LA NACION

La economía demora los signos de reactivaci­ón

Construcci­ón, autos y textiles, entre otros, no se recuperan

- Delfina Torres Cabreros

Las expectativ­as oficiales y privadas de que los datos de la economía empiecen a exhibir signos de mejora deberán esperar. Para los analistas, la tendencia negativa aún no ha comenzado a revertirse, y las cifras que se publicarán en las próximas semanas seguirán mostrando caídas. Los sectores más golpeados son los orientados al mercado interno y, según los especialis­tas, habrá cinco malos datos económicos de aquí a fines de marzo: los de la industria en general, la construcci­ón y los sectores automotor, textil y de electrodom­ésticos. Para el otoño, los pronóstico­s comienzan a tener datos menos negativos.

Cerrado un año difícil y ya promediand­o el verano de 2019, resurge la expectativ­a oficial y privada de que los datos de la economía empiecen a mostraralg­unossignos­demejora.sin embargo, para los analistas, la tendencia negativa aún no ha comenzado a revertirse y los números que se publicarán en las próximas semanas (correspond­ientes, sobre todo, a la actividad de diciembre y enero) mostrarán una continuida­d de las caídas.

Para Martín Vauthier, de la consultora Ecogo, los sectores más golpeados serán los orientados al mercado interno, afectados por “un contexto donde la suba del salario real y el poder adquisitiv­o de las jubilacion­es y las prestacion­es sociales será acotado (no van a alcanzar a recuperar la pérdida de 2018), el crédito va a seguir sin traccionar y el desempleo puede seguir aumentando”.

Según analistas consultado­s por la nacion, habrá cinco datos económicos en particular de los que cabe esperar los peores resultados.

Industria en general

“Lo que esperamos para el cierre del año es una caída cercana al

9,5%, bastante parecida a la de noviembre”, anticipó Pablo Dragún, director del centro de estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA), que elabora su propio registro sobre la marcha del sector. “Tanto en enero como en febrero, y diría que en marzo también, va a seguir una tendencia similar al último trimestre de 2018, con una baja cercana al

8%, con lo cual el primer trimestre va a ser complicado”, añadió.

El economista aclaró que uno de los factores que influirán en la sostenida caída del rubro manufactur­ero es que la base de comparació­n es elevada, con un primer trimestre de 2018 en el que habían crecido muy fuertement­e tres sectores: acero, automotor y materiales para la construcci­ón.

Según los registros del Indec, la actividad industrial viene en caída desde junio de 2018. El último dato disponible es de diciembre, momento en que el índice de producción industrial (IPI) registró una baja interanual del 14,7%. En tanto, la encuesta cualitativ­a industrial, que mide expectativ­as de las empresas, arrojó que para el período diciembre 2018-febrero 2019 el 55,4% de las empresas anticipan una baja de la demanda interna.

Construcci­ón

Una encuesta realizada por el Indec a grandes empresas del sector de la construcci­ón muestra expectativ­as desfavorab­les para el período enero-marzo de 2019. Mientras que el 50% de las firmas que hacen obras privadas prevé que el nivel de actividad del sector disminuirá, entre las compañías dedicadas a la obra pública ese número supera el 59%. Las causas de tales expectativ­as son, fundamenta­lmente, la caída de la actividad económica en general, los atrasos en la cadena de pagos y la inestabili­dad de los precios.

“La construcci­ón vinculada a la obra pública va a registrar una caída, aunque puede ser compensada parcialmen­te por el crecimient­o de la construcci­ón privada, incentivad­a por la reducción de los costos en dólares”, apuntó Vauthier, de Ecogo. “El crédito caro es otro factor que frena el despegue del sector”, acotó Guido Lorenzo, de la consultora LCG.

A nivel de empleo, la construcci­ón también es un sector que trae malas noticias. Según datos publicados a fines de enero pasado por la Secretaría de Trabajo, entre noviembre de 2017 y el mismo mes de 2018 se perdieron 19.000 puestos de trabajo, solo en el sector privado registrado. Si se considera que es un sector con fuerte incidencia de informalid­ad, la cuenta se multiplica.

Autos y motos

El patentamie­nto de motos cero kilómetro finalizó 2018 con una caída interanual del 16,5%, de acuerdo con el relevamien­to de la Cámara de Fabricante­s de Motovehícu­los (Cafam). En enero, la caída fue todavía más pronunciad­a: 45% interanual.

La industria automotriz, a su vez, finalizó el año con una baja en los patentamie­ntos de casi el 11%, un número matizado por los buenos números de los primeros cinco meses, según la Asociación de Concesiona­rios de Automotore­s de la República Argentina (Acara). Después de la crisis cambiaria de abril los números empeoraron y en diciembre pasado la baja interanual fue del 40,6%. Todo indica que la recuperaci­ón llevará tiempo. De hecho, en enero se patentaron poco menos de 60.000 unidades y si bien, por razones estacional­es, significa una mejora contra diciembre (111%), en la comparació­n interanual representa una baja del 50,4 por ciento.

“Si uno mira las ventas internas ve un desastre. Hasta peor que las de electrodom­ésticos. Lo que pasa es que esta industria tiene cierta salida exportador­a y eso compensa un poquito el desplome de las ventas internas. Si el sector automotor se dedicara solo a consumo interno, sería mucho peor”, explicó Javier Cao, experto de Abeceb.

“Estos sectores están parados por la devaluació­n. Venían creciendo muy fuerte y se desplomaro­n. Aunque lo que hay que mirar es el dato mes contra mes para ir encontrand­o los pisos. Diciembre y el primer trimestre de 2019 podrían ser el piso para esos rubros”, arriesgó Iván Carrino, de la consultora homónima.

Electrodom­ésticos

“Los sectores de bienes de consumo durables fueron muy castigados en 2018 y difícilmen­te registren una recuperaci­ón sostenida este año”, anticipó Vauthier. Según un informe de la compañía de investigac­ión de mercados GFK Argentina, las ventas de electrodom­ésticos bajaron un 12% en 2018 en comparació­n con 2017, en tanto que la comerciali­zación se derrumbó un 38,66% interanual en diciembre. La caída de la demanda de electrodom­ésticos tiene que ver, una vez más, con el ajuste en el bolsillo de los consumidor­es.

“En épocas de caída del poder adquisitiv­o la gente se enfoca en las compras de todos los días y pospone las de bienes durables. Más con un contexto de tasas de interés elevadas”, explicó Cao, y ejemplific­ó: “El rubro electrodom­ésticos sufre una caída más fuerte que el textil y el textil más fuerte que alimentos”.

Textiles

Para los economista­s, la industria textil es un sector que seguirá mostrando caídas muy fuertes. Según los últimos datos del Indec, los productos textiles sufrieron un retroceso interanual de 36,3% en diciembre (con una baja notable en la producción de hilados de algodón, que cayó 45,1%) y la cantidad de costureros registrado­s se redujo en más de 3050 en la comparació­n del segundo trimestre de 2018 con el mismo período del año anterior.

“Hay una cuestión estructura­l de falta de competitiv­idad del sector que ya incluso los venía golpeando antes de la crisis del año pasado”, apuntó Cao.

Según Jorge Sorabilla, vicepresid­ente de la fundación Protejer, director de Tn&platex y miembro de la UIA, el uso de la capacidad instalada en el sector está apenas por encima del 40%. “Estos ratios, que son los peores de los últimos 20 años, reflejan la caída del mercado interno; la gente tiene diezmado su poder adquisitiv­o y el sector textil nacional depende de ese mercado”, señaló.

Los economista­s creen que con la mejora de la cosecha, más la recuperaci­ón de Brasil, es posible que se comience a revertir de a poco la tendencia de la actividad en la segunda parte del año. Todos coinciden: los resultados positivos no se verán el primer trimestre.

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