Volvamos a lo antiguo y será un progreso

La frase (Torniamo all’antico e sarà un progresso, en su original) se le atribuye a Giuseppe Verdi y tiene un alcance indefenido. Lo cierto es que, de un tiempo a esta parte, la música antigua parece estar más viva que la contemporánea, y parece incluso más radical en muchos aspectos.

Una buena prueba es el Tercer Encuentro de Música Antigua, que se hace en el CCK a las 20. Hoy, por ejemplo, el eje es “La dulzura perpetua: música barroca francesa”, con piezas de Pierre Philidor, André Philidor, Hotteterre, de la Barre, de Visée y Nassar, en interpretaciones de Gabriel Pérsico (flauta travesera barroca) y Sebastián Strauchler (tiorba). Mañana, Enrique Rimoldi aprovechará el fabuloso órgano de la Sala Sinfónica para un repertorio con piezas de J. S. Bach, Frescobaldi, Scarlatti, Correa Braga y Balbastre.

El domingo, el programa no es menos atractivo y tiene el mejor nombre posible: “El arte de morir”. El maestro Jorge Lavista dirigirá las Cantatas BWV 106 y BWV 161 de J. S. Bach, y el motete “Der Gerechte kommt um” (El

justo perece), de Bach- Kuhnau