Lasseter, una prueba de fuego para las denuncias de abusos en Hollywood
El “momento de cambio” al que aludió Sandra Oh en su encendido discurso de hace una semana en la ceremonia de entrega de los Globo de Oro se expone ahora mismo a su primera prueba de fuego. El anunciado regreso de John Lasseter obliga a Hollywood a responder lo antes posible una pregunta muy incómoda, que en los últimos tiempos siempre se trató de evitar: qué hacer cuando una figura encumbrada y poderosa que ayer nomás se encaminaba al ostracismo tras ser señalada como responsable de algún tipo de maltrato, abuso o acoso contra las mujeres consigue recuperar el protagonismo que había perdido.
Hollywood no tardó casi nada en empezar a escribir un nuevo capítulo de su infinita historia autorreferencial. Mientras las palabras de Oh seguían cosechando apoyos entusiastas, el productor David Ellison anunciaba que Lasseter, el genial factotum creativo de Pixar y Disney caído en desgracia por su compulsión a abrazar y a besar de arrebato a sus subordinadas en la Casa del Ratón, dejaría rápidamente de ser un desempleado. Dejó Disney el 31 de diciembre y una semana después ya está a punto de empezar a trabajar como jefe de animación de Skydance, una ascendente productora de cine y televisión.
Claramente se trata de un escenario de cambio, pero no con las características que deben haber imaginado Oh y sus muchas compañeras de causa. La leyenda que aparecía en la gorra de béisbol que hace unas semanas lucía Kevin Spacey (“Retirado desde 2017”) definía por completo la situación de los señalados como acosadores en la industria del entretenimiento. Desde ahora, con una excepción.
Sin aparentes riesgos de comparecer ante algún juez, como ocurría con el exastro de House of Cards,
Lasseter se mostró “humildemente arrepentido” en la primera declaración pública conectada con su nuevo trabajo. Al mismo tiempo, Skydance dejó trascender a través de una estrategia discursiva cuidadosamente elaborada, que, antes de contratarlo, tomó todos los recaudos legales, que fijó por escrito y de manera expresa que el acuerdo se rompería de inmediato si se comprobaba una mínima reiteración de los actos cuestionados y que –por sobre todo– hizo una consulta expresa y previa a Time’s Up, la institución creada en 2017 por prominentes figuras femeninas de la industria para la protección y el apoyo a las víctimas de abusos y acosos sexuales y laborales en ese ámbito específico.
Según buena parte de la prensa seria de Hollywood, Time’s Up desconfía. Algunas de sus referentes creen que Skydance quiere blanquear prematuramente la imagen de un hombre que no habría hecho los gestos que se esperan de quien está arrepentido del todo. Mientras tanto, el mundo de la animación aparece dividido y muchas mujeres que ocupan lugares expectantes en la división que conducirá Lasseter no parecen muy dispuestas a trabajar con él. Y Lasseter, mientras tanto, estaría dispuesto (lo afirma Variety) a promover de inmediato la paridad de género en su nuevo trabajo.
Tal vez Oh haya sido demasiado optimista en creer que el “momento del cambio” tiene que ver con acciones. Por lo visto, hasta ahora está más ligado a las reacciones, algunas de ellas de impredecibles consecuencias. En plena temporada de premios (mañana concluye la votación de las nominaciones al Oscar) Hollywood escribe un reality show.