LA NACION

CAMPANAS EN LA NOCHE

Cómo repensar la telenovela en la era del #MeToo argentino

- Martín Artigas

Campanas en la noche es la gran apuesta de Telefe para este comienzo de año. Y una apuesta en muchos niveles, no solo porque las grabacione­s ya finalizaro­n, sino también porque la novela viene cargada de historia. Desde lo argumental y también desde el contexto en el que el proyecto fue desarrollá­ndose, con la denuncia deThelmaFa­rdincontra­JuanDarthé­s, que terminó indirectam­ente reivindica­ndo la figura de Calu Rivero, una de sus protagonis­tas.

Recién llegada de Punta del Este, la actriz está casi de paso por Buenos Aires: en unos días viajará a Nueva York, la ciudad en la que vive granparted­elaño.Segúnnoscu­enta, la idea de componer a Luciana, una mujer que debe luchar por librarse de las redes que la mantienen sometida, suprimida y en la oscuridad, fue demasiado tentadora como para pasarla por alto.

“No me gusta la palabra revancha, pero a la distancia siento que todo pasa por algo. Y hasta te diría que agradezco todo lo que me pasó para hoy ser una actriz que es consciente del rol de mujer que quiere proyectar en una tira”, asegura Rivero. “En el pasado hice muchos personajes de mujeres que solo eran objeto de deseo, y lo hacía porque no había otra cosa o porque quería trabajar y no me lo cuestionab­a. Hoy se habla de otros temas, y en Campanas... todo pasa por los vínculos entre personajes imperfecto­s. Quiero que contar esta historia sirva para algo”.

Esteban Lamothe interpreta a Vito, un empresario maltratado­r y manipulado­r que está casado con el personaje de Rivero. “Soy una persona muy malvada, un diabólico”, subraya. “Me divertí mucho haciendo este personaje, porque hay algo muy lúdico e infantil en la construcci­ón de su línea de razonamien­to. Y, además, hubo un clima de trabajo muy lindo que no nos hizo gastar energía en cosas por fuera de lo estrictame­nte laboral... Pudimos trabajar con mucha tranquilid­ad”.

Siguiendo la línea de la telenovela clásica, la historia (escrita por Lilly Ann Martin y Jessica Vals y dirigida por Negro Luna y Omar Aiello) tiene un tercero en discordia, que en esta ocasión es compuesto por Federico Amador. “Mi personaje vivió una tragedia muy fuerte que lo hizo cerrarse absolutame­nte al amor y se dedicó de lleno a cuidar a su hija”, explica. “Es un hombre atravesado por el dolor que un día se encuentra con Luciana y, de a poco, empieza a abrirse a la posibilida­d de volver a enamorarse”. El problema, claro, llegará cuando Vito se empeñe en destruir esa posibilida­d y todo se vuelva cuesta arriba.

Rivero y Lamothe aseguran que comenzaron a trabajar en la relación que unía a sus personajes mucho tiempo antes de empezar con las grabacione­s. “Teníamos que construir una relación con Vito que no iba a aparecer en pantalla, un pasado que no iba a estar visible. Entonces había algo de confianza, de psicopatea­da y de entendimie­nto que había que trabajar antes de llegar al set. Hablamos mucho con Esteban por teléfono, porque yo estaba viviendo afuera”, asegura ella. “Estudiamos mucho cómo funciona, por ejemplo, el microsomet­imiento –apunta él–, que es algo casi impercepti­ble, pero que te puede anular como ser humano. El típico ‘vos sos débil, mi amor, pero yo estoy acá para protegerte’”. Para Federico Amador, mucha gente “está bajo esa forma de sometimien­to, de control. Esas relaciones tóxicas existen en la vida real, y son mucho más comunes de lo que uno cree”, indica.

De desafíos y de motivacion­es, de eso habla Calu Rivero. De volver a protagoniz­ar en el prime time de Telefe, un año después de contar públicamen­te que su salida de la novela Dulce amor, en 2012, se debió a la incomodida­d que le producía grabar escenas románticas con quien era su galán, Juan Darthés. “Creo que con el personaje de Luciana muchas mujeres se pueden identifica­r. Para que las cosas cambien, las batallas hay que darlas a diario, reaprendie­ndo, porque todos venimos con un chip completame­nte distinto”, dice ahora descalza, con sus piernas cruzadas como en posición de loto.

Reaprender es una palabra clave en estos tiempos de deconstruc­ción, tanto para hombres como para mujeres. “Estamos repensando, recalculan­do, todos como sociedad. Eso es una bendición, pero también un momento incómodo, de lucha, de sufrimient­o, de cambio y de revisión en el que mucha gente siente que no puede hacer pie”, explica Lamothe y agrega: “Todos nos estamos revisando, y a veces descubrimo­s que la semana pasada dijimos algo que no está bien. Hay que entregarse a eso, no tener miedo a quedar expuestos. Y del mismo modo creo que hay programas que se siguen pasando en la televisión y que deberían salir ya del aire, porque replican un discurso que no es constructi­vo”.

Amador también hace hincapié en la importanci­a de transmitir un mensaje que permita cuestionar y debatir: “Nosotros, que estamos del otro lado de la pantalla, tenemos una llegada que no alcanzamos a dimensiona­r. A mí, cuando elijo participar de una ficción, no me importa lo que va a pensar mi tía; me importa lo que va a pensar la chiquita de 12 que puede llegar a tomar como modelo un contenido nocivo. Esa es la responsabi­lidad que hay que asumir”.

¿Cambió en algo la manera de trabajar a partir de los testimonio­s de Calu Rivero y de las decenas de mujeres que se atrevieron a relatar situacione­s de acoso y abuso en ámbitos laborales? Campanas en la noche intentará, segurament­e, responder esa pregunta. “En esta novela todos pudimos estar atentos a aprender, a conocernos, a respetarno­s”, subraya Lamothe. “En lo per- sonal, no podría decir que durante las grabacione­s tuve más cuidado que en otras ocasiones. No la traté distinto a Calu por lo que le pasó, sino que la traté con el mismo amor y respeto con el que trato a cualquier compañera”.

Del mismo modo, los protagonis­tas de la telenovela no pueden evitar hablar del boicot contra la ficción que se promociona en las redes sociales, bajo el hashtag MiráComoNo­TeMiro, una suerte de respuesta al MiráCómoNo­sPonemos empuñado por el colectivo Actrices Argentinas.

“Cuando vi la noticia, honestamen­te, no me afectó en nada, pero también entendí lo terrible que debe ser para un fan enterarse de que su ídolo es el monstruo que es”, apunta Rivero, en obvia alusión a Darthés. “Pero alguien que destila tanto odio creo que solo va a terminar beneficián­donos, va a hacer que la gente quiera ver el programa y lo apoye con mayor convicción”.

Lamothe, fiel a su estilo, es mucho menos condescend­iente: “Siento que Twitter fue decantando y hoy, el 90% de los usuarios que utilizan esa red social son haters [N. de la R.: “odiadores”]. Entonces yo no le puedo dar entidad a esos cuatro resentidos, me parece que es poco serio. Y también está la cuestión binaria de ‘o sos una cosa o sos otra’. Nunca hay término medio”.

 ?? Hernán zenteno ?? Esteban Lamothe, Calu Rivero y Federico Amador, protagonis­tas de la gran apuesta de Telefe para este comienzo de año
Hernán zenteno Esteban Lamothe, Calu Rivero y Federico Amador, protagonis­tas de la gran apuesta de Telefe para este comienzo de año
 ?? Telefe ?? Un romance que nace prohibido, entre un alumno y su profesora
Telefe Un romance que nace prohibido, entre un alumno y su profesora
 ?? Hernán zenteno ?? Federico Amador y Esteban Lamothe, los dos hombres de Calu Rivero
Hernán zenteno Federico Amador y Esteban Lamothe, los dos hombres de Calu Rivero
 ?? Telefe ?? La actriz se pone en la piel de Luciana, una mujer sometida
Telefe La actriz se pone en la piel de Luciana, una mujer sometida

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