un contrato con Amatori Catania, de la segunda categoría, la recta final del campeonato recae en sus hombros. “Sé que asumo la enorme responsabi­lidad de conducir a uno de los equipos más grandes de la Argentina y trato de hacerlo lo mejor posible”, añadió. Y sabe de qué habla, por que es de familia zanjera: su padre y sus tíos jugaron en el SIC y su abuelo Alberto “Cachorro” Lamas fue capitán de la primera, entrenador y vicepresid­ente. Incluso, en 2013 se jugó un partido infantil en su memoria.

“A Joaco lo veo cada vez mejor. Está con mucha confianza y tranquilo. Veo que está disfrutand­o de jugar en la primera sin pensar en otra cosa. Para los más chicos este es un año de aprendizaj­e, que segurament­e les servirá mucho, y está bueno jugar sin mirar la tabla”, destacó el capitán, Piccinini.

En Boulogne saben que clasificar­se no es tan factible y por eso proponen jugar sin presiones en la parte final del campeonato. El equipo está a 10 puntos de Alumni y de Hindú, cuando quedan 15 en juego –aunque estos se enfrentará­n entre sí el sábado venidero–, y además Pucará posee el mismo puntaje que los zanjeros, que tampoco la tendrán fácil: el próximo fin de semana visitarán en La Cumbre al líder, San Luis, y dentro de dos fechas albergarán el clásico de San Isidro. Si repiten la intensidad que mostraron ante Alumni, tal vez tengan una chance.

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Fotobaires A Lucas Rizzato lo frenan entre dos: Juan Pablo Anderson y Mariano Romanini lo derribarán
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