LA NACION

Cómo cuidar el pelo sometido al calor de los aparatos

El uso diario del secador, la planchita y la bucleadora puede llegar a arruinar la estructura capilar que se minimiza con productos térmicos

- Texto Daiana Aguirre | Ilustració­n Ariel Escalante

Los secadores, planchitas y bucleras son ideales para crear looks en el día a día. Alisar, rizar, secar o dar volumen se hacen sin pensar en los efectos colaterale­s, pero ¿las consecuenc­ias son tan secundaria­s?, ¿cuánto dañan el pelo?, ¿cómo minimizarl­os?

Encandilan, los cambios de apariencia que producen son rápidos y sencillos y, obviamente, estos aparatos están cómodament­e a mano en cada casa. Pero es importante saber que no se deben usar cuánto y cómo se quiera porque se corre el riesgo de que se arruine la estructura capilar y, por lo tanto, su aspecto externo.

El verdadero daño ocurre cuando los enlaces de proteína se rompen. Los grandes aliados a la hora de resguardar al pelo del calor son los protectore­s térmicos. Victoria Brea, estilista profesiona­l, cuenta que uno de sus grandes beneficios es ayudar a mantener la humedad y bloquear el exceso de temperatur­a en el interior de las fibras capilares, haciendo que se rompa menos. Sus siliconas construyen una barrera sobre la cutícula que la cuida del ardor.

Los protectore­s vienen en spray o crema y hay que emplearlos previo a usar cualquier artefacto. Al momento de elegir uno, el experto Nacho López Fagalde detalla que los primeros son ideales para cabellos abundantes y muy porosos y, los segundos, son perfectos para pelo fino. Sin embargo, algunos se preguntan si realmente cumplen su función. Brea confirma que sirven para su fin, pero aconseja manejar los aparatos con conciencia y evitar hacerlo todos los días.

Un mito que suelen creer quienes ya tienen una textura muy reseca es que el protector no va a ayudar; esto es falso: es cuando más lo necesitan. De hecho, existen opciones pensadas para ese problema. Son productos que actúan sobre el pelo justamente a través del calor, se aplican antes de utilizar cualquier herramient­a térmica; de manera, se puede sacar mayor provecho de su uso.

Después de haber estilizado con el secador, plancha o buclera lo mejor es nutrir el pelo con gotas de aceite natural, que le dan brillo y ayudan a unificar y quitar la estática que le dejan las hot tools. Las personas con pelo graso tendrán que aplicarlo solo en las puntas y las que tengan el pelo más seco o encrespado, en toda la cabeza.

Por otro lado, al momento de elegir una planchita o buclera, es fundamenta­l optar por aquellas que tengan placas de cerámica. Estas distribuye­n el calor de forma homogénea sobre las mechas y evita que se sobrecalie­nten en determinad­os sectores. Al plancharse o rizarse, el pelo debe estar totalmente seco para evitar que se queme.

Para comprar un secador, hay que buscar los iónicos, ya que los iones negativos que emiten se complement­an con la carga positiva del pelo con frizz y no lo requiebran, ni dejan hebras fuera de control. Sin embargo, lo primordial en estos dispositiv­os es que tengan una autorregul­ación o control manual de la temperatur­a para personaliz­arla. El objetivo es usarlas en grados más bajos para que no dañen el pelo.

Otro consejo que aporta López Fagalde es que “lo ideal es separar el pelo en pequeñas partes para garantizar que, por ejemplo, al pasar una plancha, no sea necesario hacerlo muchos veces”. De esta forma, se evita aplicar calor innecesari­o en los mismos lugares.

En cuanto al manejo específico del secador, lo mejor es usarlo la menor cantidad de tiempo posible. Por eso, antes de encenderlo, hay que absorber bien la humedad con una toalla e incluso suministra­r un spray de secado rápido. Algunos hacen que se tarde hasta la mitad de

Es fundamenta­l bloquear el exceso de temperatur­a sobre las fibras capilares y mantener su humedad

lo que se requiere para lograr uno completo. Además, hay que insertarle la boquilla direcciona­dora de aire y guiarlo desde la raíz hacia las puntas. De lo contrario, el pelo terminará por quebrarse. También, se puede hacer un buen uso del cool shot después de emplear las herramient­as. Este soplo de aire frío hará que la cabellera luzca más brillante y cerrará las cutículas.

Para quienes utilizan constantem­ente las hot tools, hay que considerar otros cuidados para disminuir el riesgo. Es importante evitar exponer el pelo al sol, a las sales del mar y al cloro de la pileta (o, por lo menos, reducir el lapso).

Victoria Brea recomienda no abusar de las tinturas: “Tienen un montón de químicos, conservant­es y toda clase de ingredient­es perjudicia­les”. Lo ideal es no teñirse más de una vez por mes. También, aconseja lavarse con champús sin sulfato de sodio y acondicion­ador sin siliconas. Los primeros eliminan muchos de los aceites naturales que mantienen la melena saludable. Las segundas, a largo plazo, lo resecan y quiebran. Como consejo final, Brea indica que es bueno colocar, al menos una vez por semana, una máscara hidratante.

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