Turquía entregó el audio del asesinato de Khashoggi
denUncia. Erdogan dijo que envió copias a Arabia Saudita, EE.UU. y gobiernos europeos
ANKARA.– El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, envió ayer un audio impactante a los gobiernos en Washington, Londres, París, Berlín y Riad, que resulta revelador sobre el crimen del periodista disidente Jamal Khashoggi, a quien se lo escucha resistir mientras era estrangulado, según relataron dos funcionarios turcos bajo condición de anonimato.
El audio da cuenta de unos siete minutos interminables y agitados, durante los cuales Khashoggi, desaparecido el mes pasado, intenta liberarse de sus torturadores y resistir a esas manos que se aferraban con fuerza a su cuello.
Se trata de siete minutos en los que trató desesperadamente de oponerse a un destino ya sellado, porque desde que ingresó al consulado saudita de Estambul fue imposible escapar.
Esos momentos fueron capturados por un audio que las autoridades turcas ya habían dicho que tenían en sus manos y que ahora compartieron con las autoridades estadounidenses, europeas e, incluso, las de Arabia Saudita.
“Entregamos la grabación a Washington, Londres, París, Berlín y a Riad”, afirmó ayer Erdogan, antes de partir hacia París para sumarse a las celebraciones por el centenario del fin de la Primera Guerra.
Según la versión de las autoridades turcas, el audio podría representar la prueba principal del asesinato de Khashoggi, un crimen premeditado y efectuado por un comando de 15 personas que llegó desde Riad a Estambul, donde el periodista, columnista del The Washington Post, tenía que retirar algunos documentos para su matrimonio.
“Escucharon la grabación y ahora conocen las conversaciones. No hay que darle tantas vueltas”, dijo el presidente turco.
La grabación, que ya estaba en poder de la CIA, demostraría que la muerte de Khashoggi fue lenta, y que los asesinos tuvieron que luchar para poder sofocarlo. Aún queda por saber cómo fue que los turcos accedieron al audio.
Algunos medios, citando fuentes informadas, plantearon la hipótesis de que la grabación surgió del Apple Watch de Khashoggi, aunque eso no convence a los expertos. Es más fácil imaginar que en el consulado de Arabia Saudita habría micrófonos ocultos, una práctica prohibida por la Convención de Viena. Pero las autoridades turcas jamás podrían admitir haber espiado una misión diplomática extranjera. Aunque Riad reconoció la tesis del asesinato premeditado y arrestó a las 18 personas involucradas, aún es un misterio quiénes fueron los instigadores.