Alicia Kirchner no desdobla los comicios y atará su destino al de Cristina
La gobernadora irá a las urnas en octubre; planea una reforma electoral para derrotar al radical Costa
el CalaFate.– la provincia cuna del kirchnerismo no adelantará las elecciones, pero el oficialismo provincial no descarta cambios en el sistema electoral, que recién analizará a partir de marzo. las elecciones aquí no están tanto atadas al futuro del gobierno del presidente Mauricio Macri, quien hoy visitará la provincia por primera vez, como a los destinos de la expresidenta Cristina Kirchner.
Cuando en diciembre pasado la Corte suprema desestimó el pedido de inconstitucionalidad sobre la ley de lemas en la provincia –impulsado por el senador radical eduardo Costa– y allanó al kirchnerismo la carrera electoral hacia 2019, la noticia fue recibida con algarabía y dejó abierta la posibilidad de un cambio electoral para ser analizado a partir de marzo.
el vicegobernador pablo González, uno de los aspirantes silenciosos a reemplazar a la actual gobernadora, alicia Kirchner, adelantó que podría haber cambios en el régimen electoral que rigió en santa Cruz durante tres décadas y, aun con modificaciones, consolidó al kirchnerismo en la provincia.
ella es un producto de la ley de lemas: no fue la candidata más votada, pero recibió el caudal de votos del sublema encabezado por el exgobernador Daniel peralta. Costa, el principal referente de Cambiemos en la provincia, ganó en votos, pero perdió por la vigencia de la ley. según los dichos de González, esto puede ser cambiado. sin embargo, eso solo ocurrirá si el kirchnerismo considera que puede ganar sin la necesidad de sumar lemas con votos.
por ahora, ni la gobernadora Kirchner, que pretende ser reelegida, ni el radical eduardo Costa, que hará su cuarto intento por llegar a la gobernación, tienen asegurado el triunfo y las figuras de Macri y Cristina Kirchner juegan un rol fundamental, aunque con expectativas contrarias. Mientras que la imagen del presidente no le suma votos a Costa, a alicia le resulta fundamental ir junto a su cuñada en la boleta y volver a reeditar el apellido Kirchner-Kirchner en las boletas.
Mientras la candidatura a la presidencia de Cristina siga vigente, muchos aquí se ilusionan con repetir los años dorados para la provincia, cuando el caudal de fondos para obra pública fluyó sin cesar y sin control. sin embargo, alicia Kirchner, de 72 años, aún no confirmó que aspire a repetir la candidatura; mientras eso se decide, además del vicegobernador, coquetea con el cargo el intendente de el Calafate, Javier Belloni, quien se define peronista no kirchnerista.
Durante el fin de semana los principales candidatos del kirchnerismo compartieron cena y cerezas en los antiguos, durante el Festival nacional del Fruto rojo, y hoy compartirán escenario en el acto que se prepara para el mediodía en la obra donde se construye la represa Cóndor Cliff, ubicada a 130 km de el Calafate.
el gran despliegue de Belloni está previsto para febrero, durante la Fiesta nacional del lago, en la cual, como cada año, convocan a figuras nacionales e internacionales y logran que durante una semana la ocupación hotelera en la localidad sea total. Hace cuatro años, durante ese mismo evento, el intendente empezó a hacer pública su aspiración a la gobernación. pero todo dependerá de alicia.
al inicio de su cuarto año de mandato, la hermana de néstor Kirchner llega con un dato histórico: por primera vez en los últimos 15 años la provincia presenta un presupuesto con superávit y con un incremento previsto para 2019 de un 34% respecto del año anterior. el fuerte aumento del dólar, la alta inflación –por lo tanto, mayor coparticipación federal– y el congelamiento salarial están entre las razones de la bonanza presupuestaria que hoy ostenta su administración. pese a ello, por ahora, la pauta salarial del presupuesto 2019 es cero.
la provincia mantuvo congelados los sueldos de estatales durante dos de los tres años de mandato y este año las paritarias determinaron incrementos salariales que oscilaron entre el 8% y el 15 %, porcentajes que están lejos muy por debajo de la mejora de los ingresos.