Balbi, el vocero de la Armada, será agregado naval en EE.UU.
Será también asesor militar en la misión argentina ante la OEA
El capitán Enrique Antonio Balbi, la cara visible de la Armada desde la desaparición del ARA San Juan, dejó su papel de vocero de la fuerza y se prepara para asumir en los próximos días como agregado naval en la embajada argentina en los Estados Unidos.
La designación fue dispuesta por el presidente Mauricio Macri, mediante el decreto 916/2018, y comprende también la función de asesor militar de la Misión Permanente ante la Organización de Estados Americanos (OEA).
El nombramiento se conoció antes de que se cumpla el primer aniversario de la tragedia del ARA San Juan, que mantiene a los familiares de los 44 tripulantes en la incertidumbre, a la espera de que avance y llegue a buen puerto la búsqueda que en septiembre pasado comenzó la empresa privada norteamericana Ocean Infinity.
Balbi, de 53 años, se desempeñaba desde 2015 como director de Comunicación Institucional de la Armada y cobró notoriedad en noviembre de 2017, cuando pasó a ser el rostro de la emisión diaria de los partes navales oficiales por la desaparición del submarino.
Nacido en Mar del Plata, tiene formación como submarinista, por lo que conocía a muchos de ellos. Fue comandante del ARA Salta y director de la Escuela de Submarinos y Buceo en la Base Naval de esa ciudad. Formado en una familia naval, su padre, Américo Balbi, fue también submarinista y murió cuando el flamante agregado naval tenía 15 años.
En medio de la incertidumbre por el destino de los 44 tripulantes, llegó a dar varias veces dos conferencias de prensa por día y sus apariciones se ajustaron a la transmisión de información rigurosa y precisa sobre la búsqueda del ARA San Juan y la relación de la Armada con los familiares, sin salirse de los canales formales, privilegiando el apego a la estricta formalidad, tratando de evitar las especulaciones y derivaciones de la crisis en el seno de la fuerza.
Formación en medios
Con más de 30 años en la actividad naval, carácter sereno y afable con los periodistas, Balbi cursó un programa de comunicación institucional en la Universidad Austral y también completó un posgrado en Gestión del Riesgo en Desastres en la Universidad del Salvador. Fue jefe de Operaciones de la Fuerza de Submarinos, con sede en Mar del Plata, y ejerció la docencia en la Escuela Naval Militar.
Está casado con Patricia Jarrige –también hija de un capitán de la Armada–, tiene tres hijos (Belén y los mellizos Matías y Nicolás) y vive en Olivos, aunque la crisis del submarino lo llevó a pernoctar en el edificio Libertad.
Antes de que impactara la tragedia del ARA San Juan, en noviembre de 2017, se estaba definiendo su probable nombramiento como agregado naval en México, posibilidad que en ese momento se frustró. Ahora, como agregado naval en EE.UU. y asesor en la Misión Permanente ante la OEA, Balbi reemplazará al comodoro naval Carlos M. Allievi y formará parte de la misión de la embajada, en momentos en que el gobierno de Mauricio Macri tiene expectativas por consolidar su relación con su par Donald Trump.