Bolsonaro hace su debut internacional envuelto en una controversia
Viajó a Davos, en donde hablará mañana; crece el escándalo por los manejos bancarios sospechosos de su hijo legislador
BRASILIA.– El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, viajó ayer a la noche a Davos para asistir al Foro Económico Mundial, su primera cita internacional como gobernante, en medio de una creciente polémica por manejos bancarios “sospechosos” de su hijo mayor, Flávio, según nuevas revelaciones.
Bolsonaro viajó anoche acompañado de los ministros de Economía, Paulo Guedes; de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, y de Justicia, el exjuez anticorrupción Sergio Moro, entre otras autoridades, indicó la estatal Agencia Brasil.
El discurso que dará mañana el mandatario de ultraderecha, promotor de una economía liberal para Brasil, es muy esperado en el foro de Davos, que reúne a 3000 empresarios y líderes políticos.
Ese día por la noche, el excapitán de 63 años que el 1º de enero asumió el poder de la mayor economía de América Latina cenará con sus pares de Colombia, Ecuador, Perú y Costa Rica.
Según la Agencia Brasil, Bolsonaro también podría participar en un panel sobre la crisis en Venezuela, frente a la cual ha prometido esta semana hacer “todo” lo posible para resolverla, y en otro denominado “El futuro de Brasil”.
Bolsonaro se estrenará como presidente en un evento internacional en momentos en que aumenta la presión en torno a su hijo Flávio, legislador de la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro y senador electo que asumirá funciones el 1º de febrero.
El viernes, el canal Globo, con base en documentos del Consejo de Control de Actividades Financieras (COAF), reveló que Flávio recibió depósitos bancarios “sospechosos” entre junio y julio de 2017 por 96.000 reales (30.000 dólares al tipo de cambio promedio de ese año) y pagó 1.016.839 reales (317.762 dólares) de un título bancario de la Caixa Económica Federal.
Ese día, Flávio Bolsonaro negó en una entrevista en la cadena Record TV cualquier irregularidad, pero su padre no se ha pronunciado sobre el tema.
Según el texto del COAF, no fue posible detectar el origen de los depósitos, que fueron realizados en cinco días, y tampoco se pudo identificar el destinatario del título bancario ni la fecha en que se realizó la transacción.
Para empeorar la situación, ayer el columnista del diario O Globo Lauro Jardim reveló que el exchofer de Flávio Fabricio Queiroz movilizó unos siete millones de reales entre 2014 y 2017 después de que esta semana una investigación en su contra por movimientos financieros atípicos fue suspendida provisoriamente por orden de la Corte Suprema de Brasil.
Queiroz estaba siendo investigado por realizar transferencias por 1,2 millones de reales (300.000 dólares) –incluidos en los siete millones de reales mencionados por Jardim– entre enero de 2016 y enero de 2017, aparentemente incompatibles con sus ingresos.
Un tema que desde su revelación, a principios de diciembre por el diario O Estado de S. Paulo, ha sembrado incógnitas alrededor de la familia del mandatario brasileño, quien durante su campaña prometió combatir la extendida corrupción en Brasil.
Bolsonaro, que prevé regresar a Brasil el jueves, también deja atrás la crisis de inseguridad en el estado de Ceará, que desde el 2 de enero es blanco de una ola de ataques urbanos ordenados por grupos criminales desde las prisiones. La crisis actual es apenas la cara visible de la olla a presión que es el sistema carcelario brasileño.
Para Bolsonaro, el combate contra la criminalidad es uno de los principales desafíos de su gobierno, en un país donde cada año se cometen más de 60.000 homicidios.
Además, la tolerancia cero con los criminales fue uno de los ejes de la campaña que lo llevó a la presidencia.