Un software que ayuda a “pensar” las ciudades
El programa, similar al conocido juego Simcity, facilita la ejecución de simulaciones para ver cómo puede cambiar la vida de las personas
La planificación urbana avanza y suma herramientas cada vez más complejas. Una de las innovaciones en este rubro es la utilización de Urbanfootprint, un programa de computación similar al conocido juego Simcity, que con simulaciones ayuda a ver cómo las nuevas propuestas pueden afectar a las ciudades. Este software puede analizar el impacto en el tráfico y los horarios de viaje, el acceso a empleos, el uso de energía, la economía local, la salud y las emisiones de carbono, entre otras variables.
Este programa hace posible conectar cualquier escenario de planificación urbana, presionar unos pocos botones y ver un amplio conjunto de impactos pero aún no puede predecir los cambios en las rentas. En el pasado, este tipo de cálculos complejos que ahora realiza esta aplicación, si es que se hacían, podían demorar meses o años, ya que los equipos de consultores reunían cantidades masivas de datos y creaban modelos personalizados.
Cuando las comunidades pueden ver datos completos sobre múltiples planes para el futuro, dicen los fundadores de la startup, es más fácil compararlos y llegar a un consenso. Para los planificadores y diseñadores, la herramienta puede ayudar a realizar mejores diseños. Hoy, en los Estados Unidos, el estado de California es uno de los pioneros en el uso de esta aplicación la cual se ofrece de forma gratuita en más de 500 ciudades y condados.
Los orígenes
Los cofundadores de Urbanfootprint, Peter Calthorpe y Joe Distefano, comenzaron a usar los datos de manera análoga hace aproximadamente un cuarto de siglo. Como habían trabajado en muchas ciudades como consultores llegaron a la conclusión que existían muchos vacíos de información. “Ya sea para tomar una decisión sobre cómo invertir en transporte o sobre dónde y cómo colocar viviendas, estos datos faltantes resultaban vitales a la hora de enfrentar batallas orientadas a la expansión”, dice Distefano .
En Salt Lake City, a fines de la década del 90, trabajaron con la ciudad para imaginar cómo podría satisfacer una nueva demanda de viviendas. Los ambientalistas estaban preocupados por el crecimiento de la urbe. Mientras que a los legisladores les inquietaba el costo del agua para los nuevos vecindarios, la Iglesia Mormona quería construir viviendas asequibles. Calthorpe y Distefano fueron ajustando los números para los diferentes escenarios que cada grupo quería. Cuando todos tuvieron acceso a los resultados, pudieron elegir colectivamente la mejor opción. Ver varios impactos de un plan en forma simultánea también hace que las conexiones entre múltiples problemas sean más claras. “Lo más natural es tender a lidiar con nuestros problemas uno a la vez”, dice Calthorpe.
Utilizaron un proceso similar en Portland, Oregon, Louisiana, China y en otros lugares. El trabajo en Salt Lake City tomó dos años, un presupuesto masivo y “un ejército de consultores”. Comenzaron a jugar con la idea de crear software que pudiera hacer el proceso más barato, más rápido y más accesible.
Cuando California aprobó una ley de 2008 que exigía a las ciudades y regiones crear planes para un diseño más sostenible para reducir las emisiones, el estado entendió que necesitaba un software para establecer objetivos y medir el cumplimiento. Fue así que el gobierno pidió a Calthorpe y Distefano que desarrollen una versión más compleja de su programa que diera respuesta a estas nuevas necesidades.
A fines de 2017, la compañía recaudó US$5 millones en fondos semilla de la empresa Social Capital y de inversores ángel. Social Capital, una empresa con fines específicos en Silicon Valley, tiene una perspectiva diferente a la de algunos colegas. “Creemos que Urbanfootprint será transformador para uno de los desafíos más críticos del mundo real de nuestros tiempos”, dice Jay Zaveri, socio de Social Capital. Agrega: “Se encuentra en el nexo del software, el aprendizaje automático y la planificación de escenarios de infraestructura urbana para impulsar resultados sostenibles y equitativos para las ciudades de todo el mundo”.
La herramienta recopila información de alrededor de 100 conjuntos de datos vinculados con los empleos, las personas que viven en un vecindario, las que manejan automóviles o andan en bicicletas, los edificios existentes y predicciones para el aumento del nivel del mar, entre otros. El
software actualmente está construido para los Estados Unidos, pero Urbanfootprint también está trabajando con ciudades internacionales como Chongqing, China, que tiene una población de 30 millones, casi tan grande como toda California. Los creadores estiman que puede ser útil en cualquier lugar, y a medida que las ciudades continúen creciendo, será cada vez más necesario para planificar el desarrollo y el impacto que este ocasione.
Miles de datos organizados en una aplicación es la clave para proyectar cómo se modifican las urbes