Luciano Pereyra.
En la isla murieron 12 personas por las inundaciones, nueve de ellas de la misma familia; ya hay 24 fallecidos en la península
“Me indujeron un coma farmacológico y fue duro de verdad”
ROMA.– Después de los estragos y la destrucción causados en el norte de Italia, fuertes temporales azotaron anoche también la isla de Sicilia, en el sur, donde 12 personas murieron por desbordes de ríos e inundaciones. Aumentó así a 24 personas el trágico saldo de fallecidos por la excepcional ola de mal tiempo, que se inició hace una semana. El temporal incluyó vientos de más de 180 kilómetros por hora, que derrumbaron miles de árboles y produjeron “bombas de agua” que causaron daños gigantescos en todo el país.
En una tragedia que causó gran conmoción, nueve personas de una misma familia murieron ayer por la noche cuando de repente su vivienda en Casteldaccia, localidad cercana a Palermo, Sicilia, fue arrasada por una masa de agua y barro que desbordó del cercano río Milicia.
Se trata de parientes de una familia que vivía en Palermo, pero que se había juntado en esta localidad por el fin de semana largo del Día de Todos los Santos. Solo se salvaron un hombre y una menor que había salido para comprar el postre. “Perdí todo, no tengo más nada, me queda solo una hija”, dijo, ya sin lágrimas, fuera de sí, Giuseppe Giordano, sobreviviente de 35 años que perdió a su mujer, a sus padres, a un hermano, a una hermana y a dos hijos de 15 y un año.
“Es una tragedia inmensa. Pero ayer a la noche tampoco llovía demasiado aquí y el río no había crecido tanto”, comentó Giovanni Di Gacinto, alcalde de Casteldaccia, localidad que se encuentra conmocionada y de luto. Se cree que el desastre se debió a que la vivienda arrasada había sido construida demasiado cerca del río, de manera ilegal, como ocurre con muchas edificaciones en Sicilia.
En Vicari, localidad también próxima a Palermo, otra persona murió, también víctima del desborde de un río, mientras iba a ayudar a otra persona; lo mismo ocurrió cerca de la ciudad de Agrigento, donde perdió la vida una pareja siciliana que desde hace años vivía en Alemania.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, visitó los lugares del desastre en Sicilia y prometió que en la semana el consejo de ministros declarará el estado de emergencia para las zonas afectadas, asignándole recursos especiales. “Las regiones más castigadas son Calabria, Cerdeña, Sicilia, Veneto, Friuli, Liguria, las provincias autónomas de Trento y Bolzano, y el sur del Lazio. Estamos examinando todos los pedidos”, dijo.
Matteo Salvini, ministro del Interior, líder de la ultraderechista Liga y hombre fuerte del gobierno, visitó, mientras tanto, la zona de la provincia de Belluno, en la región del Veneto, también azotada por temporales con vientos superiores a 180 kilómetros que causaron estragos sin precedente.
“Para que haya seguridad en el territorio nacional hacen falta 40.000 millones de euros. Me comprometo a buscarlos y a gastarlos esperando que no lleguen cartas de impugnación desde Bruselas porque gastamos demasiado”, aseguró Salvini, aludiendo a la pulseada que mantiene con la Unión Europea, luego de que su gobierno presentó un presupuesto con un déficit que supera ampliamente el límite permitido, algo que el bloque rechazó.
“Las escenas apocalípticas que hemos visto se merecen un plan Marshall para la montaña, aunque la expresión está demasiado usada. Pero debemos partir no de las ruinas, sino de las cenizas”, dijo el presidente de la región Veneto, Luca Zaia, al final del recorrido que hizo con Salvini.
En la zona alpina del Veneto y Trentino Alto Adige, devastada por la furia de la naturaleza, la situación es apocalíptica. Mientras los derrumbes no dan tregua, también deben reconstruirse 200 kilómetros de caminos dañados. Hay 5000 familias sin agua potable y 12.000 sin corriente eléctrica.