Boca es pura motivación
De la charla de un sobreviviente de los Andes a la promesa de una Bombonera abierta
Enfocado como nunca, Boca buscará durante toda esta semana sumarle más entusiasmo y motivación a la cuenta regresiva, rumbo a la superfinal del sábado en el Monumental frente a River, donde se conocerá el nombre del nuevo campeón de la Copa Libertadores. Carlos Páez, uno de los sobrevivientes de la tragedia de Los Andes e hijo del artista plástico uruguayo Carlos Páez Vilaró, le dio ayer una charla motivacional al plantel. Ivan Tcherkaski, psicólogo del club de la Ribera, le acercó esta propuesta al cuerpo técnico y Guillermo Barros Schelotto dio el ok. “Fue una muy buena charla”, confió escuetamente una persona que presenció la reunión. la nacion habló con Páez, quien “por cuestiones profesionales” evitó contar detalles de lo hablado en el complejo Pompilio, pero sentenció: “Fue la charla más importante que di en mi vida.”
Carlos Páez Rodríguez es uno de los 16 sobrevivientes del accidente aéreo sucedido el 13 de octubre de 1972, cuando un avión que transportaba a un equipo de rugby uruguayo juvenil (Old Christians) impactó contra uno de los picos de la Cordillera. La tragedia se convirtió en milagro después de 72 días, cuando 16 de los 40 pasajeros y cinco tripulantes iniciales, aparecieron con vida el 22 de diciembre. Páez, el más joven de aquel grupo, cumplió 19 años en la montaña.
Además de ser técnico agropecuario, empresario, publicista y escritor, el ex-rugbier suele brindar conferencias en las que narra su historia de vida y cuenta cómo fueron aquellas interminables jornadas en la Cordillera, donde el instinto de supervivencia les salvó la vida. Escribió dos libros: Después del día diez (2007, Alienta Editorial), escrito con Miguel Ángel Campodónico y titulado así en relación a que fue el décimo día después del accidente cuando oficialmente dejaron de buscarlos y todo pasó a depender pura y exclusivamente de ellos. Y Desde la Cordillera del Alma. Sobrevivir a los Andes y superar las tragedias de la vida (2016, Planeta), en donde repasa su vida: el accidente en los Andes, la adicción a las drogas, los fracasos económicos, los conflictos afectivos y la permanente contradicción entre la admiración y el rechazo que siempre le generó la potente imagen de su padre, el pintor Carlos Páez Vilaró.
La semana de Boca no tendrá solo este incentivo. Desde el último jueves, cuando el club realizó la presentación oficial de un nuevo reloj exclusivo para fanáticos, exis- ten charlas informales con viejas glorias xeneizes. En el césped de la Bombonera se los vio hablar, y mucho, a Diego Cagna con Carlos Tevez y con Fernando Gago, Los ex compañeros se reencontraron y el actual entrenador aprovechó para brindarles palabras de aliento y para compartir la experiencia vivida en las semifinales de la Libertadores 2004 con el Apache, en un contexto similar al que se viene: vencer a River en el Monumental. no sería extraño que Cagna vuelva a aparecer esta semana por el complejo Pompilio. Lo mismo que Aníbal Matellán, sobreviviente de la gesta de 2000, cuando Boca igualó 2 a 2 con Palmeiras en la Bombonera y debió viajar a San Pablo a definir la Copa en suelo visitante, un escenario que también se parece al actual.
También está confirmada la práctica a puertas abiertas en la Bombonera, para que los hinchas, que no podrán ir al Monumental, despidan con calor, afecto y emoción al conjunto de la Ribera, que tendrá una gran prueba de carácter y fortaleza mental en núñez. El entrenamiento popular será este jueves, un día antes de la prueba táctica final que dispondrá Barros Schelotto. Y aún deben definirse aspectos como el horario, cuántas tribunas estarán habilitadas para el público y si será abierto a todos o solo a los socios activos y adherentes. El objetivo es claro: que el templo xeneize esté colmado, como ocurrió hace tres años y cuatro meses, cuando los hinchas coparon el estadio para darle la bienvenida a Carlos Tevez y agradecerle su vuelta.