El sonido real del trap argentino
“bienvenida”, “hidro”, “vuelta a la luna”, “amanecer”, “enamorada del diablo”, “linaje”, “tragos fuertes”, “muévelo”, “no sé”, “tamo loco”.
Desaforado, así suena el rapero de 20 años YSY A en “Tamo loco”, donde marca un estilo, una forma de vida y una personalidad que destaca dentro de esa constelación de nuevas estrellas del trap local. Desaforado, también, es el flow, la energía de sus beats y una lírica intensa que habla de drogas, alcohol, mujeres y noches interminables en La Mansión, la casa donde vivió con Duki, otra de los reyes del trap, durante un año.
El título del disco, Antezana 247, refiere a la dirección de La Mansión y factoría del descontrol creativo del trap. Algunos de los que compartieron con el rapero esa crew familiar forman parte del disco: Duki participa de dos canciones explosivas, “Vuelta a la luna” y “No sé”; Neo Pistea aporta oscuridad con “Enamorada del diablo”; Obbie Wanshot baja a los sótanos del hip hop en las rimas triple x de “Tragos fuertes”, y los Marcianos Crew, veteranos de la escena, le ponen pulso cumbiero a “Muévelo”.
YSY-A, fundador de la batalla de rap El Quinto Escalón y que ayudó a visibilizar a toda una generación de raperos sub-20, rompió la tradición de sus colegas de lanzar temas sueltos. Sacó un álbum conceptual, que puede sonar autorreferencial, pero es más honesto y auténtico que cualquier disco que haya sacado la industria.