El clima volvió a pegar fuerte en la campaña,
El fenómeno de la semana en el nordeste de La Pampa y el oeste bonaerense generó daños; en tanto, hay una mejora de la humedad
En un año complicado climáticamente para el campo, con sequía, excesos hídricos en algunas regiones, decenas de heladas y granizo por doquier, en la última semana generó destrucción y zozobra entre los productores otro episodio con caída de piedras que abarcó amplias zonas del nordeste de La Pampa y el oeste bonaerense.
Ingeniero Luiggi, Embajador Martini, Alta Italia, Realicó y Colonia Barón, entre otras localidades de La Pampa, sufrieron el impacto del granizo con pérdidas en maíz, soja, girasol e, incluso, trigo que restaba cosechar. En Buenos Aires, en tanto, se reportaron daños en cultivos en varias localidades del partido de General Villegas. Se dieron incluso casos de silobolsas destruidos con la cosecha de trigo por el impacto de la piedra de gran tamaño.
Tras el fenómeno, en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires tomaron nota y le dieron magnitud al daño en las distintas zonas. “Los daños fueron importantes, por el tamaño de la piedra, pero se limitaron a una zona en particular, sin extenderse sobre toda el área sembrada en esas regiones. Los lotes afectados fueron principalmente el trigo que ya estaba en madurez fisiológica, listo para ser cosechado, lo cual provocaría un aumento en la pérdida de área cosechable de los lotes más afectados”, señaló a la nacion Gonzalo Hermida, coordinador del Panorama Agrícola Semanal de la Bolsa de Cereales porteña. Anteayer, además de por los bajos rindes en el norte y el efecto de las heladas, por el granizo sobre La Pampa y también Córdoba la entidad recortó en 200.000 toneladas, a 19, 2 millones de hectáreas, la cosecha de trigo.
Según precisó Hermida, también se relevaron pérdidas de lotes puntuales principalmente en la soja de primera, girasol y algunos lotes de maíz. “En el caso de la soja, se po- drán resembrar en los próximos días, y para el girasol tendrá que verse el tema de la fecha”, precisó. En rigor, hay una cuestión de menor ventana para la siembra.
Como punto positivo, según Hermida, las lluvias ayudaron a una mejora de la humedad para los cultivos. Esto es, cuando se ve la foto general del campo. “Esta compensación que se dio, entre las pérdidas por granizo y mejora en la condición de humedad, se reflejó en que el 84% de la soja de primera a nivel nacional tiene una condición de cultivo normal a buena, el 50% del maíz temprano entre buena y excelente y el 42% del girasol entre buena y excelente”, explicó.