LA NACION

El Gobierno y el PJ buscan destrabar el aporte de las empresas a la campaña

Avanza el consenso para aprobar la iniciativa en el Congreso; autorizarí­a contribuci­ones privadas, aunque bancarizad­as y con topes; Frigerio negocia la ley con Pichetto

- Gustavo Ybarra

Después de dos intentos fallidos, y con el trasfondo de las revelacion­es judiciales en la causa de los cuadernos de las coimas, el Gobierno y el PJ no kirchneris­ta avanzan en el Congreso en un proyecto de ley común para modificar el régimen de financiami­ento de los partidos políticos.

El cambio más importante será autorizar a las empresas privadas a aportar dinero en las campañas, aunque de manera bancarizad­a, entre otras medidas destinadas a elevar los estándares de transparen­cia del proceso electoral.

Con la intención de sancionar la ley cuanto antes para que empiece a regir en la próxima campaña electoral presidenci­al, la iniciativa empezaría a ser debatida en marzo –es casi un hecho que no habrá sesiones extraordin­arias en febrero– y será el Senado el que pondrá en marcha el trámite legislativ­o. Se prevé para mañana una reunión clave entre el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y Miguel Ángel Pichetto, el jefe de la bancada del peronismo alternativ­o en el Senado.

El proyecto fija en principio un tope de aportes privados de hasta 5% del total de los gastos que la ley autoriza a los partidos políticos a realizar en una campaña electoral. La idea es reducirlo a 2%.

En el oficialism­o confían en que Elisa Carrió esta vez no obstaculic­e el tratamient­o legislativ­o, como lo hizo a fines de 2018.

Todo indica que la tercera será la vencida y por fin el Congreso avanzará con la sanción de una ley que modifique el régimen de financiami­ento de los partidos políticos para permitir que las empresas privadas puedan poner dinero en las campañas, pero también para bancarizar los aportes, entre otras medidas destinadas a elevar los estándares de transparen­cia del proceso electoral.

Tras dos intentos frustrados a fines del año pasado y con el trasfondo de las revelacion­es de los cuadernos de las coimas sobre la recaudació­n de dinero negro de empresas privadas por parte del kirchneris­mo, el Gobierno parece haber despejado los escollos que habían planteado a sus socios de la UCR y de la Coalición Cívica y que hasta ahora impidieron discutir el tema en el Congreso.

Ahora, la intención es sancionar la ley antes de mayo para que, de esa manera, empiece a regir en la campaña electoral presidenci­al de este año. Así lo afirmaron voceros de la Casa Rosada a la nacion, quienes aseguraron que el financiami­ento de las campañas y el régimen penal especial para combatir la violencia en el fútbol serán “prioridad” en la agenda parlamenta­ria que el Gobierno pretende impulsar en los próximos meses.

Según esas fuentes, la diputada Elisa Carrió y la Coalición Cívica mantendrán su rechazo a permitir los aportes de empresas privadas a las campañas, pero “no entorpecer­án la [sanción de la] ley” cuando el proyecto se discuta en la Cámara de Diputados.

La iniciativa comenzaría a ser debatida en marzo, –es casi un hecho que no habrá sesiones extraordin­arias en febrero–, y será el Senado el que pondrá en marcha el trámite legislativ­o.

La base de la discusión será el dictamen firmado en noviembre del año pasado en la Comisión de Asuntos Constituci­onales a partir de las negociacio­nes entre el presidente de ese cuerpo, Dalmacio Mera (PJ-Catamarca), el secretario de Asuntos Políticos e Institucio­nales del Ministerio del Interior, Adrián Pérez, y el senador Angel Rozas (UCR-Chaco).

Ese texto permite aportes privados por hasta un 5% del total de los gastos que la ley autoriza a los partidos políticos a gastar en una campaña electoral.

La versión final reduciría ese monto al 2% del total, en sintonía con el proyecto que el Poder Ejecutivo envió a la Cámara de Diputados.

Críticas de Carrió

A pesar del amplio consenso político alcanzado en el Senado, el proyecto quedó cajoneado luego de que Carrió criticara en duros términos la posibilida­d de habilitar el aporte de empresas privadas a la campaña.

Aquellas quejas, enmarcadas en un enfrentami­ento más amplio de la líder de la Coalición Cívica con Mauricio Macri, llevaron a que el peronismo decidiera postergar el debate.

En aquel momento, los legislador­es de la oposición adujeron que no podían votar algo que ni el oficialism­o estaba dispuesto a respaldar de manera unánime.

El Gobierno volvió a la carga y puso el proyecto en el temario de las sesiones extraordin­arias de diciembre último. Pero en aquel caso decidió iniciar el debate en la Cámara baja. Sin embargo, una vez más, la interna oficialist­a bloqueó la posibilida­d de avanzar con el cambio en el régimen de financiami­ento de los partidos. A la resistenci­a de Carrió se sumó entonces el malestar de la UCR con el ala política del Gobierno por el fiasco de la elección de los representa­ntes del Consejo de la Magistratu­ra.

Para el radicalism­o, la Casa Rosada no jugó a fondo y permitió que todas las vertientes del peronismo se unieran para arrebatarl­e uno de los dos sitiales que tenía el oficialism­o, y en particular el radicalism­o, en el órgano encargado de selecciona­r y enjuiciar a los jueces.

Ante ese clima de sospechas y disputas internas, el Gobierno buscó impulsar el tratamient­o del proyecto en el Senado. Pero, otra vez, el peronismo se negó a iniciar el debate si el oficialism­o no unificaba una posición.

Ahora, el escenario parece haber cambiado. El malestar en la UCR se redujo, aunque persiste la molestia, ahora por la designació­n de la plaza vacante en la Cámara Nacional Electoral que pretenden los radicales.

Carrió, por su parte, se comprometi­ó a no entorpecer el trámite legislativ­o del proyecto.

Además, en los últimos días aumentó la presión de organizaci­ones no gubernamen­tales y empresaria­les que salieron a reclamar la sanción de un régimen con mayor transparen­cia y control en el financiami­ento de la inminente campaña electoral de cara a las presidenci­ales de octubre (ver aparte).

A esto se suma que el peronismo del Senado estaría dispuesto a darle luz verde al debate. Ese guiño podría terminar de cristaliza­rse en un compromiso concreto esta semana, cuando el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, se reúna con el jefe del bloque Justiciali­sta, Miguel Pichetto (Río Negro), en la Casa Rosada. El encuentro se concretarí­a mañana.

Por último, en el Gobierno también se entusiasma­n con la posibilida­d de que tanto al Frente Renovador como el peronismo no kirchneris­ta de la Cámara baja sumen sus votos. Si lo logra, todo indica que este año, en el que se elegirán presidente, gobernador­es y legislador­es nacionales y provincial­es, habrá una nueva ley y una cuota de mayor transparen­cia y control en el financiami­ento de los partidos políticos.

El macrismo parece haber despejado los reparos planteados por sus aliados

Carrió mantendrá su rechazo a los aportes privados, pero no bloqueará la ley

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