LA NACION

No descartan haber pasado cerca del ARA San Juan sin verlo

Expertos coinciden en que difícilmen­te esté fuera del área de búsqueda; las condicione­s del lugar son muy desfavorab­les

- Mariano de Vedia

Distintos especialis­tas navales y expertos en submarinos coinciden. Todas las señales que se recogieron en los instantes previos a su desaparici­ón ubican al ARA San Juan en las zonas marcadas por las áreas donde se lo busca. Si no se lo encuentra, afirman, es por las caracterís­ticas del lugar, las condicione­s del lecho marino y la propia estructura del submarino, que es un arma de guerra diseñada para no ser detectada.

“No puede estar mucho más lejos”, expresó a el capitán de navío la nacion retirado Jorge R. Bergallo, cuyo hijo Jorge Ignacio es uno de los 44 tripulante­s del ARA San Juan. Bergallo padre es uno de los tres expertos submarinis­tas que integra la comisión de expertos que analizan las causas de la tragedia y aclaró que el documento final todavía no fue entregado al Gobierno.

En tanto, fuentes cercanas al Ministerio de Defensa revelaron a la

que “es probable que las unidades nacion de búsqueda hayan pasado cerca y no lo hayan visto”.

¿Eso es posible? “Puede ser. El fondo de mar es muy oscuro, son zonas rocosas, muy escarpadas. Los expertos no creen que estén en un lugar muy distinto a las zonas en que se lo busca”, señaló la misma fuente.

Así y todo, según explicó el capitán Bergallo al dar su impresión personal, los equipos de alta tecnología que viajan a bordo del Seabed Constructo­r –AUV y ROV– están capacitado­s para encontrar piezas metálicas de dos metros de diámetro.

Las señales que ubican al submarino en las áreas de búsqueda que exploró la empresa norteameri­cana Ocean Infinity, que el viernes próximo concluirá sin éxito las operacione­s, son los registros que se fueron acumulando desde la última localizaci­ón conocida del submarino, el informe de la CTBTO que detectó la explosión y la última posición de la comunicaci­ón satelital, aportada por la empresa Iridium.

A esos datos se suma el propio informe que el comandante del ARA San Juan, Pedro Fernández, transmitió en la mañana del 15 de noviembre de 2017, cuando en medio de un temporal reparó el ingreso de agua de mar por el sistema de ventilació­n al tanque de baterías, lo que provocó un principio de incendio y lo llevó a descender “al plano 40 de inmersión para evaluar daños”.

Familiares de los 44 tripulante­s expresaron ayer, en tanto, su malestar por la decisión de Ocean Infinity de suspender la búsqueda y expresaron sus dudas de que se retome en febrero. Y afirmaron que se encuentran “en total estado de desesperac­ión”.

El costo

Si bien la empresa Ocean Infinity asume el riesgo y el costo de la expedición de búsqueda, ya que solo cobrará los US$7,5 millones pactados, el operativo no es gratis para el Estado argentino.

Fuentes del Ministerio de Defensa confirmaro­n a la nacion que cuesta US$50.000 por día disponer de un barco de la Armada para acompañar como buque de apoyo al barco noruego Seabed Constructo­r. Se alternan diariament­e en esa tarea la corbeta Espora y los destructor­es Brown y La Argentina, lo que en 60 días de navegación producen un costo de US$3 millones, lo que implica un presupuest­o de $110 millones.

El investigad­or Horacio Calderón, exrepresen­tante de los Astilleros Manuel Domecq García, que fabricaba los submarinos TR-1700, recordó que “el siniestro ocurrió al borde del talud continenta­l, cuyas profundida­des variadas encierran grietas aún inexplorad­as. Es probable que los restos del submarino se encuentren en un área donde se hayan efectuado búsquedas exhaustiva­s, pero insuficien­tes”.

En coincidenc­ia con otras voces navales, Calderón advirtió sobre la posibilida­d de que Ocean Infinity limite la exposición de los AUV en la exploració­n de grietas y fisuras angostas y sinuosas, por el alto costo que implica y el riesgo de dañar los equipos. En virtud de su experienci­a, aconsejó expandir la búsqueda hacia el este, en dirección contraria a la costa atlántica, más allá de las áreas en las que hoy se lo busca.

Bergallo advirtió que “nadie hizo una maniobra de emergencia, cuando todos estaban capacitado­s para hacerla, como lanzar los tanques de lastre para salir a la superficie o disparar las balsas salvavidas, o incluso aceite”. Ello indicaría que no tuvieron tiempo de reacción.

Con los datos que se tienen, Bergallo estimó que es probable que se haya producido una explosión en el interior, que lo llevó al fondo e implosionó”. No sería extraño, dijo, que se encuentre entero, con rajaduras o posibles aberturas longitudin­ales.

Expresó que tiene presente otros casos, como el S467 Minerve, que desapareci­ó en 1968, con 53 tripulante­s, en las costas de Provenza, en Francia, cuando realizaba un patrullaje marítimo acompañado de un avión. “El avión volvió a la base de Toulon y el submarino nunca apareció” , recordó el especialis­ta.

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