Innovación. La ciencia ficción se zambulle en la vida diaria
Obras y autores predijeron con precisión la tecnología de hoy
La ciencia ficción no es solo futurismo: puede ser también realidad. Julio Verne, Aldous Huxley o Ray Bradbury; Minority Report, Blade Runner o Star Trek son autores, películas y series que, con su imaginación y su creatividad, anticiparon la tecnología que hoy usamos en los negocios o en la vida diaria.
Tal es el grado de precisión predictiva de algunas obras y autores de ciencia ficción que el año pasado la consultora PwC publicó un informe en el que aconseja a las empresas explorar el campo de los creadores del género como posible estrategia para dirigir la innovación.
Al acelerarse los tiempos del avance tecnológico y al acortarse los ciclos, la brecha entre ciencia ficción y realidad se achica. Por ejemplo, la tecnología que apareció en 2002 en Minority Report (Sentencia previa), de Steven Spielberg, surgió en el MIT, motivó decenas de patentes e inspiró productos como la versión original del iPhone.
“Hoy vemos que la distancia entre sci-fi y sci-fact [ficción y hechos] se acorta cada día más”, dice Edwin Rager, diseñador de futuros de la organización Rarely Asked Questions. Massa y sus metáforas viales De la “ancha avenida del medio” a la “campaña rutera”. Las Grutas, destino calificado La playa rionegrina es la mejor del país, según un sitio canadiense.
De la avenida del medio a la campaña rutera. Los años electorales de Sergio Massa parecen destinados a quedar marcados por metáforas viales.
Las publicaciones del jefe del Frente Renovador en redes sociales durante la última semana son un buen muestrario de los que pretende que sean los ejes de su campaña: críticas a Mauricio Macri y a las políticas de gobierno, con especial énfasis en la crisis económica y el tarifazo, y registros de sus encuentros cara a cara con “gente común”: selfies con transeúntes, videos de charlas con trabajadores y vecinos. Microcampaña.
El miércoles pasado Massa se subió a una camioneta para iniciar una recorrida por todo el país, que lo tendrá en la ruta durante los próximos dos meses. La clave es no difundir el itinerario de antemano, jugar con el efecto sorpresa. Massa no quiere actos, discursos ni “rosca” con dirigentes. Quiere microcampaña.
La primera etapa del rally político incluyó Miramar –tierra de uno de sus intendentes, Germán Di Cessare–, Chascomús y Monte. Massa va al volante. Su acompañante, uno de sus secretarios, le ceba mate y lo filma mientras habla de problemáticas de la ciudad a la que está viajando, como la de los fabricantes de botas para bomberos en Chascomús, afectados por la apertura de las importaciones.
Los videos y las fotos que se toman en la ruta, y en cada una de las paradas, se manejan desde el búnker de Massa en la Avenida del Libertador, en Retiro. Desde allí se editan y postean en Twitter y Facebook. “Mano a mano” y “Hay alternativa”, son los hashtags más repetidos.
El itinerario se define “sobre el pucho”, juran desde Libertador. “Sergio quiere estar con la gente, quiere que todo sea espontáneo”, justifican ante la consulta de la nacion. Más allá del misterio, algo dejan trascender. Las próximas visitas serán a La Pampa, Corrientes, Río Negro y Mendoza, aunque no se precisan ciudades ni pueblos.
El foco en la comunicación vía redes sociales viene marcando el ritmo de las últimas campañas de Massa. La novedad de este año son las listas de Spotify con las que el tigrense acompaña sus kilómetros en ruta e invita a sus seguidores a sugerirle canciones para sumar.
En los hechos, Massa no estará dos meses enteros de viaje. Hasta fines de enero, por lo pronto, alternará los viajes a bordo de su camioneta con paradas en Pinamar, donde descansa su familia. Además, volverá a la ciudad de Buenos Aires cada vez que la coyuntura lo obligue.
Tiene además una escala segura en Mar del Plata a fin de mes. Los fundadores de Alternativa Federal –los gobernadores Juan Schiaretti (Córdoba) y Juan Manuel Urtubey (Salta), el jefe del PJ en el Senado, Miguel Pichetto, y Massa– tienen previsto encabezar una nueva reunión del espacio. Aunque los detalles de la convocatoria no están definidos, la idea es que la convocatoria sea más amplia que la última, a fines de diciembre en la casa de Córdoba en Buenos Aires, cuando juntaron a 11 gobernadores. Aspiran a sumar a algún otro mandatario y a dirigentes de todo el país.
Ni Macri ni Cristina
En términos estratégicos, la campaña rutera busca funcionar, en la primera etapa, como una forma de diferenciarse de Macri. El razonamiento subyacente, explican en Libertador, es: mientras Macri se toma más de 20 días de vacaciones y no las interrumpe ni para ir a la asunción de Jair Bolsonaro, Massa se mueve, está activo y preocupado por lo que le pasa “a la gente”. Y lo hace además, en tiempos de crisis, con un despliegue austero: camioneta, difusión en redes y no mucho más, detallan en su búnker.
La otra premisa detrás de la campaña en la ruta es no hablar de Cristina Kirchner. No por ahora, al menos. Eso, más allá de que sean cada vez más las voces del peronismo en general, y en el kirchnerismo, que sugieran que la expresidenta y el tigrense podrían acercar posiciones de cara a octubre.
El rechazo de Massa a esa posibilidad quedó en evidencia esta semana con el intercambio entre Alberto Fernández, que en una entrevista con la nacion dijo que Cristina y el líder del Frente Renovador “tienen una misma visión sobre lo que hay que hacer en la Argentina”, y Graciela Camaño, la lugarteniente de Massa en el Congreso, que aseguró que “no hay coincidencias” entre ellos.
En la misma línea, cerca de Massa aseguran que “todo el esfuerzo” está puesto en “la construcción de una alternativa” tan alejada de Macri como de Cristina. Sin embargo, cierran la sentencia con una frase que deja todas las puertas abiertas. “Eso es hoy”, deslizan después de una pausa.
Una de las premisas de la campaña es no hablar de Cristina Kirchner. Menos, de la posibilidad de un acercamiento con la expresidenta