Tiembla la economía china y crece la alarma
A la ralentización del PBI se añadieron el crecimiento más bajo en años de las ventas minoristas y la producción industrial; cayeron las bolsas y el petróleo
Como el PBI, se ralentizaron las ventas minoristas y la industria PEKÍN (AP).– La economía china volvió a encender las alarmas globales ayer con la revelación de nuevas fisuras, que impactaron en los mercados y reflotaron los temores de que la desaceleración del gigante asiático afecte el crecimiento mundial. A la ralentización del PBI registrada en el tercer trimestre de 2018, se sumaron ayer los peores niveles de los últimos años en ventas minoristas y producción industrial, en el marco de la guerra comercial entre China y Estados Unidos.
PEKÍN.– La economía china reveló ayer fisuras en su gigantesca maquinaria y envió señales inquietantes al resto del mundo, que hicieron flaquear los mercados de Europa y Estados Unidos, y agregaron un elemento de seria preocupación a la ya deteriorada economía global de cara al inminente 2019.
A la desaceleración del PBI registrada semanas atrás, se sumaron ayer los peores datos de los últimos años en las ventas minoristas y de la producción industrial chinas, en el contexto de la guerra comercial con Estados Unidos desatada por la Casa Blanca que agravaron las debilidades estructurales de China.
Las compras de los chinos en los comercios crecieron en noviembre el
8,1%, su ritmo más débil desde 2003, y la producción industrial creció el
5,4%, su menor alza en casi tres años. Wall Street y las bolsas europeas sintieron el impacto y se vieron arrastradas irremediablemente a la baja por el temor de los inversores por la salud de la segunda potencia económica mundial.
Algunos rubros de la economía china sufrieron de manera especialmente dolorosa. Entre ellos las ventas de autos, que según la Oficina Nacional de Estadísticas cayeron en noviembre el 10% respecto al mismo mes de 2017. La caída estuvo en línea con los datos publicados por la principal asociación de la industria automotriz china, según la cual las ventas bajaron el 14%, su declive más pronunciado en siete años.
China había reportado el fin de semana pasado datos de exportaciones e importaciones mucho más débiles de lo esperado, lo que refleja una demanda mundial más lenta y la menguante actividad de las fábricas locales a medida que se reducen los márgenes de ganancias.
Las presiones sobre la actividad general se vieron agravadas por la escalada en la disputa comercial de China con Estados Unidos, que amenaza con fracturar las cadenas de suministro mundiales, frenar la inversión, las exportaciones y el crecimiento.
Las débiles cifras de crecimiento de la producción industrial y de las ventas minoristas en noviembre mostraron que la presión a la baja sobre la economía está aumentando, dijo Mao Shengyong, vocero de la Oficina Nacional de Estadísticas. En el tercer trimestre del año, el PBI chino creció 6,5%, por debajo del 6,7% logrado en el trimestre anterior, y su menor expansión en nueve años.
“En resumen, los últimos datos muestran una economía que está bajo presión tanto en el frente externo como en el doméstico, con esfuerzos políticos para apuntalar el crecimiento que aún no cumplen su objetivo”, dijo Julian Evans-pritchard, analista de China de la firma Capital Economics.
Como consecuencia de los malos datos económicos, el Composite Index de la Bolsa de Shanghai cayó un 1,53%, mientras que el Component Index de la Bolsa de Shenzhen retrocedió el 2,28%. Otros mercados bursátiles de Asia, como los de Tokio, Hong Kong y Seúl, también cerraron con pérdidas. Y sucedió lo mismo a medida que cerraban las bolsas europeas y finalmente Wall Street, que siguió la tendencia.
El índice Stoxx 600 de la zona euro bajó un 0,72% y en el trimestre acumula una pérdida del 9,5%. Según los analistas, eso se debió a los débiles datos económicos de las principales potencias europeas y a las malas noticias llegadas de China, que ahondaron la preocupación por el crecimiento mundial y pusieron al referente paneuropeo en curso a cerrar su peor trimestre desde 2011.
El promedio industrial Dow Jones cayó 2,02% y el índice Nasdaq, 2,09%. Los inversores de Wall Street desestimaron para sus operaciones un sólido dato de ventas minoristas en Estados Unidos y el anuncio de China de que suspenderán aranceles adicionales a vehículos y autopartes estadounidenses por tres meses.
Los precios del petróleo acompañaron la caída y el barril de referencia Brent perdió 1,17 dólares para cerrar a 60,28. Retrocesos
En nada ayudaron a los mercados los números que surgían de las oficinas de estadísticas de Francia y Alemania. La actividad económica francesa cayó de manera inesperada en noviembre, en el retroceso más rápido en más de cuatro años, en medio de las protestas de los “chalecos amarillos” contra los impuestos a la nafta, contra el aumento del costo de vida y contra las políticas económicas de Emmanuel Macron (ver página 12). Y en Alemania la expansión del sector privado se redujo a su nivel más bajo también en cuatro años.
“Si se desaceleran a la vez China y Europa, estén o no relacionadas, impactará en las ventas de las principales compañías de Wall Street”, advirtió el analista Art Hogan, jefe de marketing estratégico de la firma B. Riley FBR en Nueva York.
Para la consultora de riesgo Eurasia Group, al presidente chino, Xi Jinping, lo espera el trimestre más determinante en materia de decisiones políticas desde su acceso al poder a fines de 2012. “Deberá encarar la desaceleración de la economía y un sentimiento vacilante en casa, mientras juzga cuán lejos ir en satisfacer las exigencias de Estados Unidos en áreas de litigio, como la política tecnológica”, señaló el grupo en un informe difundido ayer.
“Los próximos diez días darán señales críticas sobre cómo va a encarar Xi estos desafíos. Si falla en usar esta ventana de manera efectiva, será un mal presagio para la frágil tregua con Trump y los esfuerzos de mejorar de manera duradera la confianza en casa”, agregó.