LA NACION

Con mi amiga en La Paz, el Titicaca y Machu Picchu... hace 66 años

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Fui una viajante incomprend­ida. En 1952, hice el viaje a Cuzco junto con una amiga. Lo organizó una agencia muy conocida que aún existe (como yo).

Decidimos ir en tren hasta La Quiaca, ahí cruzamos a Villazón para llegar a La Paz (Bolivia). Ahora lo pienso y me parece una locura; pero llegamos, estuvimos solo tres días y nos acompañaro­n dos guías que nos cuidaban y estuvieron con nosotras hasta que nos subimos al barco en el que cruzaríamo­s el lago Titicaca (el lago navegable más alto del mundo) para llegar a Puno (Perú), a casi 4000 metros de altura.

Desdeallís­eguimoscam­inoaCuzco: la sorpresa de la Catedral -imponentey el tamaño de las llaves de las puertas, eran como de 20 centímetro­s.

Todo era sorpresa: la bañera del hotel era como de dos metros y nuestras risas se escuchaban en todas las paredes.

La plaza vacía: todo era para nosotras. A los dos días viajaríamo­s para Machu Picchu en un trencito que parecía de juguete junto a tres americanos que habían cruzado el lago en el mismo barco.

Vivimos el recorrido del tren, solo montañas y abismos, y al llegar el asombro de ver las magníficas ruinas (que no eran tales) sino una ciudad cuyo techo era el cielo. ¡Qué maravilla!

La hostería que nos albergó era muy modesta, pero todas las perso- nas asombradas de nuestra juventud nos cuidaban por demás.

Por supuesto el viaje siguió: nos fuimos a Lima porque yo tenía una hermana (de ocho que éramos, yo la más chica) que vivía en Miraflores y estaba casada con el señor Soriano, que fue arquero de River. De regreso pasamos cuatro días por Chile y -al fin- regresamos a casa.

Irreconoci­ble

Hace siete meses mi hija de 48 años fue a Machu Picchu. Me mostró fotos y no podía creerlo, no era lo que vi: la plaza, un hormiguero de gente y artesanos.

Le comentó sobre mi viaje a la guía y ella le dijo que no podía ser porque el trencito se inauguró en 1948. Pero sí, porque recuerdo que cumplí 24 años en Lima. Como no me creían, les tuve que mandar a todos las fotos de mi festejo de los 90, el 24 de abril de este año.

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 ??  ?? ana María Mateos Vive en Adrogué, “la ciudad de Borges”. Viajó a las islas griegas, Europa y Egipto, entre otros destinos
ana María Mateos Vive en Adrogué, “la ciudad de Borges”. Viajó a las islas griegas, Europa y Egipto, entre otros destinos

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