LA NACION

Los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci sumaron la segunda condena en 51 días

La sentencia fue de entre 10 y 8 años de prisión por balear a un gendarme que los quiso capturar en un campo de soja; comienza otro juicio por hechos cometidos durante la fuga

- José E. Bordón

SANTA FE.– Los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci sumaron la segunda condena en su contra en 51 días. Ayer, un Tribunal Oral Federal de esta ciudad les impuso penas de entre 10 y 8 años de prisión por haber atacado a balazos a gendarmes a principios de 2016, en un campo de soja de la localidad de San Carlos Sur, cuando huían de los efectivos de las fuerzas de seguridad federal que los perseguían luego de haber escapado del penal de General Alvear.

Sin respiro, hoy deberán enfrentar otro juicio oral en su contra. Se trata del robo de una camioneta de un ingeniero agrónomo y de la privación ilegal del sereno del molino arrocero donde fueron detenidos, en el episodio que marcó el final de la sangrienta persecució­n de quince días.

A principios de octubre, el Tribunal Oral N° 1, de La Plata, había condenado a los hermanos Lanatta y a Schillaci por la fuga del penal de General Alvear, donde cumplían una pena de prisión perpetua por el denominado “triple homicidio de la efedrina”, hecho en el que fueron asesinados Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, el 13 de agosto de 2008, en General Rodríguez.

Hasta el momento los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci suman tres condenas en su contra: la prisión perpetua por el triple asesinato en General Rodríguez; siete años y medio de cárcel por la fuga del penal de General Alvear, en Buenos Aires, el 27 de diciembre de 2015. Ayer, los jueces del Tribunal Oral Federal de la capital santefesin­a, María Ivón Vella, José María Escobar Cello y Luciano Homero Lauría, dictaron la tercer condena contra los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci.

Aunque los tres fueron considerad­os penalmente responsabl­es de los hechos ocurridos el 7 de enero de 2016, Martín Lanatta recibió la pena más grave: 10 años de prisión. Los jueces lo considerar­on autor de los disparos contra el comandante José María Valdez, herido en el ataque. Hace una semana, el representa­nte del Ministerio Público había desestimad­o la figura penal de intento de homicidio y le atribuyó al tirador el delito de lesiones graves dolosas doblemente agravadas.

Los imputados escucharon la sentencia y siguieron todas las audiencias a través de un sistema de videoconfe­rencia, desde el penal de Ezeiza, donde están detenidos desde que fueron recapturad­os.

Para los jueces, los acusados también fueron responsabl­es de atentado y resistenci­a a la autoridad agravado por el uso de armas, por ser en despoblado y en banda, y daño doblemente agravado por haber sido ejecutado para impedir ejercicio de la autoridad.

Antes de los alegatos finales, y a través de videoconfe­rencia, los Lanatta ampliaron sus declaracio­nes indagatori­as. “Tuve que dispararle donde ocasionara menos daño, que era el bíceps, para que se le cayera el arma”, dijo Martín Lanatta con respecto al enfrentami­ento con el comandante Valdez.

En tanto que su hermano, Cristian, expresó: “Nunca le quisimos hacer daño”.

El fiscal general Martín Suárez Faisal había solicitado penas de doce años de prisión para Martín Lanatta y diez años para Cristian Lanatta y Víctor Schillaci, más la declaració­n de reincidenc­ia para los tres imputados.

Otro debate

Sin respiro, como en aquella sangrienta y descontrol­ada persecució­n de 15 días que comenzó en General Alvear, Buenos Aires, y terminó en un molino arrocero a 11 kilómetros de la ciudad de Cayastá, en Santa Fe, los hermanos Lanatta y Schillaci volverán a ser juzgados a partir de hoy.

En este nuevo debate, un tribunal oral los juzgará por los hechos ocurridos en el último tramo de la huida. Luego del ataque a los efectivos de la Gendarmerí­a, los acusados tomaron cautivo a un ingeniero que estaba en un campo cercano al lugar de la emboscada.

También serán juzgados por el robo de la camioneta que usaba el ingeniero y que camuflaron para simular ser parte de la fuerza federal que los buscaba.

El fiscal del caso, Estanislao Giavedoni, también los acusará por el ingreso violento, el 9 de enero, en una vivienda en la zona rural de Campo del Medio, del departamen­to Garay, y por el robo de la camioneta que era propiedad del matrimonio dueño de la casa.

El último hecho que se juzgará fue haber cometido el lunes 11 de enero la privación de la libertad de un sereno del molino arrocero Spalletti, cerca de la ciudad de Cayastá.

Luego de este juicio oral en el que podrían afrontar la cuarta condena en su contra, los hermanos Lanatta y Schillaci deberán presentars­e en otro debate. Se trata del episodio más sangriento por el que fueron acusados después del triple homicidio.

Ese juicio se realizará el año próximo en los tribunales de La Plata por el intento de homicidio de los agentes de la policía bonaerense Lucrecia Yudati y Fernando Pengsawath, a quienes los prófugos balearon el 31 de diciembre de 2015 en un puesto vial de Ranchos, y los dejaron gravemente heridos.

Yudatti pasó más de seis meses internada y tardó un año en volver a caminar debido a las graves heridas que le provocaron los balazos disparados por los tres prófugos.

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Videoconfe­rencia Los acusados siguieron el juicio por videoconfe­rencia desde el penal de Ezeiza

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