LA NACION

La semana fue negativa para la soja, pese a las compras chinas en EE.UU.

En la Bolsa de Chicago bajó ayer US$2,39 y cerró con un precio de US$330,88; en el segmento la oleaginosa retrocedió un 1,77%; la oferta para Rosario se mantuvo en $9000

- Dante Rofi

La soja se negoció en baja ayer por segunda rueda consecutiv­a en la Bolsa de Chicago, donde los operadores expresaron su decepción por lo limitadas que resultaron las compras chinas en el mercado estadounid­ense, tras más de ocho meses sin negocios, como consecuenc­ia de una guerra comercial que actualment­e transita una endeble tregua.

Al cierre de los negocios, las pizarras reflejaron quitas de US$2,39 y de

2,48 sobre los contratos enero y marzo de la soja, cuyos ajustes resultaron de 330,88 y de 335,75 dólares por tonelada. En el balance semanal, estas posiciones resignaron un 1,77 y un

1,64% frente a los valores vigentes el viernes anterior, de 336,85 y de 341,35 dólares por tonelada.

Así, el mercado validó otra vez una de sus principale­s máximas: “Comprar con el rumor; vender con la noticia”. En efecto, mientras la posibilida­d del retorno de la demanda china al mercado estadounid­ense de soja se mantuvo en el terreno de las especulaci­ones de los fondos de inversión, los precios de la oleaginosa registraro­n subas, pero cuando esas elucubraci­ones dejaron lugar a las primeras operacione­s concretas, los mismos protagonis­tas reaccionar­on de manera adversa por la dimensión de los negocios, con el consecuent­e efecto bajista para las cotizacion­es.

El miércoles pasado, día en el que las firmas estatales chinas Sinograin y Cofco hicieron las primeras compras de soja estadounid­ense desde el inicio del conflicto arancelari­o, los fondos de inversión compraron solo

4000 contratos. Entre anteayer y ayer, estos operadores se desprendie­ron de un total de 15.000 contratos de la oleaginosa, equivalent­es a poco más de

2 millones de toneladas.

Para entender la reacción de los administra­dores de los fondos de inversión y del resto de los operadores hay, por lo menos, dos razones. La primera fue el volumen. Hasta el momento el USDA confirmó de manera oficial compras chinas por 1.430.000 toneladas, por debajo de los 1,80/2 millones estimados por los privados el miércoles y muy lejos de los hasta 5 millones esperados por el mercado para toda la semana.

El fuerte atraso que registran las ventas externas de soja de los Estados Unidos, que se traduce en una proyección de existencia­s finales 2018/2019 récord, requiere una inyección de compras abundante y –de ser posible– rápida. Eso hoy solo lo puede hacer la demanda de China.

La segunda razón que generó frustració­n en la plaza, a partir de ver que las compras chinas quedaron limitadas a las empresas estatales que adquieren grano para las reservas estratégic­as, fue la posibilida­d –certeza para algunos– de que el arancel del

25% que el gobierno de China aplica desde el 6 de julio pasado a la soja estadounid­ense se mantenga inalterabl­e hasta marzo próximo, momento en el que finalizarí­a la tregua acordada en Buenos Aires el 1º del actual por Donald Trump y por Xi Jinping.

Los operadores entienden que sin el impulso de los compradore­s del sector privado será imposible cerrar ventas por un volumen que logre modificar el actual cuadro de oferta doméstica de soja. Ese volumen necesario de ventas a China en la campaña 2018/2019 los especialis­tas lo ubican por encima de los 10 millones de toneladas. Abajo de ese límite, la presión bajista de un stock final sin precedente seguirá vigente sobre los precios de la soja.

Además, de prolongars­e la vigencia del arancel que traba las ventas estadounid­enses más allá de febrero, la demanda china volverá a contar con la disponibil­idad de la oferta de soja nueva de Brasil, país que espera una cosecha superior a los 120 millones de toneladas.

Ayer, desde su activa cuenta en Twitter, Trump se jactó de que la economía de China crece de manera “más lenta de lo previsto por nuestra guerra comercial con ellos”. Y arengó: “Estados Unidos lo está haciendo muy bien. China quiere hacer un trato grande y muy completo. ¡Podría suceder y bastante pronto!”.

En el mercado de granos, sin embargo, la soja sigue transitand­o el sendero de la cautela, lejos del triunfalis­mo virtual, que aún no excede el ámbito de las redes sociales.

Plaza local

Por soja argentina la demanda ofreció $9000 para Rosario, sin cambios. La misma propuesta rigió los negocios en Bahía Blanca, pero en ese caso implicó una baja de 200 pesos.

En el Mercado a Término de Buenos Aires las posiciones enero y mayo de la soja perdieron US$2,70 y 1,30, mientras que sus ajustes fueron de

244,70 y de 241,70 dólares. Acerca del maíz, se mantuvo en

$5500 por tonelada para Rosario; en US$150 para Bahía Blanca, y en

US$138 para Necochea.

El trigo disponible para Rosario ayer se cotizó a US$200, por encima de los US$190 del viernes anterior.

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