Pichetto retoma las recorridas en el conurbano y el interior
Se postula como el candidato con mayor experiencia y como garante institucional
Miguel Pichetto se jacta de haber sido el primero en lanzar su candidatura a presidente. Fue en agosto del año pasado. Hoy, cinco meses después, ratifica: “Aunque algunos me subestimen, soy candidato a presidente. Tengo ideas claras, experiencia institucional y sé para dónde hay que ir”.
El jefe del peronismo en el Senado concentró la actividad de los primeros días del año en su despacho. Recibió a una decena de dirigentes y habló mucho por teléfono. Lo visitaron referentes del duhaldismo histórico como Eduardo Camaño, Daniel “Chicho” Basile y Humberto Roggero, que trabajan en su armado bonaerense.
Pichetto tiene previsto volver al territorio en los próximos días. Para la semana próxima tiene en agenda una visita a Florencio Varela, que se sumará a las que, en el último tramo del año pasado, hizo a otros puntos del conurbano como La Plata Lanús, Avellaneda y Quilmes. En febrero prevé recorrer ciudades del interior del país.
La idea es que cada recorrida incluya reuniones con dirigentes, comerciantes, empresarios y medios locales. También, que le sirva para “entrar en relación con la gente”, como le gusta decir.
Por otro lado, Pichetto piensa seguir explotando el lugar de “garante de la gobernabilidad”, de vocero del “peronismo racional” que ocupa desde que Mauricio Macri está en el poder y debe lidiar con un Congreso en el que no tiene mayorías parlamentarias.
Parado en ese lugar, no teme seguir exponiendo sus posturas frente a temas ríspidos como la baja de la edad de imputabilidad de los menores y la deportación de extranjeros que delinquen.
De cara a las elecciones de octubre, Pichetto aspira a que Alternativa Federal sume volumen político para quebrar la polarización entre Macri y Cristina Kirchner y para ser competitivo. Su rechazo a cualquier forma de acercamiento a la expresidenta parece inquebrantable. “La opción de la señora –como le gusta referirse a Cristina– es la opción de la derrota para el peronismo y de la decadencia para la Argentina”, repite.
La mira en Lavagna
Pichetto habla muy bien de Juan Manuel Urtubey, pero si pudiera elegir, el candidato ideal de Alternativa Federal es Roberto Lavagna. Cree que “si el escenario fuera razonable”, el exministro de Néstor Kirchner estaría dispuesto a competir por la presidencia, aunque no así a “meterse en el barro”. Traducido: Lavagna consideraría la posibilidad de postularse si fuera el candidato de consenso. No está dispuesto a pasar por una interna, cree el senador. Lo mismo piensa la mayoría de los peronistas que lo imaginan en carrera.
Es probable que a partir de febrero, Pichetto deba, otra vez, combinar su campaña electoral con su rol de jefe del mayor bloque opositor en el Senado. Dependerá de si el Gobierno convoca o no a sesiones extraordinarias. Por lo pronto, está seguro de que no hay chances de que la discusión por la baja de la edad de imputabilidad prospere en el Congreso, más allá del impulso que la Casa Rosada dio al tema en la última semana. El ámbito legislativo sí podría convertirse en caja de resonancia de otros temas, como el aumento de tarifas.
Mientras tanto, a Pichetto se lo nota cómodo. Le gusta ser candidato a presidente y disfruta de su papel de “guardián de la gobernabilidad”. Por primera vez en muchos años, no tiene jefe político al que deba responder.