Avanzada minimalista
Cancelaron servicios y se hicieron evacuaciones; fueron falsas alarmas
Se reducen envases como una manera de bajar costos.
En poco más de 12 horas, seis amenazas de bomba obligaron a evacuaciones y cancelaciones de servicios esenciales, y encendieron las alarmas, de cara a la seguridad de la cumbre del G-20. Los hechos están en plena investigación y, aunque nadie reivindicó las intimidaciones, calificadas fuentes del Gobierno asumen que los incidentes están relacionados con el evento.
Los cuatro primeros hechos resultaron ser falsas alarmas: en la Embajada de los Estados Unidos, situada en Palermo; en los talleres del ferrocarril San Martín, en José C. Paz; en el Hospital Álvarez, del barrio de Flores, y en la sede central del Banco Galicia, en la city porteña.
El quinto caso se trató del hallazgo de un paquete sospechoso en un baño de la Biblioteca del Congreso, situada en Hipólito Yrigoyen 1750, y el edificio debió ser evacuado por la tarde.
El sexto fue una amenaza en el anexo del Senado de la Nación. El edificio fue desalojado.
La seguidilla se inició a primera hora de la mañana, cuando efectivos de la Policía Federal que realizan tareas de prevención descubrieron, debajo de la locomotora de la formación N° 13 de la línea San Martín, en los galpones de maniobra de la estación José C. Paz, una bolsa que contenía seis granadas del tipo FM1 y una granada de humo. El hallazgo obligó a suspender el servicio de trenes. Los peritos establecieron que las granadas eran obsoletas y habían perdido su capacidad explosiva.
En cuanto al episodio en la embajada, se informó que en una revisión rutinaria personal de seguridad de la legación norteamericana encontró un paquete sospechoso y se evacuó el edificio.
A las 9.30, una llamada reportó la existencia de un explosivo en el Hospital Teodoro Álvarez. Excepto los pacientes internados y aquellos que esperaban atención por dolencias serias, el resto de las personas fueron evacuadas.
A media mañana, en tanto, una llamada al 911 reportó una amenaza de bomba en la sede central del Banco Galicia, en Perón al 400. Siguiendo los protocolos de la empresa, unas 2000 personas se autoevacuaron. El Escuadrón Antibombas de la Policía de la Ciudad constató que se había tratado de una nueva falsa alarma.