Hacienda espera que la inflación siga siendo alta al menos hasta mitad de año
El equipo de Dujovne proyecta que en los próximos meses estará entre 2% y 3%; confían en una recuperación del salario
No habrá recetas mágicas. Más allá de la desaceleración desde el pico de 6,5% en septiembre, alcanzado tras la corrida cambiaria y la veloz escalada del dólar, el Gobierno espera que la inflación se mantenga en niveles altos en los primeros meses del año, por lo menos hasta junio.
Fuentes del Ministerio de Hacienda afirmaron a la nacion que hasta mitad de año esperan subas mensuales del Índice del Precios al Consumidor (IPC) de entre 2% y 3%. Pasado ese período, para el que se anunciaron aumentos de precios regulados (tarifas de luz, agua, gas y transporte se ajustarán en el primer cuatrimestre), y ya más cerca de las elecciones de octubre, en el Gobierno confían en una desaceleración más pronunciada de la inflación con alzas de salarios, jubilaciones, pensiones y asignaciones por encima de la variación de los precios de ese período. Se trata de una visión coincidente con la de los analistas privados (ver aparte).
En el Banco Central (BCRA), la mirada es similar. “El proceso de desinflación que esperan los analistas no es lineal”, confían en la entidad que conduce Guido Sandleris sobre la base del último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM). Según esas perspectivas, la suba de precios esperada se mantiene en niveles similares a los registrados en diciembre. En enero sería de 2,5%; en febrero, 2,6%, y en marzo, 2,5%. Para 2019, esperan una inflación de 29% y para 2020, de 19,5%.
“Hemos aprendido que no es tan fácil bajar la inflación”, ensayó en forma de autocrítica un importante funcionario de Hacienda, que señaló que el BCRA seguirá trabajando para consolidar esa tarea.
“La tasa de inflación todavía es alta, pero está bajando. Tuvimos un pico de 6,5% en septiembre y 2,6% en diciembre. Así como cuando empezó el shock en abril del año pasado tardó en traspasarse al nivel de actividad, porque tiene rezagos, la política monetaria más restrictiva también los tiene”, dijo el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en una entrevista con la nacion el domingo pasado. “El consumo se va a sumar a la recuperación lentamente, de la mano de la baja de la inflación y la mejora en los salarios reales”, agregó el funcionario.
Justamente, los salarios tuvieron una pérdida real de 20 puntos el año pasado, según datos oficiales, pese a que hubo trabajadores que resignaron más y otros menos en función de si estuvieron dentro o fuera de convenio y según la capacidad de presión de cada sindicato.
Para el Gobierno, la corrida cambiaria de 2018 modificó los pilares del modelo económico. Si anteriormente se basaba en un incremento de la inversión, desde este año se fundamentará en el consumo privado y en las exportaciones. Pese a esas expectativas, y si bien las ventas al exterior no agrícolas mejoraron y la balanza comercial muestra datos positivos, la mejora aún está basada en la caída de las importaciones por la recesión. En tanto, el consumo privado –el componente más importante del PBI– todavía no muestra síntomas de reacción.
Sin embargo, en Hacienda consideran que hay algunas señales que comenzaron a aparecer en el horizonte y que promueven “una recuperación, no un crecimiento”.
La primera es el clima internacional, que mejoró drásticamente desde enero. “Se dio vuelta el mundo”, afirmó un funcionario de la cartera que conduce Dujovne, que remarcó el cambio de actitud de la Reserva Federal (Fed) con relación a la posibilidad de subir las tasas, la tregua en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y el buen momento de la economía brasileña. Ese viento a favor ya generó un profundo cambio en el flujo de divisas hacia los emergentes, dicen.
Con relación a la economía real, creen que las exportaciones van a seguir creciendo de la mano de la recuperación del campo tras la sequía del año pasado y aseguran que el turismo ya tracciona. “Las políticas fiscal y monetaria van bien y la tasa está bajando más rápido”, mencionó el funcionario, que indicó, a pesar de las críticas de los industriales, que en el país las empresas no impulsan sus inversiones a través de financiamiento, sino de ahorro propio. “Lo que ahora está en juego es el costo de oportunidad”, señaló, e indicó que el nivel de tasa hoy “no es dramático”.
“Va a ser un año de recuperación, no de crecimiento. Punta a punta vamos a crecer 4%”, estimó. Según el Gobierno, eso ayudará a que la percepción de la situación económica sea algo mejor en los meses previos a las elecciones presidenciales, siempre en contraste con la fuerte recesión vivida en 2018. En ese sentido, en Hacienda estiman que la economía no será la bandera del oficialismo este año, aunque confían en que tampoco sea un obstáculo para que Mauricio Macri aspire a la reelección.
En medio del acuerdo con el Fondo, y con una revisión ya anunciada para la semana que viene, el foco del Ministerio de Hacienda seguirá puesto en cumplir con el déficit cero. En ese sentido, pese a las quejas de los sectores productivos por el peso de los impuestos, advierten que habrá un mínimo margen para reducir gravámenes.