Cerebros en fuga
Muy interesante la nota de Guido Ratti sobre la mirada de los jóvenes profesionales que debieron emigrar al exterior por falta de oportunidades para desarrollar sus carreras. Es lamentable que un país que en el pasado fue un imán para millones de inmigrantes, que vinieron a trabajar y progresaron haciendo grande a nuestra república, hoy deba sufrir la pérdida de ese invalorable capital humano. ¿Por qué esos talentos, formados muchas veces gracias a las ventajas de una universidad gratuita que financiamos con nuestros impuestos, deban sufrir el desarraigo y alejarse de sus afectos ? Es una ironía que esos profesionales, que podrían contribuir a liberarnos de las cadenas del subdesarrollo, deban emigrar, y mientras progresan, ayudan a crecer a las naciones del “primer mundo”, que los reciben con sus brazos abiertos.
La argentina no sufre terremotos ni huracanes, ni otras catástrofes naturales que castigan a sus sufridos habitantes. El drama nacional que frena nuestro progreso y nos condena al atraso y la pobreza, lo provocamos nosotros mismos, eligiendo a gobernantes demagogos, que combinan una mezcla explosiva de ineptitud y corrupción, con la impunidad que muchas veces le garantiza una justicia cómplice,
Ojalá el acierto de una mayoría en las elecciones presidenciales, nos permita abrir una ventana a la esperanza, para que nuestros hijos no deban hacer de Ezeiza su única salida.
Luis E.luchía-puig luisluchiapuig@gmail.com