LA NACION

Las escapadas sobre la hora marcan la temporada en la costa

Durante la primera quincena, los turistas se inclinaron por estadías breves y eligieron las fechas según el pronóstico; el mal tiempo jugó un rol clave

- Darío Palavecino

MAR DEL PLATA.– El turista sigue atento la proyección que anuncia el sitio Windgurú para la costa y así definir si mañana o pasado se arman o no las valijas. Del otro lado, también lo chequea el propietari­o de hoteles y casas, que ante la amenaza de más nubes oscuras no duda en recurrir a las redes sociales y promociona­r descuentos para plazas libres que jamás se permitiría con pronóstico­s de días soleados. El tiempo le jugó una mala pasada a la costa atlántica en el arranque de año, donde estas dos primeras semanas los resultados fueron óptimos en volumen de arribos, discutidos en términos de calidad de consumo y complicado­s en cuanto a cantidad de jornadas ideales para disfrutar de la playa.

Solo cuatro días resultaron ideales para pasar el día junto al mar. El resto transcurri­ó entre cielo gris, varios chaparrone­s, algún mini-temporal como se vio en Pinamar y algo de bajas temperatur­as, como los 3,9 grados de sensación térmica que el jueves se registró durante el amanecer marplatens­e. Broncearse o al menos tomar color, entonces, ha sido una misión poco sencilla.

Estos tres fines de semana transcurri­dos desde aquel de Año Nuevo fueron la locomotora del primer saldo de una temporada que había generado grandes expectativ­as por condicione­s económicas que potenciaba­n el turismo interno. Pero una sombrilla no tapa la crisis: la situación se siente con esta tendencia de viajeros que afinan puntería, eligen fechas que optimicen sus minivacaci­ones y, por sobre todo, hacen rendir su dinero al máximo.

“Si caen un viernes y hay lugar, saben que tienen margen para especular y del otro lado del mostrador no hay otra chance que aceptar una rebaja”, confió un operador inmobiliar­io de la zona de Pinamar. Una situación repetida y conocida en las oficinas que los martillero­s tienen el centro marplatens­e, donde los turistas se cruzan para pedir presupuest­os y comparar con el que les dieron al lado y enfrente, y así lograr el mejor precio posible.

Miguel Ángel Donsini, presidente del Colegio de Martillero­s y Corredores Públicos de Mar del Plata, dijo ayer que tuvieron un 70% de ocupación, con mayoría de pedidos por períodos de cinco a siete días. “La gente prefiere estadías breves y alquila o no con la informació­n del clima en la mano”, asegura. Lo ratifica con lo que ocurrió en estas últimas horas, con una recuperaci­ón fuerte por ser fin de semana y porque se anunciaban días muy soleados. Al menos hasta ayer.

Desde el jueves y hasta hoy la ocupación en hotelería de Mar del Plata rondará el 85%. “La tendencia es por tres noches, con crecimient­o del número de pernoctes”, afirmó Silvia Cerchiara, gerenta de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómi­ca. Así fue el ritmo durante esta quincena que ya se despide. De lunes a miércoles la demanda se desinfla: las calles tienen tránsito cómodo y, salvo excepcione­s, para comer en restaurant­es a veces se puede elegir mesa.

Nancy Todoroff, actual titular local de la Unión de Trabajador­es Hoteleros y Gastronómi­cos (Uthgra), confirma que hay una realidad muy positiva y alentadora los fines de semana, y el resto de los días es todo dudas. “Anoche volvió a haber colas en todos lados”, dijo sobre lo que se veía en los restaurant­es, otra vez cargados de comensales.

Para tratar de compensar apareciero­n las promocione­s, en particular las de los bancos. Ayudaron y mucho al rubro gastronómi­co. El Bapro, por ejemplo, tiene descuentos del 30% para lunes y martes. “Abrimos esta temporada y notamos un repunte importante cuando incorporam­os los reintegros para pagos con Galicia Eminent”, contó Memo Moletón Bustos, del restaurant­e Casa Bustos, en Cariló.

Convencer al viajero

Joaquín Bustillo, uno de los principale­s operadores de alquiler de aparts en Cariló, no duda en afirmar que esta es una temporada “muy remada”. Lejos de aquellos pronóstico­s que anticipaba­n un aluvión turístico en la costa por el solo hecho de un dólar alto que complicaba los viajes al exterior, indica que a los viajeros hay que convencerl­os para que resuelvan dónde y cuánto se quedan. “Hay que laburar mucho en eso y a veces hasta necesitamo­s promocione­s”, admite.

La ocupación promedio que logró con reservas fue 60%. El resto, a veces con ocupación plena como este fin de semana, fue con ventas de mostrador, espontánea­s.

Ese cuidado en el bolsillo se nota también en los mejores resultados que viene logrando el sector de rotiserías. Todoroff afirma que se vio en el rubro una mayor demanda. Se descubre entonces a un turista que no quiere cocinar, pero en lugar de comer afuera lo hace en su departamen­to o casa, comprando comida hecha. otra estrategia para optimizar el presupuest­o de vacaciones.

otro sector que todavía espera que todo mejore es el del espectácul­o y, en particular, los teatros. La cartelera es fuerte pero las ventas en boleterías no encuentran un ritmo prometedor. Es un rubro en el que también los espectador­es recurren a las tarjetas de crédito o débito como medio de pago porque tienen descuentos o reintegros de hasta un 50%.

Lo mejor de la temporada se espera a partir de la mitad de esta semana, cuando comience la segunda quincena. En toda la franja de playas bonaerense­s hay reservas por encima del 70%. Algo más para los fines de semana. Se presume que ambos serán a capacidad completa. Claro, si el tiempo ayuda y el sol brilla seguido.

miguel a. donsini presidente del colegio de martillero­s de mar del plata “La gente prefiere estadías breves y alquila o no con la informació­n del clima en la mano”

“La mayoría de los pedidos fue por períodos de cinco a siete días”

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Mauro v. rizzi En Pinamar, ayer hubo sol y las playas se llenaron

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