cómo es el portafolio de
Cambio de posición
La Reserva Federal de EE.UU. confirmó que tendrá una posición más neutral en relación con su política monetaria. La traducción de eso fue: una vuelta a la “garantía” de un eventual rescate del mercado financiero si las cosas se complican. Desde que insinuó esta nueva visión a fines de 2018, se vivió uno de los mayores rallies de la historia, que implicó un alza de más del 15% para el índice S&P 500, del 10% para el ETF de Emergentes EEM, del 25% para el Bovespa en dólares y del 35% para el Merval en dólares.
Descenso de ratios
Queda claro que los flujos se pusieron a trabajar rápidamente ante el cambio del contexto monetario, algo que se vio en el S&P 500. En la Argentina también vimos un descenso de ratios de valuación, a niveles comparables con crisis estructurales. En ambos casos aún no se ve un soporte de las ganancias empresarias. Todo esto nos lleva a pensar que solo restan dos motores para que los mercados de riesgo puedan continuar con la fuerza de las últimas semanas. Primero, que la economía global sorprenda con una pronta recuperación, la cual debería traducirse en un cambio de tendencia de las ganancias. La segunda, que nuevamente vivamos en un clima de “exuberancia irracional”. Por el lado de los ratios ya no queda mucho más margen en el índice S&P 500, por lo cual deben mejorar los fundamentos o nos quedaremos sin combustible para mayores alzas.
Un año dividido en tres
En la Argentina se podría dividir el año en tres tercios. El último tercio dependerá del resultado electoral. El de la mitad será el más difícil porque los inversores tendrán que moverse al ritmo de las encuestas. Y el primero es el más sencillo, porque con un clima global favorable, se trata de “hacerse el distraído” como si no fueran a realizarse elecciones en el año. En tanto, Brasil ingresa en la fase decisiva de su retorno a las grandes ligas. El proyecto de reforma previsional entrará en el Congreso a fin de mes y se espera una eventual aprobación en seis meses. Con esta reforma, el gobierno de Bolsonaro se juega todo su plan económico. En este contexto, nuestra cartera sería así: 40% en acciones de Brasil, 30% en letras en dólares de corto plazo y 30% de instrumentos en pesos.