El reto de no abandonar la creatividad en sala de 4
A los 50 años, Ana Langberg se convirtió en mamá de Lucía. “Fue un tsunami”, reconoció en un mano a mano con José Del Rio, secretario general de Redacción de la nacion. Arquitecta de profesión, su maternidad la llevó a trabajar en la necesidad de capacitar a los chicos en la creatividad. “Cuando entramos al jardín somos creativos, pero después ingresamos a las empresas donde piden managers que aporten ideas, pero abandonamos la creatividad en sala de cuatro”, señaló.
Junto a “dos grandes amigos” inició el camino y recorrió el mundo buscando nuevos métodos de enseñanza. Pasaron por Estados Unidos, Noruega, Finlandia e Italia. “De todos sacamos conclusiones, pero conceptualizamos nuestra propia idea”, contó. De esa investigación nació el Centro Urbano de Actividades Creativas (CUAC), un espacio dedicado a chicos de seis meses a 12 años en el que toman temáticas para que los chicos puedan experimentar en todos los ámbitos y explotar al máximo las cosas que les gustan. “El objetivo es que ellos encuentren su elemento”, destacó.
“También trabajamos en las tipologías. No se puede hacer solo una actividad de un día. En temas de creatividad, es importante tener un proyecto y un entrenamiento constante”, comentó, y agregó: “Si hacemos procesos creativos y nos entrenamos, vamos a tener más ciudadanos que se pongan al servicio de la sociedad y esto genera cambios en todos los aspectos”.
“La fuente creativa trae cambios en lo económico. Yo tengo 58 años y sigo pensando, creo que todos podemos hacerlo”, concluyó Langberg.