Corredor todoterreno
El peruano Lucas Barrón hará historia en el Dakar 2019: será el primer competidor con síndrome de Down que participará en la durísima carrera
LIMA, Perú.– El peruano Lucas Barrón hará historia en el Rally Dakar 2019, cuando el 6 de enero se transforme en el primer participante con síndrome de Down en la carrera automovilística más exigente del planeta. “Nuestro objetivo es completar la ruta y llegar a la meta”, dijo quien acompañará como copiloto a su padre, Jacques, en la prueba que este año se desarrollará íntegramente en Perú.
Lucas se preparó durante meses para esta prueba, en la que competirán más de 500 pilotos. Nacido en Lima, el muchacho de 25 años desborda de entusiasmo por estar a las puertas de cumplir uno de sus anhelos como deportista.
“Esta carrera es buenaza para mí. Sera fácil porque sabemos la ruta”, manifestó el joven de mirada luminosa en un taller de mecánica en la capitual peruana, donde dan los últimos afinamientos al vehículo UTV que compartirá con su padre. Los Barrón intervendrán en la categoría SXS de la competencia motorizada más dura del mundo, que tendrá lugar hasta el 17 de enero, íntegramente en suelo peruano.
Pocos deportes son ajenos a la voluntad de superación que muestra Barrón. Tras practicar natación, fútbol, ciclismo, surf y esquí acuático, Lucas siente que está “preparado y capacitado para superar las dunas del desierto” de su país.
Apasionado por el rock y el hip hop, explicó que su misión consistirá en estar al tanto de las fallas mecánicas y al estado de la ruta. “Voy a ayudarlo a ver el motor, la ruta y los neumáticos”, acotó el joven, luciendo orgulloso su traje blanco de copiloto.
Lo esperan 5000 kilómetros de camino, principalmente de dunas, en las diez etapas del Dakar, el primero realizado en América del Sur que no pasará por la Argentina. Pero el desierto peruano no es ajeno para este amante del deporte de los fierros. En septiembre último fue copiloto de su padre en el Dakar Series-Desafío Inca, preparatorio para el Dakar 2019 y celebrado en las dunas de Ica, sur de Perú. El equipo Barrón x 2 finalizó séptimo en esa competencia.
Jacques Barrón, ingeniero de 55 años, resaltó que no tuvo ningún problema con los organizadores del Dakar para inscribir a su hijo en la carrera. El requisito fue el mismo que sigue todo competidor: pasar todos los exámenes médicos y contar con los documentos exigidos. “Lucas ya tiene la licencia de la Federación Internacional de Automovilismo para participar en el Dakar”, contó el padre.
Jacques indicó que su hijo no tiene miedo a nada y que tiene noción de qué debe hacer si surge algún problema mecánico. “Sabe cómo ver la temperatura de la faja, el aceite y la presión de los neumáticos”, señaló. “Los ojos de Lucas serán los ojos del auto para evitar impactar con otro coche o con cualquier objeto”, añadió el papá, que participó en el Dakar en cinco ocasiones.
“Las personas que tienen síndrome de Down desarrollan ciertas capacidades. Lucas puede desarrollarse en cualquier deporte”, destacó con orgullo su padre. En sus 5000 kilómetros –el 70% de ellos tendrá lugar sobre arena– el Dakar recorrerá Lima y las regiones sureñas de Ica, Arequipa, Moquegua y Tacna, esta última fronteriza con Chile. La etapa más dura para cada vehículo será la maratón de 370 kilómetros entre Arequipa y Tacna, en la quinta jornada, el próximo jueves.
Lucas admira al piloto francés Cyril Despres, pentacampeón del Dakar en motos y amigo de su padre, con el que este se entrenaba cuando corría en el desierto peruano. “Despres me escribió en Facebook, me felicitó”, señaló el ahora copiloto tras recordar que Despres le regaló en 2017 una camiseta autografiada, que conserva como a un tesoro.
Sin grandes patrocinadores y tras una preparación de un año y medio, padre e hijo competirán con el vehículo 433, un pequeño UTV arenero que compró Jacques a unos 30.000 dólares.
El Dakar, que llegó a América del Sur en 2009, tendrá lugar por cuarta vez en Perú, en este caso, únicamente en este país. Bolivia, Argentina, Paraguay y Chile declinaron volver a ser parte de la prueba, por austeridad.