Bajo presión, Sánchez quedó más cerca de un llamado a elecciones anticipadas
El presidente tiene poco margen de maniobra ante la falta de apoyos para aprobar su presupuesto; se barajan tres fechas
MADRID.– España vive la tormenta perfecta. Mientras el Tribunal Supremo (TS) comenzó ayer el proceso contra 12 líderes catalanes que declararon la independencia de la región, el frágil gobierno del presidente socialista Pedro Sánchez dio por perdidos los presupuestos y se acerca a la posibilidad de dar por terminada su gestión y llamar a elecciones.
Si bien queda aún margen para que desactive esa posibilidad, es tan escaso que conseguirlo sería poco menos que un agónico milagro político. Tres fechas de posible convocatoria están en danza. Dos de ellas, en abril: el 14 o el 28 de ese mes. Una tercera opción podría ser en mayo, en coincidencia con las elecciones europeas y autonómicas; una alternativa que redundaría en un “superdomingo” electoral.
Sánchez, que llegó al poder en junio pasado por la vía de una censura parlamentaria, se proponía resistir hasta el final. Pero sus socios del independentismo catalán, cuyo voto le es imprescindible, le sueltan la mano, en medio de la crispación por el proceso judicial contra sus dirigentes (ver aparte).
La posición fue dejada en claro por la ministra de Hacienda española, María Jesús Montero. En un discurso más político que económico, Montero abrió la discusión de esa norma crucial con la advertencia de que “no se cederá al chantaje” del independentismo.
“Si no acceden a nuestras demandas, no hay nada de qué hablar”, dijo el diputado Joan Tardá, de Izquierda Republicana de Cataluña (ERC) al ratificar ese rechazo.
A cambio de su voto, el independentismo pide a Sánchez que reconozca el derecho a la autodeterminación para Cataluña, algo que no está contemplado en la Constitución española.
“No vamos a ceder a ningún chantaje o admitir bajo ninguna circunstancia que el derecho de autodeterminación esté en ningún orden del día”, dijo Montero. “Ni podemos ni queremos”, subrayó.
En un escenario muy dinámico y en extremo envenenado, el gobierno en minoría dio así la señal de que dará por perdida la aprobación, durante el día de hoy, de sus presupuestos.
Un fracaso podría empujar a Sánchez a dar por terminada la legislatura por falta de apoyo y llamar a elecciones generales.
Debate
La ministra admitió la tensión adicional por el proceso judicial que se desarrolla en paralelo.
“Lamentamos que el juicio [contra dirigentes catalanes por la fallida declaración de independencia] haya podido ‘polarizar’ las posiciones e impedir un debate serio y profundo” sobre los presupuestos nacionales, dijo Montero.
El debate se realiza en el Congreso de los Diputados, a pocas cuadras de la sala del TS, donde ayer por la mañana empezó el complejo juicio contra dirigentes del independentismo catalán.
Lo que enfrentará Sánchez hoy con la votación de los presupuestos es lo más parecido a una “moción de confianza” y está en riesgo de perderla. Mal que le pese, la llave de ese dilema no la tienen a esta altura los principales partidos de oposición en España, que son el conservador Popular (PP) y el liberal Ciudadanos. Al igual que hace dos años, aún la tienen un puñado de legisladores del independentismo catalán.