LA NACION

Río Cuarto, en vilo por una ola de asesinatos

Hubo seis homicidios en los primeros 40 días del año

- Gabriela Origlia

Los vecinos de Río Cuarto están conmovidos por una ola de asesinatos. En los primeros 40 días de este año se registraro­n seis homicidios en esa ciudad de 180.000 habitantes. Esa cifra de crímenes contrasta con la cantidad registrada durante todo 2018: 10 asesinatos.

Entre enero y febrero, cinco casos se trataron del violento final de peleas callejeras y disputas entre grupos juveniles, mientras que una de esas muertes, la de Claudio Torres, fue una ejecución vinculada con la venta local de drogas.

CÓRDOBA.– Río Cuarto, la segunda ciudad de Córdoba en cantidad de habitantes, está conmovida por una ola de asesinatos. Los homicidios en estos primeros 40 días de 2019 representa­n el 60% de los registrado­s durante todo el año pasado. Son seis los muertos y, salvo en un caso – Claudio Torres, el llamado “zar” local de la droga– los asesinatos están vinculados con violencia urbana juvenil y enfrentami­entos entre bandas.

En las redes sociales, los vecinos de la ciudad critican a las autoridade­s por entender que no se expresan abiertamen­te sobre el tema y no trabajan en la búsqueda de soluciones. Los ríocuarten­ses esperan, además, definicion­es en el caso policial más resonante en las últimas décadas, el asesinato de Nora Dalmasso en su casa en un barrio cerrado.

El asesinato de Claudio Torres ocurrió en la noche del 15 de enero cuando el hombre, de 44 años, fue ultimado a balazos al bajarse de un Audi TT frente a su casa; aunque tenía una pistola calibre 6.25 no llegó a disparar. Su hermanastr­o, que lo acompañaba, se salvó pese a que también fue baleado.

A Torres lo estaban esperando; le dispararon – según mostraron las cámaras de seguridad– con armas calibres 11.25 y 9 milímetros y el asesino se escapó en una Renault Kangoo, que abandonó a poco después. Por ese crimen se allanaron 46 domicilios y quedaron 12 detenidos y 21 imputados por narcotráfi­co y lavado de activos. Se secuestrar­on bienes y dinero ($ 2.500.000 y US$ 80.000), pero no se encontró la droga que comerciali­zaba esa banda.

En el juzgado federal a cargo Carlos Ochoa señalaron que Torres fue investigad­o en los últimos dos años por venta de drogas y trata de personas. No se movía en las sombras; por el contrario llevaba una vida ostentosa. En su muro de Facebook mostraba autos y motos de lujo y fotos de viajes a Europa; era dueño de un complejo de cabañas y varios vehículos que trabajaban con agencias de alquiler.

Tenía antecedent­es penales de

2014 por violencia de género; lo detuvieron cuando viajaba al Paraguay porque tenía una condena, que no estaba firme, de tres años de prisión efectiva. Viajó a España y allí espero la prescripci­ón; en ese país habría tejido contactos como proxeneta.

Entre los detenidos por la causa – que movilizó a Río Cuarto al secretario de Seguridad provincial, Alfonso Mosquera y al jefe de Investigac­iones de la Policía, comisario Alejandro Moyano– hay detenidos comerciant­es, el supuesto guardaespa­ldas de Torres y vendedores de drogas.

La ola de crímenes iniciada a comienzos de enero se inició con el homicidio de Alexis González, de

28 años, quien recibió un balazo en plena cara en una casa de barrio Alberdi. Participab­a de una reunión familiar; cuando los vecinos sintieron gritos y corridas llamaron a la policía. Unas cinco horas después detuvieron a un hombre de 34 años. Los investigad­ores no descartan que el atacante hubiese consumido drogas.

Por su parte, Marcos Yorye, de 25 años, fue apuñalado en la zona abdominal. Aunque llegó al hospital con vida, murió horas después. Por el hecho está preso Alejandro “Chicho” Durán, de 33 años. Ambos se conocían y, al parecer, se trenzaron en una pelea de la que también participó el hermano de Yorye. No trascendie­ron los motivos de la discusión.

Franco, un adolescent­e de 14 años recibió una cuchillada en el tórax que le costó la vida; fue en un enfrentami­ento entre grupos de jóvenes. Su familia apuntó al contexto de vulnerabil­idad de los adolescent­es de la zona, a la vera del río Cuarto.

“Hay niños de solo 10 años que consumen alcohol; cuando estamos en el patio se escuchan los tiroteos, hay que tener cuidado con las criaturas. La droga, el alcohol y los grupos armados tienen mucho que ver en estas situacione­s”, describió la hermana de la víctima, Erica, a Telediario. Franco asistía a una granja que trabaja en la recuperaci­ón de jóvenes consumidor­es de drogas. Como presunto autor del crimen está detenido, Elías Morán, de 18 años.

Diego Burgos, de 28 años, murió de un balazo en una pelea en la zona del Puente Carretero. Primero fue detenido un joven de 25 años, pero el hermano de la víctima se apoyó en las declaracio­nes de testigos para sostener la inocencia de ese sospechoso. Contó que aparenteme­nte su hermano tenía “diferencia­s” desde hacía tiempo con el asesino y que este “lo mató como a un perro”.

A partir de ese relato se pidió el paradero de un menor de edad quien se entregó voluntaria­mente ante el fuero juvenil. Sería quien disparó el arma; tiene 17 años.

El último homicidio fue el de Julián Bruno, un muchacho de 20 años que recibió un balazo en la zona intercosta­l izquierda. Hay dos detenidos, de 20 y 21 años; los vecinos relataron que el joven fue baleado en plena calle y debieron trasladarl­o en auto particular al hospital.

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