Jamal Khashoggi y otros periodistas, personalidades del año de la revista Time
ee.UU. La publicación decidió por primera vez distinguir a una persona fallecida; fue honrado con otros colegas muertos o perseguidos
NUEVA YORK.– Por primera vez, la revista Time nombró alguien que ya no está vivo como personalidad del año. El elegido fue el periodista saudita Jamal Khashoggi, asesinado el 2 de octubre en el consulado de su país en Estambul.
El periodista compartió la distinción con otros colegas de diferentes países cuyo trabajo los puso tras las rejas o les costó la vida, a quienes la revista bautizó como “los guardianes”.
Aparte de Khashoggi, la publicación honró a la filipina Maria Ressa, a los birmanos de la agencia Reuters Wa Lone y Kyaw Soe Oo –actualmente en prisión–, así como a toda la redacción del diario estadounidense Capital Gazette, que sufrió el asesinato de cinco de sus miembros en un ataque ocurrido en Annapolis, Maryland.
“Al igual que todos los dones humanos, el coraje nos llega en diferentes niveles y en diferentes momentos”, escribió el editor en jefe de Time, Edward Felsenthal. “Este año estamos reconociendo a cuatro periodistas y a una organización de noticias que pagaron un precio terrible por aprovechar el desafío de este momento”.
Ressa es la editora de Rappler, un sitio web de noticias independiente en Filipinas muy crítico con el gobierno del controvertido presidente filipino Rodrigo Duterte. Por su accionar, la periodista tuvo que enfrentar un aluvión de demandas gubernamentales dirigidas al sitio.
El gobierno filipino acusó a Ressa y Rappler de cinco cargos de fraude fiscal, los cuales, según la editora, fueron inventados en un intento de “hostigar e intimidar” al sitio web. Sin embargo, Ressa se entregó al tribunal y pagó una fianza de 1100 dólares.
“Tenemos que pedirle cuentas al gobierno, y parte de la razón por la que estoy aquí es precisamente eso”, dijo Ressa a la prensa. “No soy un criminal, pero me tomaron las huellas dactilares como un criminal. Sentimos que no obtuvimos el debido proceso”, agregó la periodista.
Myanmar acusó a los periodistas de Reuters Wa Lone y Kyaw Soe Oo de haber violado la ley de secretos de Estado por una investigación sobre los rohingyas, la minoría musulmana perseguida.
Wa Lone (32) y Kyaw Soe Oo (28) estaban trabajando en una investigación sobre el asesinato de diez aldeanos rohingyas durante una represión del ejército en el oeste del país. La violencia forzó a más de 700.000 rohingyas a escapar a Bangladesh, donde viven en campos de refugiados.
El juicio de los periodistas se convirtió en un caso histórico vinculado con la libertad de prensa en Myanmar y en una prueba del estado en que se encuentra la difícil transición a la democracia en ese país, tras décadas de gobierno militar que abandonó el poder en 2011.
El ejército aún controla los ministerios claves del gobierno y tiene garantizado el 25% de las bancas legislativas, lo que le da mucho poder en la democracia incipiente.
Durante las audiencias judiciales, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y líderes de varios países occidentales pidieron la liberación de los periodistas. Después del veredicto, Scot Marciel, el embajador de Estados Unidos en Myanmar, dijo que el fallo era “profundamente preocupante” para todos los que habían luchado por la libertad de los medios en el país.
La revista Time también reconoció a la redacción del periódico local Capital Gazette, que sufrió en junio un tiroteo con cinco víctimas mortales en su sede de Annapolis, en Maryland.
Los que murieron en el tiroteo fueron Rob Hiaasen y Gerald Fischman, columnistas y editores, junto con John McNamara, periodista deportivo; Rebecca Smith, asistente de ventas, y Wendi Winters, periodista comunitaria.
El sospechoso, Jarrod W. Ramos, de 38 años, que mantenía una mala relación con el diario y en 2012 presentó una demanda en su contra, fue detenido por la policía y enfrenta cargos por asesinato en primer grado.
“A pesar de todos los insultos lanzados por el presidente [Donald Trump] a la prensa, una retórica desplegada por actores peligrosos en todo el mundo, Estados Unidos sigue siendo un faro para la verdad y la libre expresión”, escribió Felsenthal.
“Una de las personas que buscó refugio en estas libertades fue Khashoggi, el representante más visible de un año desgarrador para la verdad. Esto marca el primer año en que Time nombró a una persona que ya no está viva como personalidad del año. Pero también es raro que la influencia de una persona crezca tanto con su muerte. El asesinato provocó una revaluación global del príncipe heredero de Arabia Saudita [Mohammed ben Salman], quien según una evaluación de la CIA probablemente ordenó el asesinato y también inició la cruenta guerra de Yemen”, dijo el editor de Time.