Con dos tiros libres resolvió lo que no pudo con un penal

SAN MIGUEL DE TUCUMÁN .– El duelo entre tucumanos y sanjuaninos, en la Ciudadela, no detuvo las polémicas que ayer se instalaron en Avellaneda y Rosario. La sanción del árbitro Barraza de una inexistente mano de Milo dentro del área, que derivó en el penal que Ardente le contuvo a Bieler, aceleró las pulsaciones de un partido que no necesitaba de controversias, si se contempla que los dos equipos están encuadrados en puestos de descenso y esa situación de angustia altera los ánimos. Fue el comienzo de los graves yerros de Barraza; más tarde, los dos golazos, con dos tiros libres, con los que San Martín (T) sumó un éxito sufrido pero justo, no disiparon los enojos y los reclamos visitantes.

La reacción de Ardente, tras evitar la caída de su valla luego de detener el penal, no ayudó a atemperar las tensiones, como tampoco la fortísima falta de Mosca sobre Purita, el codazo de Milo o la patada de Arregui, acciones que merecían la tarjeta roja; todos estaban amonestados. Tampoco el embate del final de los futbolistas sanjuaninos y el DT Forestello, el que hace un par de fechas atrás dirigía a los tucumanos, así como Coyette era quien manejaba el plantel sanjuanino y anoche celebró con los cirujas.

Las magníficas ejecuciones de los tiros libres por parte de Tino Costa y Matías García salvaron el espectáculo. La apertura del marcador significó el primer gol en el fútbol argentino de Costa, de 33 años y que hace 17 se marchó a la isla Guadalupe; recién en 2016 retornó al país. El restante sirvió para asegurar una victoria que le permite a los tucumanos extender a 17 juegos el invicto en la Ciudadela, con 8 triunfos y 9 empates.