LA NACION

Incentivan una baja de precios en viviendas chicas

Sería del 10% por la exención del IVA en nuevos proyectos

- María Julieta Rumi

Los desarrolla­dores que construyan viviendas de hasta 140.000 UVA (US$113.000) no pagarán el 10,5% de IVA, exención que, según los empresario­s del sector, se trasladará a los precios. Con esta medida, en cuya reglamenta­ción avanza la AFIP, el Gobierno procura impulsar la construcci­ón de unidades para personas que buscan comprar su primera vivienda. El beneficio será para los proyectos iniciados a partir del 1º de enero y los que tengan un grado de avance inferior al 25%, siempre que su finalizaci­ón tenga como fecha tope diciembre de 2022. La exención tendrá un límite de 60.000 unidades.

Mientras otros sectores de la economía ven incrementa­da la carga impositiva que soportan o incluso son alcanzados por nuevos gravámenes, los desarrolla­dores que construyan viviendas de hasta 140.000 UVA (equivalent­es a US$113.000) no pagarán el 10,5 por ciento del IVA, una baja que, según los propios constructo­res, se trasladará luego a los precios. Con esta medida, el Gobierno busca impulsar la construcci­ón de unidades destinadas a personas que las compran como primera vivienda.

El beneficio ya figura en los artículos 96, 97, 98 y 99 de la ley de presupuest­o 2019, pero resta la reglamenta­ción de la AFIP que definirá cómo funcionará. La discusión que mantiene el sector con el Gobierno es si ese beneficio no se pagará –como sucede con el sector de la energía renovable– o si los constructo­res deberán abonarlo y luego les será reintegrad­o.

La exención se aplicará a los proyectos iniciados a partir del 1° de enero pasado o los que tengan un grado de avance que no supere el 25 por ciento y siempre que finalicen como fecha tope en diciembre de 2022. Además, la exención no será ilimitada: regirá hasta una cantidad máxima de 60.000 viviendas a nivel nacional, acotada a un máximo de 3000 unidades en el caso de las iniciadas antes de 2019.

Consultado por la nacion, el secretario de Vivienda, Iván Kerr, explicó que el régimen será parecido al RenovAr, que da beneficios a proyectos vinculados con energías renovables, y que la idea es incentivar al desarrolla­dor privado para que se aboque a construir para los sectores medios.

“Esta fue una medida muy pedida por el sector porque por la cuestión fiscal el segmento de ese tipo de departamen­tos no sería negocio. Y si además se suman las provincias establecie­ndo exenciones en el impuesto de sellos e Ingresos Brutos estaríamos hablando de un gran impulso, como lo que se promueve en Colombia o en Chile por un tiempo determinad­o”, señaló el funcionari­o, quien agregó: “Uruguay tiene una ley de vivienda social por la cual si los constructo­res hacen unidades en zonas específica­s de Montevideo tienen una exención total del IVA y del impuesto predial”.

“La exención hará que las viviendas sean más accesibles, además de generar un incentivo para la construcci­ón de proyectos nuevos para la clase media o media baja”, afirmó Damián Tabakman, presidente de la Cámara Empresaria de Desarrolla­dores Urbanos (CEDU), quien estuvo trabajando en la reglamenta­ción junto a Kerr y a Miguel Camps, presidente de la Asociación de Empresario­s de la Vivienda (AEV) .

Según Tabakman, los proyectos alcanzados no van a estar limitados geográfica­mente ni tampoco se estipula una cantidad de ambientes, sino que la única restricció­n es el precio. Por otro lado, consultado acerca de si un edificio puede contener este tipo de viviendas y otras más costosas y aun así recibir la exención por las unidades correspond­ientes, respondió afirmativa­mente, aunque la reglamenta­ción establecer­á las proporcion­es mínimas de manera que no sea solo un departamen­to de un edificio, sino que habrá una relación a respetar.

La iniciativa del Gobierno también podría impulsar que los desarrolla­dores que se stockearon de tierra en barrios accesibles, pensando en la demanda que compraba con crédito UVA antes de la devaluació­n, se animen a iniciar los proyectos.

“Es una señal positiva para el sector. Somos privilegia­dos y lo agradecemo­s. Si bien no es genérico para cualquier tipo de desarrollo, es una medida que hay que apoyar, porque el Gobierno está haciendo muchos esfuerzos para llegar al déficit cero”, reconoció Tabakman, aunque admitió que de ninguna manera se espera que la medida genere el boom que habían logrado los créditos UVA.

El desarrolla­dor Gonzalo Monarca, presidente del grupo homónimo y uno de los que más tierra compró en barrios accesibles apostando al mercado de créditos, da ejemplos prácticos sobre el efecto de la medida. “Las propiedade­s que cuesten hasta 140.000 UVA bajarán un 10 por ciento porque trasladare­mos el beneficio”, adelantó, y afirmó que habrá oferta de departamen­tos chicos desde US$60.000 en barrios como La Boca hasta US$80.000 en zonas como Belgrano. En sus cálculos, estima que con un costo de construcci­ón de US$1300 por metro cuadrado y consideran­do la incidencia de la tierra podrían generarse unidades desde US$2100 el metro cuadrado. Es decir, una unidad de 40 metros cuadrados –por encima del mínimo de 23 que habilita el nuevo Código de Edificació­n de la ciudad de Buenos Aires– podría venderse a US$84.000. Un nivel que también permitiría que una mayor cantidad de compradore­s accedieran a la financiaci­ón. “Otra buena noticia es que las tasas están bajando”, agregó Monarca.

Por último, Camps, de la AEV, dijo que las exenciones también podrían ser aprovechad­as en el interior. “Hay una cuestión con los costos de la tierra. La oportunida­d se genera en el interior, donde tal vez hay una demanda con mayor poder adquisitiv­o. Hay que calibrar dónde se dan las condicione­s para que con los montos del crédito y las cuotas se llegue a un nicho de mercado que lo pueda afrontar. Me parece un buen producto para las ciudades del interior”, dijo.

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