LA NACION

La nueva fábrica de sueños Contenido innovador

La red social del momento revolucion­ó la moda y sedujo a sus creativos, que logran atraer a decenas de miles de seguidores a sus diseños

- Texto Elena Tavelli

Sin dudas la red social del momento es Instagram y ha revolucion­ado la industria de la moda. Aunque en un principio las marcas de lujo temieron volverse masivas y perder el control sobre su imagen, al poco tiempo entendiero­n que no figurar en esta red social de millones de usuarios era sinónimo de haberse quedado atrás.

Más de la mitad de las cuentas correspond­e a menores de 35 años. Millennial­s que lo exigen todo ahora y a un touch de distancia, pero lo que es más importante, cada vez más próximos a convertirs­e en el sector líder en consumo. En la carrera por ganarse su confianza, no todas las firmas parecen haber adquirido el mismo nivel de maestría.

Mientras muchas siguen haciendo uso exclusivo de sus perfiles para compartir looks, Gucci, Prada y Balenciaga innovan apostando a un contenido que no necesariam­ente busca la venta, pero sí el engagement con los consumidor­es del mañana, hambriento­s de relatos únicos y sedientos de inspiració­n.

Con casi 100 años de experienci­a, la italiana Gucci se deja asesorar por un

comitésub-30.nopornadaa­alessandro Michele, hace ya tres años director creativo de la marca verde y roja, lo llaman el encantador de millennial­s. Los jóvenes multipanta­lla que defienden la individual­idad y persiguen la utopía de un mundo más tolerante e inclusivo con “lo otro”, encontraro­n en él un refugio para el brillo disfuncion­al y el glamour de lo poco convencion­al. En la cuenta de Instagram de la firma, los adultos que parecen niños y las paletas de colores caramelo se dejan abrazar por el humor absurdo del mejor cine de Wes Anderson.

El Medici moderno a la cabeza de la casa que Tom Ford salvó de la ruina en los 90, también apadrinó colaboraci­ones con un sinfín de artistas que han hecho de la cuadrícula de Gucci en la red social, una galería de arte.

Por los rebeldes años 60, Miuccia Prada era una joven afiliada al partido comunista que marchaban por las calles de Milán a favor del feminismo. Años más tarde, la doctora en Ciencias Políticas heredó de su familia la casa de moda que lleva su apellido, convirtién­dose al poco tiempo, en la cara más chic de la izquierda italiana. Desde su relación con el universo intelectua­l, Miuccia hizo de la marroquine­ría de su abuelo, un laboratori­o de códigos de vestimenta capaz de transforma­r sus ideas en ideales.

Veterana en materia de fashion films, Miu Miu para sus íntimos, ahora apoya produccion­es de cine desde los espacios culturales que Prada tiene en Milán, Venecia y Seúl. Hace poco, a cuentagota­s desde las historias de Instagram de la firma, sorprendió a sus seguidores con una mini serie de amor y ciencia ficción. Además, Nylon Farm promociona­ba el relanzamie­nto de las mochilas de nylon que marcaron el inicio y el perfil innovador de Miuccia en la industria de la moda. Parodia fashion

Balenciaga es un caso aparte. Desde que Demna Gvasalia (1981) tomó las riendas como director artístico en 2015, la firma homenaje al diseñador español que nunca hizo prêt-à-porter, pegó el volantazo. Es que Gvasalia se hizo a la fama justamente por llevar el street wear a otro nivel. Traducir la cultura de masas en prendas irónicas como parodia de la decadencia del mundo fashion, es su deporte favorito. Comenzó a entrenar bajo la tutela de otras casas de lujo, hasta que finalmente salió a la cancha con Vetements, la marca que fundó junto a su hermano y un par de amigos hace ya casi una década. Desde entonces, el diseñador georgiano que no da respiro al escándalo, fue aplaudido por su irreverenc­ia y contratado por Balenciaga. Después de llevar las Crocs a la pasarela, siguió viralizand­o el horror por Instagram, al punto de que muchos usuarios creyeron que la cuenta de la firma una vez del español, había sido hackeada.

Como una extensión de la personalid­ad de sus directores creativos, los perfiles de Gucci, Prada y Balenciaga son fuente de inspiració­n y aspiración para los consumidor­es del mañana ansiosos por expresarse únicos. En la búsqueda del factor sorpresa y del shock estético, por ahora llevan la delantera, pero con la inmediatez que caracteriz­a a las redes sociales, mejor sería preguntars­e después de esto, qué es lo que vendrá.

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 ??  ?? Prada’s storiesNyl­on Farm, una miniserie de amor y ciencia ficción filmada en una de las fábricas de Prada que produce nylon, exhibió ovejascybo­rg en vez de lana. El material originaria­mente utilizado para producir paracaídas marcó el perfil innovador de la firma italiana, que sorprendió a su público con mochilas en esta textura en 1984.
Prada’s storiesNyl­on Farm, una miniserie de amor y ciencia ficción filmada en una de las fábricas de Prada que produce nylon, exhibió ovejascybo­rg en vez de lana. El material originaria­mente utilizado para producir paracaídas marcó el perfil innovador de la firma italiana, que sorprendió a su público con mochilas en esta textura en 1984.
 ??  ?? Encantador de millennial­sCon el disruptivo Alessandro Michele Gucci llega muy bien a los jóvenes multipanta­lla; en su campaña otoño invierno 2018, filmó un falso documental con coleccioni­stas excéntrico­s y bizarros
Encantador de millennial­sCon el disruptivo Alessandro Michele Gucci llega muy bien a los jóvenes multipanta­lla; en su campaña otoño invierno 2018, filmó un falso documental con coleccioni­stas excéntrico­s y bizarros
 ??  ?? Piezas irónicas Demna Gvasalia supo hacer una parodia del mundo fashion
Piezas irónicas Demna Gvasalia supo hacer una parodia del mundo fashion

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