Una placa recuerda a Lola Chomnalez, la chica asesinada en uruguay
Desde hoy se exhiben placas con sus nombres y palabras de sus familias en los parques Rivadavia y Patricios; se suman a otras 150 expuestas desde 2017
“Tu sonrisa es nuestra guía. Tu luz no nos abandona. Hasta subir al cielo y abrazarte”. Así, Florencia Chomnalez eligió recordar a su hermana, Lola, que tenía 15 años cuando fue asesinada, en 2014, en la playa Barra de Valizas, en Uruguay. A partir de hoy, la frase puede leerse en uno de los bancos del Parque Rivadavia, como parte de la iniciativa del gobierno porteño para que los vecinos puedan homenajear a sus seres queridos en un espacio público de la ciudad. La de Lola Chomnalez es una de las 69 placas conmemorativas que serán colocadas en los bancos del parque, con una frase que en apenas 140 caracteres encierra un doble cometido: recordar a la adolescente y renovar las esperanzas de que se haga justicia.
“Tenía que ser una frase corta y que pudiera resumir un cúmulo de sentimientos. Además, yo quería que sea representativa para toda la familia y amigos, y lo primero que se me cruzó al recordar a Lola es su sonrisa. ¡Qué mejor homenaje! Es el motor para seguir adelante, recordarla así aliviana el dolor”, dice Florencia, y confiesa que cuando se enteró de que había sido una de las ganadoras del sorteo se puso muy contenta de poder amadrinar el banco de su hermana. “Contenta por Lola, pero especialmente por mi papá y mi mamá. Estas cosas ayudan a dar fuerza para seguir cuando uno se siente perdido”, detalla.
Además de las 69 placas que se inaugurarán hoy en el Parque Rivadavia, se colocarán otras 41 en el Parque Patricios, que se suman a las 150 que se exhiben en El Rosedal y el Parque Avellaneda desde el año pasado, cuando empezó el proyecto de colocar placas conmemorativas a partir de un pedido espontáneo de una vecina, Giselle Mazzeo, que quería recordar a su novio, que había muerto de un infarto mientras corría en una plaza de Agronomía. Al estilo de Londres, como se muestra en una escena de la película Notting Hill, la favorita de Mazzeo y su pareja, el homenaje consiste en una placa sencilla con los 140 caracteres, el nombre de la persona y las fechas de nacimiento y muerte.
En la de Martín Mutuverría (1909-1972) se lee: “Jardinero del Parque Rivadavia de 1937 a 1967. Dedicado y comprometido con su trabajo, su recuerdo estará presente en este SU LUGAR”. El homenajeado es el padre de María Isabel Mutuverría, que “cuidó el jardín del parque como si fuera propio, sintiéndose orgulloso de su trabajo y de tener uno de los parques mejor cuidados de la ciudad”, cuenta la mujer, que vivía con su familia a solo dos cuadras de allí. “Su deseo era que sus cenizas fueran arrojadas en el parque y lo cumplimos. Por eso solicito que se lo recuerde”, escribió en el texto de presentación requerido por la Secretaría de Atención y Gestión Ciudadana a los postulantes.
“Las plazas son el espacio en el que todos compartimos con nuestros afectos momentos trascendentales de nuestra vida –agrega Facundo Carrillo, secretario de Atención y Gestión Ciudadana–. La gran repercusión de la iniciativa muestra la importancia que tiene el cuidado del patrimonio urbano”. La Ciudad provee el banco y la placa, mientras que el vecino aporta los insumos para las tareas de mantenimiento, refacción y limpieza de su banco apadrinado.
Diego Chomnalez y Adriana, los padres de Lola, afirman que la luz de su hija no los abandona. Ella, dicen, está presente en cada cosa que hacen. “¿Hasta cuándo puede durar el dolor? ¿Hasta cuándo se puede extrañar tanto? Y ahí pienso –confiesa Florencia– hasta subir al cielo y abrazarte”, como estará impreso en un banco del Parque Rivadavia.