La cancha más espectacular del hemisferio y un premio único
En Dominicana, con amateurs de 28 países, incluidos 6 argentinos, mañana se iniciará el LAAC, cuyo campeón jugará Augusta
LA ROMANA, Dominicana.– Así como la de Augusta National es considerada la mejor cancha del mundo, Teeth of the Dog (Dientes del Perro) tiene atributos como para ser calificada como la mejor al sur de Estados Unidos. La relación no es antojadiza: quien termine el domingo al frente de las posiciones del Latin American Amateur Championship tendrá como premio jugar el Masters. El sueño de todo golfista.
Desde mañana, los mejores aficionados de América del Sur, América Central y el Caribe protagonizarán la quinta versión de este certamen para amateurs. Desde su primera realización, en 2015 en Pilar Golf, ha alcanzado un crecimiento sostenido tal que las autoridades de la USGA, la R&A y el Masters Tournament, sus impulsores, siguen apostando por el golf en la región.
“Más allá del premio de jugar el Masters, es un certamen de muy alto nivel. El field, la repercusión, el ambiente, el resort. Todo es 10 puntos”, afirma Andrés Schönbaum (h.), uno de los seis argentinos que estarán en acción, desde la pileta del espectacular Resort Casa de Campo, donde está emplazada la cancha. “Si jugás bien acá, estás para cosas más grandes”, agrega.
La meta final es compartir el field con Tiger Woods entre azaleas y magnolias, pero además existe el valor intrínseco de potenciar las carreras de los jugadores. La proeza del chileno Joaquín Niemann en la temporada pasada, aunque pródiga, no deja de ser elocuente: tras conquistar el LAAC en Santiago y clasificarse para el Masters, participó en 12 certámenes del PGA Tour y alcanzó un top 5, convirtiéndose en la sensación de 2018 (estuvo nominado para novato del año).
“El impacto que ha generado Joaquín es incalculable”, arriesga Mark Lawrie, director de la R&A para Latinoamérica y el Caribe, que añade: “El LAAC venía ganando estatura, prestigio, consistencia y credibilidad, y lo de Niemann lo pone en otro lugar. Es un gran mensaje para el golf de la región y les muestra el camino a muchos jóvenes”.
Lo impactante de la cancha contribuye a prestigiar el certamen. Fue diseñada por el legendario Pete Dye, que tiene en su currículum campos como el del TPC de Sawgrass, aunque Jesús Montenegro, sexto en la versión del LAAC realizada aquí en 2016, la compara con la de Pebble Beach: emplazada a la vera del Caribe, tiene siete hoyos que orillan la costa denominados “The Seven Heaven”. “Creé 11 hoyos y Dios creó siete”, bromeó Dye alguna vez.
“Es un lugar increíble. Difícil explicar bien lo que transmite”, cuenta el marplatense. “La dificultad está en los segundos tiros, porque los greens son chicos y firmes. El viento y el agua entran mucho en juego. Hay que aprovechar los pares 5 y los hoyos cortos, como el 2”, detalla.
Mateo Fernández de Oliveira (bronce en Buenos Aires 2018), Horacio Carbonetti (hijo del homónimo), Martín Contini y Juan Ignacio Noba completan la nómina argentina. Paradoja: aún ningún jugador del país más significativo de Sudamérica en el golf obtuvo el LAAC.
“Cada vez que está el LAAC la expectativa es muy grande en el torneo más importante de la región”, afirma Andrés Schönbaum, padre del jugador y presidente de la Asociación Argentina de Golf. “Trabajamos muy fuertemente para que los chicos lleguen de la mejor forma y el ahora objetivo es ver a un argentino levantar el trofeo”, enfatiza.
La supremacía es de Chile, cuyos golfistas ganaron tres de las cuatro versiones; la otra fue del costarricense Paul Chaplet. En total, serán 28 los países representados. “Es el mejor torneo. Lo esperamos cada año, y cada año está mejor. Es estupendo. No hay nada mejor que esto”, valoró el peruano Luis Fernando Barco, 1º del ranking amateur. Como todos, con la mira en Augusta.