El espumante va más allá del brindis

Hoy representa 5,6% del mercado local de vinos; ya hay 130 bodegas que lo elaboran

Aunque en los últimos dos años la situación general de la economía hizo que cayera un poco su consumo, el vino espumante viene de una década en la que ganó buen protagonismo en el mercado interno, algo que se tradujo en inversiones y lanzamientos por parte de las bodegas: según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), se toman en el país 39.202.900 de litros; es decir, 0,89 litros per cápita anuales.

Los números hablan por sí solos: el espumante pasó del 1,7% del total de vinos despachados al 5,6% del total y al 15,1% del total de vinos blancos. El sector, que lleva invertidos más de U$S6 millones, está compuesto por 130 bodegas, que producen para el mercado interno, pero también exportan. El hecho de que aparecieran nuevas marcas y variedades influyó para que fuera posible un mayor acceso por precio a esta bebida.

En Mendoza, Neuquén, La Pampa, Buenos Aires, San Juan, Salta, Río Negro, Córdoba, Entre Ríos, Catamarca y La Rioja hay distintas champañeras que impulsan la generación de empleo de este sector a partir de la elaboración de sus propias marcas o de la fabricación para terceros.

Si bien la estacionalidad sigue siendo marcada en el consumo de vinos espumantes, la tendencia se está revirtiendo en los últimos tiempos y los hábitos de consumo se están distribuyendo de manera más constante durante todo el año para dejar de ser una bebida reservada solamente para el brindis.

Yazmin Edi, brand manager de Navarro Correas, dice que se trabaja en el impulso de nuevas ocasiones de consumo. “Si bien se sigue dando una mayor concentración en épocas festivas y en temporada de verano, hoy hay propuestas que invitan a tomar este vino durante todo el año, ya sea como aperitivo, como acompañante de las comidas o como corte en los cócteles”, comenta la ejecutiva.