test drive
Nissan lanzó la versión nacional de su pickup NP300 Fontier, que viene con muchas mejoras en el equipamiento y el confort, al tiempo que mantiene la misma mecánica confiable y eficiente
Ahora fabricada en la Argentina, la
Nissan Frontier trae más equipamiento y la misma mecánica confiable y eficiente.
Desde el 2 de octubre último, Nissan abastece al segmento de las pickups de nuestro país con la flamante NP300 Frontier producida en Santa Isabel, Córdoba. Tras tres años de intenso desarrollo de las instalaciones (la marca japonesa construyó su propio espacio dentro de la fábrica que pertenece a Renault) y US$600 millones de inversión (allí también se fabricarán las pickups Alaskan del rombo y la Clase X de Mercedes-benz), la Frontier salió por fin al ruedo de los caminos argentinos.
Y lo hace con mucho estilo. Porque si bien la estética exterior es casi idéntica a la de origen mexicano que reemplaza, el producto nacional suma mucho más equipamiento de seguridad y de confort, además de distintos reglajes en las suspensiones, mayor rigidez del chasis y otros detalles, para darle una configuración más acorde con el gusto y el uso del consumidor local, y con los terrenos de la región (tiene chasis reforzado), en los que se la probó inten-
samente antes de pasar definitivamente a la faz productiva.
Probamos la versión tope de gama (compuesta por ahora con cinco versiones, a las que se agregarán cuatro más de 160 CV), LE 4x4 con caja automática, que cuenta con todo el nuevo equipamiento que ofrece la flamante línea Frontier y que no tenía la oriunda de México: techo solar corredizo (única en el segmento de las pickups en ofrecerlo), cámara de visión 360° (con perspectiva cenital) y otra, debajo del logo frontal para utilizarla en trayectos off-road a baja velocidad, sistema multimedia Nissan Connect con una gran pantalla de 8” (con navegador, mirroring del celular con Android Auto y Carplay, Bluetooth, dos puertos USB), 6 airbags (frontales, laterales y de cortina), anclajes Isofix para asientos de niños, apoyacabeza y cinturón inercial para la plaza trasera central (quinta) y neumáticos Bridgestone Dueler en reemplazo de los Maxxis de las mexicana.
Entre lo que tenía y mantiene está el climatizador automático bizona (con difusores para el asiento trasero), control de velocidad de crucero, arranque y apertura sin llave (Keyless), luces full LED (que iluminan muy bien), tablero con tacómetro, velocímetro, medidor de temperatura del motor y de nivel de combustible analógicos, más un gran display para la gran cantidad de información de la computadora de viaje, las butacas con regulación eléctrica y calefaccionadas y más.
La mecánica, en cambio, se mantiene inalterable. La Frontier nacional está equipada con el conocido motor de 2.3 L biturbo que entrega 190 CV a 3750 rpm y un par de 45,9 kgm entre 1500 y 2500 vueltas. Fabricado en Europa, cuenta con doble árbol de levas, 16 válvulas, inyección directa de combustible mediante sistema common-rail. Se combina con una caja automática clásica (con convertidor de par) de 7 marchas (se puede cambiar también en forma manualsecuencial) y con un sistema de tracción (Shift on the Fly) con modos 2WD (trasera) y 4WD (alta y baja), seleccionables con un dial en el tablero, además de diferencial de deslizamiento limitado (LSD). Lo que sí perdió en este aspecto respecto de la mexicana es el bloqueo electró- nico del diferencial posterior (que repartía el torque por igual a ambas ruedas).
En cuanto a las prestaciones, los registros son algunas décimas mejores. Los datos de aceleración arrojaron: 0-100 km/h en 11 s, 0-400 m en 17,8 s, 0-1000 m en 32,7 y la recuperación 80-120 km/h en D en 7,8 s. Los consumos: urbano, 11,3 L/100 km y 9,5 L/100 km a 120 km/h constantes.
Otro elemento inalterado en la Frontier y uno de sus sellos exclusivos es la suspensión trasera tipo multibrazo (Multilink de 5 brazos), en lo que difiere del resto del segmento, que utilizan los clásicos elásticos parabólicos. ¿Cuál es la ventaja? Sin resignar capacidad de carga de una tonelada (que en el caso de este modelo full AT es de 1039 kg) ofrece un andar suave y que copia muy bien el terreno, por lo que depara tanto un notable confort de marcha como un excelente comportamiento dinámico (cuenta con controles de tracción y estabilidad, y neumáticos de buen agarre), aplomado y suave, tanto en la ruta como en caminos más desparejos o directamente off-road (donde se comporta de maravillas, gracias a los generosos ángulos). Otro punto a favor: frena en forma consistente
(100 km/h a 0 en 43,9 m) para un vehículo con un peso de 2076 kg.
La garantía es de 3 años o 100.000 km, lo que no estaría mal si no fuese porque algunas de sus rivales ofrecen 5 años o 150.000 km. Los precios de la gama son competitivos; arrancan en $1.086.600, mientras que la versión de prueba, LE 4x4 AT, que está en el tope, cuesta
$1.524.500.
Más equipamiento, mayor confort y seguridad, y hasta mejores prestaciones conforman un combo que le dan una calurosa bienvenida a esta flamante Frontier de fabricación nacional.