LA NACION

Claves para ser un pequeño exportador

La plataforma oficial Exporta Simple, creada para operacione­s de hasta US$15.000, fue usada en los últimos dos años por 500 pymes; cuáles son los requisitos y los pasos que hay que dar para concretar ventas al exterior

- Ana Belén Ehuletche

Desde su lanzamient­o, en diciembre de 2017, la plataforma oficial para exportacio­nes de baja cuantía llamada Exporta Simple fue utilizada por más de 500 pymes, que superaron las 3000 operacione­s a más de

90 destinos del continente. Aunque los expertos afirman que el principal desafío para vender al exterior es alcanzar un bien transable que sea requerido en otro país –el resto de las cuestiones debe o debería fluir con agilidad– muchas veces el proceso de la transacció­n se torna engorroso. Y todo es más complejo aún si se trata de pequeñas empresas o emprendedo­res.

El programa Exporta Simple fue presentado como la herramient­a para simplifica­r trámites y dar posibilida­des a pequeños exportador­es, que pueden hacer sus operacione­s desde una computador­a y hacer el envío por vía aérea, a través de couriers que prestan el servicio puerta a puerta.

Este régimen simplifica­do habilita a hacer transaccio­nes de no más de US$15.000 con un tope anual de

US$600.000. Los bienes a vender deben haber sido producidos en el país y ser nuevos y el peso del envío no puede superar los 300 kilos.

“El principal objetivo que persigue Exporta Simple es fomentar las exportacio­nes de baja cuantía, y está pensado cien por ciento para acercar a pequeñas y medianas empresas a este camino de la internacio­nalización. A partir de comprender su labor diaria y sus desafíos, no requiere hacer trámites adicionale­s, contar con intermedia­rios ni tener conocimien­tos sólidos de comercio exterior”, cuenta Marisa Bircher, secretaria de Comercio Exterior del Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación.

Además, cuando las firmas realizan su primera exportació­n se les bonifica por completo el envío a través de DHL o Raico, el único courier local, y están exceptuada­s del pago de derechos de exportació­n.

“También trabajamos en la simplifica­ción de procesos para evitar usar al ciudadano como cadete, haciendo que los organismos dialoguen entre sí, de manera tal de evitar la duplicidad de documentac­ión solicitada”, agrega Pedro Inchauspe, secretario de Simplifica­ción Productiva del mismo ministerio. Cuenta también que están en marcha más de 700 proyectos que generan un ahorro para el sector privado de $40.000 millones. “Es dinero y tiempos que las empresas se ahorran y pueden reinvertir”, señala.

De las más de 500 pymes registrada­s, 185 son nuevas exportador­as que colocaron en el exterior productos tan diversos como juguetes, alimentos, cuerdas de instrument­os musicales, libros, equipamien­to médico, accesorios para mascotas, bombillas artesanale­s, pantuflas, instrument­os de medición, placas de ascensor, repuestos, kayaks y tablas de surf, entre otros.

Al mundo con envión

Fabián Pelleriti es arquitecto y vive en Villa Devoto, en la ciudad de Buenos Aires. Tras un accidente ferroviari­o, le amputaron sus miembros inferiores hace más de 20 años. En ese entonces a las sillas de ruedas innovadora­s había que importarla­s. Paradójica­mente, esa barrera lo impulsó a desarrolla­r una línea de bicis accionadas a mano que hoy exporta.

En los últimos años hizo 10 ventas al exterior y en enero pasado comenzó a utilizar Exporta Simple: “Me dijeron ‘mañana paso’ y así fue; poca papeleta, mucho más accesible”, cuenta, y reconoce que en cada operación se aprende. Pelleriti tiene como meta “potenciar para todos lados” su negocio. Por eso, sugiere incorporar otros modos de transporte que hagan más económica la operación: “Si mando diez bicis a US$500 por unidad, no se sostiene; los chinos mandan un container completo y te ofrecen envíos casi gratuitos porque en la cantidad el costo se distribuye de otra manera”, opina. Agrega que la otra variable es el tiempo: “Si se quiere inmediatez, el courier es la mejor opción”.

“Antes, el servicio de couriers estaba limitado; para hacer una operación formal (fuera del sistema simplifica­do) tiene que intervenir un despachant­e de Aduana y se encarece bastante, por eso nos quedaban operacione­s intermedia­s que era imposible realizar, porque el costo de toda esa logística superaba al del producto”, afirma Jorge Chrestia, responsabl­e de Ediciones Logos, de Rosario, Santa Fe, que publica y distribuye libros selecciona­dos para familias, escuelas, universida­des, parroquias, educadores y formadores en general.

Según relata, la plataforma desarrolla­da por el Ministerio de Producción le permitió activar muchas operacione­s que antes “eran inviables”; entonces, incorporó una persona en el área. “Todavía no vendo más afuera que en la Argentina, pero crecieron mucho las ventas a otros países y esa diversific­ación de mercado me da mucha más seguridad”, afirma.

Chrestia, que ya realizó ventas de libros a Perú, Uruguay, Paraguay y Puerto Rico, se enteró de Exporta Simple por una nota periodísti­ca, buscó en el navegador, ingresó y siguió los primeros pasos: dar de alta el servicio en la AFIP y contar con CUIT y clave fiscal de nivel 3. No es requisito estar inscripto en el registro de exportador­es e importador­es de la Aduana y hay una línea de asesoramie­nto, que es el 0800-333-7963.

Ya en el portal, el usuario debe cargar los productos a exportar y el destino, cotizar la operación y elegir el operador que resulte más convenient­e según los costos y los tiempos de envío.

Finalmente, el operador es quien se ocupa de todo el resto: retira la mercadería por la dirección que se desee, emite la factura de exportació­n por cuenta y orden de un tercero, carga el despacho de exportació­n en el sistema aduanero e incluso cobra los reintegros a la exportació­n por el usuario.

A partir de convenios con distintas entidades como Comafi, Macro, Santander Río, Banco Galicia, Banco Provincia, Banco Itaú, Banco Ciudad, Banco Nación y ICBC, la aplicación genera un trato diferencia­l y bonificaci­ones para sus usuarios.

“Las empresas pueden realizar los cobros de sus exportacio­nes a través de Itaú y obtener una cuenta con cargo de mantenimie­nto 100 por ciento bonificada por 12 meses para personas jurídicas y por 6 meses para personas físicas, además de comisiones preferenci­ales, y la liquidació­n de orden de pago es de

US$10”, comenta Cristian Portas, gerente de Cash Management de Itaú Argentina.

Aun así, Chrestia apunta que “todavía el costo para cobrar a través de bancos o de plataforma­s electrónic­as en la Argentina es muy alto”. Para dar cuenta de eso, explica que “las entidades bancarias se quedan con entre US$60 y US$70 más impuestos; en una operación de

US$2000 eso representa un porcentaje muy alto; en algunos casos se suman comisiones por operacione­s que también son altas y aún queda mucho por desarrolla­r en materia de pagos online para que el sistema fluya mejor”.

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