Cruces por las responsabilidades en la gira de Patito feo
La denuncia de Fardin puso en la mira el cuidado de actores y actrices infantiles en shows
Luego de que la actriz Thelma Fardin denunció que Juan Darthés la violó cuando era menor, las productoras que estuvieron vinculadas con la gira de Patito feo por Nicaragua, en mayo de 2009, cuando habría ocurrido el abuso, cruzaron acusaciones sobre en quién recaía la responsabilidad de cuidar a los chicos del elenco. Al momento del hecho, Fardin tenía 16 años y afirmó que no había contado a ningún adulto la violación sufrida y que solo había confiado en dos compañeras, también menores.
Por ese entonces, Patito feo era una producción de Ideas del Sur, cuyo titular era Marcelo Tinelli. En
2009, según pudo saber la nacion, ni Alejandro ni Rodolfo Stoessel seguían vinculados con la productora. Mientras el primero, que ocupaba el puesto de gerente de contenidos, había sido despedido a fines de 2008 (su cargo fue ocupado por un tiempo por el guionista Mario Schajris), su hermano Rodolfo, que era el coordinador general de producción durante las giras, trabajó en Ideas del Sur hasta el 9 de marzo de 2009, según afirmó a este diario.
Luego del testimonio público de Fardin, el mismo martes en Showmatch, Tinelli señaló: “Es para destacar el pedido de justicia que llevaron adelante las actrices argentinas. Felicitaciones y ojalá se haga justicia. Acompañamos a Thelma, una excelente actriz. Es lamentable y terrible el caso. Me parece maravilloso que las actrices hayan acompañado este caso que además está denunciado en la Justicia de otro país”, dijo. Fuentes cercanas al conductor identificaron al talent manager principal de esa gira como Rodolfo Stoessel, aunque luego reconocieron que no recordaban con precisión quién era el responsable. El show en Managua, que fue la despedida de la gira, fue el
19 de mayo de 2009. Schajris dijo a la nacion que no tuvo participación alguna en la organización de las giras y deslizó el nombre del productor musical Daniel Grinbank como el responsable de su realización. Además, afirmó que el elenco juvenil viajaba siempre acompañado de adultos, entre ellos, la madre de Brenda Asnicar y los padres de Laura Esquivel, ambas protagonistas de la tira.
Grinbank, consultado por la nacion, afirmó: “La responsabilidad del elenco y todos los aspectos artísticos del show correspondían a la productora Ideas de Sur”. Y sumó: “A los talent managers los elegía la productora de la gira de Patito Feo. La cantidad de productores que viajaban dependía de la cantidad de menores convocados en el elenco. En este caso eran tres por gira. Eso es así tanto en las producciones locales como en las de Disney. Nosotros no teníamos injerencia en la seguridad de los chicos. Recibíamos las carpetas legales de cada chico que Ideas del Sur preparaba en el Ministerio de Trabajo local y lo presentábamos en cada país”.
Diego “Rory” González, productor ejecutivo de Patito feo hasta diciembre de 2008, explicó cómo era la organización de las giras del programa. “Eran entre cinco o seis productores los que viajaban con los chicos, entre ellos, dos mujeres adultas para asistir a las chicas del elenco. Se encontraban en Ezeiza con el elenco y se encargaban de organizar los trámites y de que todo funcionara”, reveló.
El relato coincide con el de Rodolfo Stoessel, que contó a este medio que estuvo presente en todas las giras hasta marzo de 2009, dos meses antes de que el equipo arribara a Nicaragua. “Lo que llamás talent manager para nosotros eran productores: iban productores varones y mujeres. Estábamos siempre. Estaba el productor ejecutivo, dos productoras, un productor de edición”, reveló.
No solo la identidad de quién o quiénes acompañaron al elenco de Patito feo en el concierto en Managua es disputado por los involucrados en el proyecto. La cantidad de productores que acostumbraba acompañar al elenco también es objeto de controversia. Mientras que Grinbank habló de tres productores, Stoessel y González afirmaron que fueron entre cinco y seis personas.
El día a día
Rodolfo Stoessel contó cómo era la organización de la gira. “Estábamos en todo: a qué hora salían los chicos, a qué hora había que despertarlos, a qué hora tenían que desayunar, por dónde teníamos que salir cuando terminaban los shows. Esto lo hablábamos con nuestra gente de seguridad, que organizaba la llegada con la seguridad del estadio y la del hotel. En general, lo hacíamos en micros pequeños, íbamos todos juntos. Muchas veces íbamos custodiados por la policía. Cuando existía la necesidad de salir de forma urgente, porque el estadio estaba desbordado o porque el hotel estaba cerca, salíamos urgente, sin esperar siquiera a que el elenco se cambiara. Dependía siempre de cómo era la situación, pero estábamos permanentemente sobre los chicos”, detalló.
Y agregó: “También estábamos detrás de la hora en que había que comer, cuándo se debía terminar, cuándo había que ir a dormir. Por eso, las personas de seguridad –sobre todo en el momento de que cada uno debía volver a su cuarto– recorrían los pasillos fuera de las habitaciones de los chicos, que en general dormían de a dos: dos chicos, dos chicas. Estaban siempre resguardados”.