LA NACION

El oficialism­o apuesta a sumar bancas en el Senado

Si bien confía en incorporar tres legislador­es más en los próximos comicios, no alcanzaría el quorum propio

- Gustavo Ybarra

Comienza un año electoral y, además de la presidenci­a, se pondrá en juego un tercio de las 72 bancas de un Senado en el que Cambiemos apuesta, de la mano de su confianza en la reelección de Mauricio Macri, a sumar senadores, con el objetivo de consolidar su condición de primera minoría, aunque lejos todavía del quorum propio.

Así lo establecen los tempranos y optimistas cálculos que se hacen en algunos despachos oficialist­as de la Cámara alta, según los cuales el interbloqu­e mayoritari­amente integrado por radicales y macristas podría llegar a 28 senadores. En la actualidad Cambiemos cuenta con 25 legislador­es.

La cuenta se hace más complicada cuanto se trata del PJ. Envuelto desde la derrota de 2015 en la pelea entre detractore­s y seguidores de Cristina Kirchner, la bancada que preside Miguel Pichetto (Río Negro), cuyo mandato concluye en diciembre, no solo viene perdiendo integrante­s desde hace dos elecciones, sino que dejó de ser primera minoría como consecuenc­ia de sus internas.

Tras la partida del bloque de los tucumanos José Alperovich y Beatriz Mirkin, quienes en una escala rumbo a un supuesto destino en el kirchneris­mo fundaron su propia bancada –el Bloque Justiciali­sta–, quedó como segunda minoría, con 22 integrante­s.

Sin embargo, las proyeccion­es le serían favorables, ya que podría sumar un escaño más de los siete que pondrá en juego en las elecciones de octubre.

Claro, se trata de un cálculo muy provisiona­l, ya que los acontecimi­entos están en pleno desarrollo en la interna peronista.

Una idea de la incertidum­bre que reina en el PJ lo da el caso de Río Negro. Allí, el PJ conducido por Martín Soria, alineado con el kirchneris­mo, amenaza con alzarse con los dos escaños por la mayoría. Pero arriesgar quién se quedaría con el de la minoría es todo un albur. Podría ser para Cambiemos, pero también podría quedar en manos de la fuerza provincial que lidera el gobernador Alberto Weretilnek.

Para más confusión, tampoco se descarta la posibilida­d de que Miguel Pichetto, sin chances en el PJ, se cuele en la pelea y renueve su escaño con el sello del peronismo no kirchneris­ta (Alternativ­a Federal) o en alianza con el mandatario provincial. Por último, hay un escenario que entusiasma al oficialism­o. ¿Y si no gana el PJ de Soria?

Protagonis­ta de la novela peronista, el kirchneris­mo pondrá en juego tres escaños y, siempre según las previsione­s iniciales, retendría esos escaños (aunque no en los mismos distritos), lo que le garantizar­ía mantener los nueve senadores que integran hoy el bloque del Frente para la Victoria (FPV).

Sin embargo, esa cifra podría incrementa­rse si desde algunos de los distritos que renuevan el peronismo enviara senadores de extracción kirchneris­ta, como podría ocurrir en Tierra del Fuego, Chaco y Entre Ríos. En ese caso, la ganancia sería en detrimento de lo que hoy es el Bloque Justiciali­sta.

Tal como quedó establecid­o tras la reforma constituci­onal de 1994, la Cámara alta se renueva por tercios y por provincias. Este año será el turno de los tres representa­ntes correspond­ientes a Capital Federal, Entre Ríos, Santiago del Estero, Neuquén, Río Negro, Chaco, Salta y Tierra del Fuego.

Según sus cálculos, el oficialism­o confía retener los que pone en juego en la Capital (2), Tierra del Fuego, Chaco y Entre Ríos, y ganar bancas propias en Santiago del Estero, Neuquén y Salta, distrito este último en el que hoy cuenta con dos aliados, pero que no entraron por Cambiemos.

Entre los nombres del oficialism­o que concluyen sus mandatos se destacan los del presidente provisiona­l del Senado, Federico Pinedo (Pro), y el jefe del bloque radical, Ángel Rozas (Chaco).

El FPV, por su parte, apuesta a su- mar a su bancada dos escaños por Río Negro y una por Capital. Corren riesgo –aunque ellos confían en que las retendrán– las bancas por Chaco y Neuquén, distrito este último del cual proviene el jefe del bloque, Marcelo Fuentes, a quien se le vence el mandato.

El PJ, en tanto, podría imponerse en Entre Ríos, Salta, Chaco y Tierra del Fuego. Sin embargo, como se dijo líneas arriba, todavía es una incógnita el perfil que tendrán los candidatos de esos distritos.

Por último, en dos provincias las bancas por la mayoría quedarían en manos de fuerzas provincial­es. Un caso sería el del Movimiento Popular Neuquino (MPN), circunstan­cial aliado del Gobierno en los tres años de administra­ción macrista. El otro es el Frente Cívico del gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, quien ya dijo que apoyará un frente opositor a Macri. No obstante, Cambiemos se entusiasma con la posibilida­d de quedarse con el escaño por la minoría, que hoy responde al mandatario provincial.

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