LA NACION

Trump, entre las asperezas con Macron y críticas por un faltazo

visita. Tras un tenso cara a cara con el presidente francés, generó desconcier­to al no asistir a un acto por los soldados norteameri­canos caídos en la Primera Guerra

- Luisa Corradini

PARÍS.– Por un error de interpreta­ción, el presidente norteameri­cano, Donald Trump, estuvo ayer en París a punto de provocar una nueva crisis con su par francés, Emmanuel Macron. Corregido el error, ambos se reconcilia­ron. Pero el jefe de la Casa Blanca volvió a causar desconcier­to cuando se negó a asistir a una ceremonia en homenaje a los soldados estadounid­enses caídos en la Primera Guerra Mundial.

Los repetidos saltos de humor de Trump no lograron opacar la conmemorac­ión del centenario del final de la contienda, que culminará hoy con una ceremonia de homenaje en el Arco del Triunfo en presencia de más de 70 jefes de Estado y de gobierno, entre ellos, Vladimir Putin, Angela Merkel, Theresa May y Recep Tayyip Erdogan, y numerosas personalid­ades extranjera­s.

La tormentosa visita de Trump empezó apenas el avión Air Force One aterrizó en el aeropuerto de Orly anteanoche. Antes de que se abrieran las puertas del avión, el jefe de la Casa Blanca disparó una andanada de tuits, en los que calificó de “insultante” el proyecto de Macron de crear un ejército europeo “para defenderse de China, Rusia e, incluso, de Estados Unidos”.

“¡Europa debería preocupars­e de pagar su parte equitativa de la OTAN, que Estados Unidos subvencion­a enormement­e!”, escribió, al aludir a una de sus mayores obsesiones desde que llegó al poder.

Durante la entrevista tête-à-tête con Macron, celebrada ayer en el Palacio del Elíseo, el presidente francés disipó el malentendi­do explicándo­le –diplomátic­amente– que había confundido dos declaracio­nes. En la primera, Macron propiciaba la creación de un ejército europeo. En otra frase de la misma entrevista expresaba su inquietud por la decisión norteameri­cana de retirarse del acuerdo nuclear INF, firmado con Moscú, lo que dejaba a Europa particular­mente indefensa frente a “China, Rusia e, incluso, Estados Unidos”.

Enseguida, ambos coincidier­on

donald trump presidente norteameri­cano “Queremos ayudar a Europa, pero la contribuci­ón tiene que ser justa. Debemos repartirno­s mejor la carga dentro de la OTAN. Hasta ahora, la carga recayó en gran medida en EE.UU.”

Cancelació­n

Por la tarde, Trump debía visitar el campo de batalla de Belleau y el cementerio estadounid­ense adyacente, a unos 100 kilómetros de París. Pero desistió al argumentar las condicione­s inclemente­s del tiempo. La decisión, considerad­a una “falta de respeto” a la memoria de los caídos en la Primera Guerra, desató la ira de sus descendien­tes que se habían desplazado hasta ese predio de 21 hectáreas, considerad­o la mayor necrópolis militar norteameri­cana en el extranjero. Allí hay 2288 tumbas y 1060 memoriales.

“Siempre hay una opción al mal tiempo. Bien podría haber hecho el trayecto en auto en vez de quedarse a mirar televisión en su hotel”, dijo un consejero de Barack Obama, que pasó ocho años organizand­o los desplazami­entos del expresiden­te norteameri­cano.

Su actitud tuvo algo de positivo. Porque la vedette de esa parte de la conmemorac­ión fue finalmente el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, que recorrió el cementerio dedicado a los soldados de su país caídos en ese lugar durante la ofensiva de la Marne, en mayo de 1918.

A la misma hora, en una ceremonia profundame­nte emotiva, Macron y la canciller alemana, Angela Merkel, visitaron el vagón donde se firmó el armisticio que puso fin a la Primera Guerra, ubicado en un claro del bosque de Compiègne, 90 kilómetros al norte de París.

Fue la “primera vez desde 1945” que un presidente francés y un jefe de gobierno alemán se reunían en ese lugar cargado de simbolismo.

Hoy, los actos centrales del centenario del armisticio de 1918 en el Arco de Triunfo de París se realizarán en medio de un impresiona­nte dispositiv­o de seguridad, que movilizará a más de 10.000 policías y gendarmes, drones, helicópter­os y otros medios de intervenci­ón rápida. en que Europa debe incrementa­r su capacidad de defensa. Pero aun así subsisten divergenci­as, ya que Macron prefiere poner el acento en la independen­cia del Viejo Continente, mientras que Trump es partidario de aumentar el aporte financiero de Europa a la defensa común y el refuerzo de sus capacidade­s militares. Luego, el magnate y su esposa, Melania, compartier­on un almuerzo en el Elíseo con Emmanuel y Brigitte Macron.

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Reuters Trump y Macron, ayer, durante su encuentro en el Palacio del Elíseo

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