LA NACION

Cuáles son los beneficios y los salarios de los gremios aeronáutic­os que pararon

Tienen remuneraci­ones de hasta casi $300.000, licencias laxas y más días de descanso que otras compañías

- Julia D’Arrisso

Hay al menos cinco puntos concretos que definen el verdadero trasfondo de la pelea entre los gremios aeronavega­ntes y Aerolíneas Argentinas, que desembocó en un paro que dejó 258 vuelos cancelados, 30.000 personas afectadas y el enojo del Presidente, Mauricio Macri, que pidió que la empresa vuele sin pedirle plata al Estado.

La trastienda se originó después de que el aumento en el costo de los combustibl­es y la caída de las ventas, producto de la devaluació­n, hicieran que la dirigencia de Aerolíneas retrasara su plan de “déficit cero” y pusiera sobre la mesa nuevos objetivos de ajuste para alcanzar un saldo positivo en su balanza comercial.

Entre esas metas, desde agosto se discute la posibilida­d de cambiar lo que la empresa llama los “usos y costumbres” o “privilegio­s” del sector. Entre esas modificaci­ones se encuentran eliminar el asiento de descanso en business para los pilotos, bajar a un día la licencia por cumpleaños, reducir las “noches de posta” para la tripulació­n, que la carga de combustibl­e solo la realice un empleado de la petrolera y centraliza­r el despacho de documentac­ión de vuelos.

En primer lugar, la compañía quiere poder venderles a los pasajeros los asientos del “área de descanso” en la clase business del que disponen los pilotos en los vuelos para comer o dormir. Esta modificaci­ón representa­ría un ahorro de US$1,5 millones por año.

La lista continúa con cambios al momento de cargar combustibl­e en el avión. Actualment­e, para realizar esta tarea tiene que ir un mecánico de Aerolíneas junto con el empleado de la petrolera y el mecánico se traslada en un vehículo con chofer. El objetivo es que esto lo realice solo el empleado de la petrolera. Además, se consideró cambiar las estadías a una noche para pilotos y tripulante­s de cabina, las llamadas “noches con posta” de los vuelos internacio­nales.

Por ejemplo, actualment­e son 72 las horas que la tripulació­n duerme por cada viaje que realiza a Roma, donde Aerolíneas tiene más de 30 habitacion­es alquiladas en hoteles. Cambiar esa norma representa­ría un ahorro de US$2,6 millones al año. Aerolíneas también se propuso reducir los días de licencia por cumpleaños –de dos a uno– y realizar un “despacho centraliza­do”, es decir, que se pueda elaborar toda la documentac­ión de los vuelos desde un solo lugar, sin tener empleados en cada aeropuerto, en el país y en el exterior. En general, en otras aerolíneas, estas medidas ocurren de forma similar, a excepción de los días libres por cumpleaños, que solo ocurre en la línea de bandera.

Otra cuestión que resuena sobre las distintas aerolíneas tiene que ver con las horas de vuelo que realizan los pilotos. En rango general, Aerolíneas tiene un promedio de 40 horas y un máximo de 70, cuando en otras empresas el habitual es ese último valor.

El detalle más llamativo respecto de este último punto es que las horas de vuelo se computan desde el momento en que un remise lo busca en su casa.

En relación con la cuestión salarial, por ejemplo, los pilotos de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) cobraron en septiembre un sueldo bruto promedio de $204.192, según datos oficiales. Esa cifra asciende a $298.800 para la categoría de Comandante A-330/340.

En tanto, el personal de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutic­o (APTA) tuvo en ese mes un salario bruto promedio de $96.945; y los afiliados de la Asociación de Aeronavega­ntes percibiero­n un sueldo aproximado de $69.348.

Por su parte, el personal aeronáutic­o de la Asociación del Personal Aeronáutic­o (APA) tuvo una remuneraci­ón promedio de $49.973; el personal superior de la Unión del Personal Superior Aeronáutic­o (UPSA) recibió $94.822 y los aviadores de la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA) alcanzaron en septiembre un salario promedio de $191.417.

Aerolíneas Argentinas cuenta con más de 12.000 trabajador­es y viene desarrolla­ndo un plan de “déficit cero” para el próximo año, que debió reverse en los últimos meses por el aumento de sus costos por el precio del combustibl­e y la caída del consumo, producto de la devaluació­n. De hecho, en la compañía estiman que de los US$90 millones iniciales que se requeriría­n, este año deberán solicitar US$180 millones de aporte estatal.

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