Balance 2018 y perspectivas 2019: la mirada de los número uno
Admiten que fue un año difícil, pero son optimistas respecto de lo que viene; los bancos buscan recuperar los niveles de crédito, mientras que Vaca Muerta asoma como tierra de oportunidades
La visión de los números uno de grandes empresas también formó parte del debate durante la tercera edición de La Nueva Argentina. En un panel moderado por la periodista Carla Quiroga, Juan Curutchet, presidente del Banco Provincia; José Luis Inglese, presidente de Aysa; Santiago del Sel, director general de Araucaria Energy, y Agustín Pesce, vicepresidente 2º del Banco Nación, hicieron su balance de 2018 y adelantaron sus perspectivas y proyectos para 2019.
Por parte de los bancos, los referentes reconocieron que vivieron un año complicado, en particular en lo que respecta a los créditos hipotecarios en UVA, cuyo valor se actualiza diariamente por el coeficiente de estabilización de referencia (CER), basado en el índice de precios al consumidor. “El problema fue que hubo reducción de la capacidad prestable; tenemos los bancos con más músculo y eso va a empezar a notarse en la calle”, analizó Curutchet.
Por parte del Banco Nación, Pesce explicó que la entidad tuvo que replantearse temas de fondo. “No solo de política de préstamos, sino también de capacidad de captación de fondos”, analizó, y explicó que, por este motivo, en 2019 saldrán a buscar fondos del sector privado.
Es que en la entidad pasaron de recibir 9000 solicitudes por mes de créditos UVA a 900. Sin embargo, Pesce destacó que el banco está teniendo buenos resultados con respecto a los créditos intermedios. “El cuentapropista sigue trabajando. Entregamos 1000 microcréditos por semana, que promedian los $250.000”, dijo el titular de la entidad, quien se mostró optimista de cara a 2019. “Se está notando una leve baja de tasas, suave. Hay estabilidad cambiaria y eso es fundamental. También miramos que la inflación pueda ir bajando en noviembre, y si lo hace, van a ir bajando las tasas”, analizó.
Curutchet felicitó al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y al presidente del Banco Central, Guido Sandleris, por su trabajo. “Ahora estamos en un entretiempo, pero el partido lo están jugando bien”, evaluó. El titular del Banco Provincia aclaró que para que los créditos en UVA funcionen hay que apostar al paso del tiempo y el respeto de los contratos. “En Chile, las propiedades están expresadas en unidades de fomento (UF), pero fue un proceso de 40 años en el que el instrumento mostró su confiabilidad”, describió, y sostuvo que en el largo plazo se va a “apreciar haber tenido un sistema que se aguantó la crisis”.
Desde Aysa, Inglese habló sobre el funcionamiento de las cuentas de la compañía a partir de la eliminación de los subsidios al servicio. El presidente de la firma destacó que en 2013 solo el 28% de los gastos operativos de la compañía estaban cubiertos por las tarifas.
Por otro lado, aclaró que solo el 12% de las cuentas residenciales reciben subsidios. “Hasta ahora han sido cubiertos por la recaudación de la empresa. A partir del próximo ejercicio ese costo va a ser cubierto por el presupuesto de la ciudad de Buenos Aires y el de la provincia de Buenos Aires. Así, vamos a tener un sistema cada vez más justo”, sostuvo Inglese.
“Hoy, Aysa está en equilibrio operativo, es decir, lo que recauda por tarifas cubre los gastos. Lo que aporta el Estado nacional sirve para cumplir con la expansión del servicio”, detalló. En este sentido, contó que la empresa va a continuar con las obras del sistema Matanza-Riachuelo, para las que se invirtieron US$1200 millones.
“Se trata de la obra más grande de los últimos 70 años en materia de saneamiento. Beneficiará a 4,3 millones de habitantes de la ciudad de Buenos Aires y gran parte del conurbano bonaerense y proveerá la mejora operativa del sistema de transporte de efluentes actual, permitiendo la expansión del servicio de cloacas en zonas relegadas”, describió Inglese, quien agregó que la obra implica la construcción de más de 40 kilómetros de túneles que correrán por la margen izquierda del río para terminar en la planta de pretratamiento de efluentes de Dock Sud. Luego, los líquidos tratados serán dispuestos a través de un emisario subfluvial que se adentrará 12 kilómetros en el Río de la Plata.
El cuarto integrante del panel fue Santiago del Sel. El ejecutivo lidera el negocio de Araucaria Energy, firma que se dedica a la generación de energía y que pertenece a la compañía Stoneway Capital Corporation.
El ejecutivo explicó que las centrales termoeléctricas cobran un rol fundamental a partir del desarrollo de Vaca Muerta. “Es un gran desafío, primero, cómo explotar Vaca Muerta, y, luego, cómo agregarle valor. Estamos en esa etapa de conversión”, describió el ejecutivo. El objetivo de la empresa es construir cuatro centrales de generación térmica eléctrica, con una inversión total de US$800 millones.
Con respecto a la economía, Del Sel destacó el rol que tuvo la banca pública. “Mantuvo la confianza y nos dio a todos la tranquilidad de poder continuar con los proyectos”, dijo, y, en esta línea, reflexionó: “Todo el mundo desearía saber qué va a pasar el año próximo y el siguiente, pero la pregunta está en ver si se puede apostar a un proyecto a 10 años”.