Género, embarazo y discapacidad, los temas que más los preocupan
Jóvenes de entre 15 y 18 años de todo el país se reunieron en Buenos Aires para debatir sobre sus problemas y compartir sus inquietudes; el desafío de ser escuchados
Embarazo adolescente, violencia contra las mujeres, acoso escolar, intolerancia ante la diversidad sexual y discapacidad son algunas de las problemáticas que más les preocupan hoy a los adolescentes de la Argentina.
Así se desprende de los 1500 ensayos que recibió el Inadi de chicos de entre 15 y 18 años de todo el país, con la consigna de que escribieran sobre temas vinculados con la discriminación, las barreras y la desigualdad en el acceso a oportunidades.
Entre los trabajos recibidos por las delegaciones que la institución tiene en las 23 provincias y la ciudad de Buenos Aires, fueron seleccionados 96 jóvenes (cuatro por cada jurisdicción) que participaron la semana pasada de la cuarta edición del Parlamento Federal Juvenil. El desafío era que se convirtieran en “diputados y diputadas” por un día, debatiendo un proyecto de ley sobre discriminación.
“Esta actividad es como un termómetro de las necesidades y preocupaciones de los adolescentes. Nos parece clave darles la voz y poder llevar sus inquietudes a las distintas áreas del Gobierno”, explica Claudio Presman, interventor del Inadi.
A una semana de que se conociera el caso de una escuela en Jujuy donde al menos 30 alumnas de entre 12 y 19 años están embarazadas, y en un contexto de alarmantes cifras a nivel nacional (de los 700.000 nacimientos anuales, el 16% corresponde a madres menores de edad), la problemática del embarazo adolescente fue la más elegida: el 30% de los ensayos fueron sobre este tema.
Nayla Procopio, coordinadora de la Red Nacional de Jóvenes y Adolescentes para la Salud Sexual y Reproductiva, que depende de la Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), subraya: “Lo que notamos hoy es un gran movimiento estudiantil que está participando y tomando posición en distintos ámbitos. Dentro de la escuela, por ejemplo, vemos a los adolescentes con la bandera de la educación sexual integral”.
En este sentido, agrega: “Demandan que tienen el derecho a recibir información y también muestran cómo los afectan problemáticas como el embarazo adolescente y la violencia de género, que atraviesan su cotidianidad”.
Múltiples inquietudes
Entre las otras inquietudes de los jóvenes, se destacaron la violencia hacia las mujeres (25%), la exclusión vinculada a la discapacidad (20%), el acoso escolar y el cyberbullying (10%), la diversidad sexual (10%) y la religiosa, el racismo, la xenofobia y la discriminación por aspecto físico (5%).
Para María Zysman, directora de Libres De Bullying, durante los últimos años la temática del acoso entre pares se instaló en las aulas y fuera de ellas. “Vemos que los chicos tienen un mayor conocimiento de la problemática, pero eso no está ligado a un mayor ‘saber hacer’ ante los casos que se les presentan”, advierte.
Según Zysman, cuando se sienten mal, ahogados, preocupados o asustados, no tienen certezas respecto de a quién pedir ayuda. “A lo largo y ancho del país, registramos un gran compromiso de los chicos. Quieren hacer cosas para que los más pequeños se vinculen de otra manera, quieren liberarse de presiones que los ahogan (modelos de éxito, obligación de consumos diversos, ideales de belleza, entre otros) y que los adultos hagamos algo para ayudarlos”, apunta.
Lucrecia Morgan, directora del Equipo Anti Bullying Argentina (ABA), agrega: “En general, cuando trabajamos en las escuelas, lo que los chicos dicen es que a ellos no les gusta que este tipo de maltratos sucedan, que les preocupa, pero muchas veces tienen miedo a intervenir y se comportan como ‘espectadores pasivos’, lo que hace que continúen”. Por eso, Morgan hace hincapié en que es importante que intervengan, generando primero las condiciones institucionales para que haya un contexto seguro, con normas claras y docentes que los protejan.
Que se respete el derecho de los estudiantes con discapacidad a ser incluidos en las aulas, es otro de los grandes desafíos que inquietan a los jóvenes. “Son mucho más conscientes que las generaciones anteriores de que todos tienen derecho a estar en los mismos lugares. Además, las experiencias concretas de tener compañeros incluidos les da otra capacidad de apreciar y valorar la diversidad”, sostiene Gabriela Santuccione, referente del Grupo Artículo 24.
Con respecto ala diversidad sexual y la identidad de género, Valeria Pavan, vicepresidenta y coordinadora del Área de Salud de la Comunidad Homosexual Argentina, subraya cómo aumentaron las consultas vinculadas con esas temáticas. “La preocupación muchas veces empieza por el afuera, no por una dificultad propia en la aceptación de lo que les está pasando, sino por los obstáculos que ven en la familia, en la escuela y otras instituciones”, señala.
Para ella, la necesidad de políticas públicas que hagan efectiva la aplicación de la ley de identidad de género es clave. “Pasar de un paradigma de representaciones tradicionales respecto del sexo y del género a otro más amplio, donde entren un montón de formas de ser persona, requiere tiempo histórico. Pero si no vamos haciendo desde los distintos lugares del Estado o como sociedad pequeños gestos para que esto empiece a funcionar, tampoco va a suceder el cambio”, concluye.