Alto interés para entrar al secundario en el colegio preuniversitario de Escobar
Hay 451 postulantes para realizar el curso de ingreso al establecimiento de la UBA, que empezará el mes próximo
Seis de cada diez aspirantes a ingresar en la escuela secundaria de la Universidad de Buenos Aires (UBA) que funcionará a partir de 2020 en Escobar son de esa ciudad. El resto de los alumnos que este año concluirán el nivel primario provienen de municipios cercanos, como Tigre, Malvinas Argentinas, Pilar, Campana, San Fernando y hasta de la ciudad de Buenos Aires. En total, ya suman 451 inscriptos y unos 700 preinscriptos.
Ayer, el rector de la UBA, Alberto Barbieri, presentó al Consejo Superior Académico que tendrá la responsabilidad de organizar esta escuela preuniversitaria, que será la primera en funcionar fuera de la Capital, tendrá jornada extendida y cuyo curso de ingreso se centrará solo en dos materias: Matemática y Lengua.
El consejo estará presidido por el actual secretario de Hacienda y Administración de la UBA, César Humberto Albornoz, que también es el titular del Consejo Superior del Instituto Libre de Segunda Enseñanza.
Lo acompañarán el arquitecto Eduardo Cajide, decano entre 2010 y 2014 de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU); el médico veterinario Marcelo Miguez, del Claustro de Profesores de la Facultad de Ciencias Veterinarias; la magíster Marilina Lipsman, subsecretaria de Innovación y Calidad Académica de la Secretaría de Asuntos Académicos de la UBA; el profesor Gustavo Zorzoli, rector saliente del Colegio Nacional de Buenos Aires, y el doctor Carlos Campolongo, profesor de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Ciencias Sociales.
“Todos los integrantes del Consejo Superior Académico de la nueva escuela vienen avalados por sus trayectorias profesionales y sus conocimientos en la gestión educativa”, sostuvo Barbieri a la nacion.
Aunque el primer ciclo lectivo de la escuela preuniversitaria de Escobar se iniciará recién en 2020, el 23 de marzo próximo comenzará el curso de ingreso, que se dictará todos los sábados hasta noviembre próximo.
Mientras se sustancia el proceso de construcción de la escuela, que funcionará en un amplio predio de casi dos hectáreas en la calle Cervantes, entre Sanguinetti y Belén, en ese distrito bonaerense, los aspirantes cursarán en dependencias del Colegio del Faro, en Ingeniero Maschwitz.
Se estima que la próxima semana se conocerá el ganador del diseño arquitectónico –hay tres finalistas– que tendrá a su cargo la construcción del nuevo edificio, se informó desde la Municipalidad de Escobar, a cargo de Ariel Sujarchuk, que fue subsecretario de Relaciones Institucionales y Comunicación de la UBA. Sujarchuk fue el impulsor de las gestiones entre la casa de altos estudios y la gobernación de Buenos Aires para poder desarrollar esta iniciativa en su distrito.
En agosto pasado, las tres partes firmaron un acuerdo con la participación de la gobernadora María Eugenia Vidal y el director general de Escuelas, Gabriel Sánchez Zinny.
Este nuevo establecimiento en Escobar se sumará a las cinco preuniversitarias que la UBA tiene en el distrito porteño: el Colegio Nacional de Buenos Aires, la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, el ILSE, los colegios Agrotécnico y Técnico de Villa Lugano, que comenzó a funcionar en 2015.
En quinto y sexto año se presentarán a los estudiantes las dos modalidades para elegir la cursada de egreso: bachillerato con intensificación en arte y diseño gráfico y digital y bachillerato con intensificación en ciencias naturales y medioambientales.
La escuela de Escobar funcionará bajo la supervisión académica de la UBA. La provincia de Buenos Aires aportará los fondos para la construcción del edificio y los sueldos del personal. El municipio de Escobar cedió el espacio para la edificación y pagará los sueldos del personal auxiliar.
El curso de ingreso contará con 28 profesores, 14 de Matemática y 14 de Lengua. Se estima que el primer año tendrá 120 alumnos y que anualmente sumará los cursos hasta completar todo el ciclo secundario. Es decir que la primera graduación sucederá en 2024. Por eso es que el 80% de los ingresantes lo harán por orden de mérito (es decir, las más altas calificaciones en los exámenes) y el 20% restante será por sorteo.
“El 20% de las vacantes por sorteo tiene el propósito de que los chicos no pierdan la posibilidad de ingresar”, sostuvo Barbieri, e hizo hincapié en que habrá clases de apoyo específico que permitirán ver los niveles de aprendizaje que los alumnos traen de sus estudios primarios.
Esta nueva escuela será también la primera bajo jurisdicción de la UBA cuyos alumnos ingresarán un año antes al nivel secundario. Sucede que en la provincia de Buenos Aires el ciclo primario es de seis años, mientras que en el distrito porteño los chicos cursan siete años. El secundario también tiene tiempos distintos en ambas jurisdicciones. En la provincia de Buenos Aires es de seis años y en la ciudad, cinco años.
Según pudo saber la nacion, entre los lineamientos preliminares de la escuela de Escobar se dará lugar a “proyectos interdisciplinarios y creativos que generen puentes con la zona y promuevan el desarrollo de habilidades para la inserción futura de los jóvenes en su comunidad y en la sociedad en general”.
Entre los lineamientos pedagógicos se propondrán herramientas de pensamiento crítico y resolución de problemas “desde el inicio de la currícula, a través de asignaturas como Filosofía para la Reflexividad y Arte para la Expresividad”. Se buscarán el fortalecimiento de las “habilidades de pensamiento y de competencias digitales” y la “intensificación del idioma inglés y exámenes internacionales”. Además, se ofrecerá Educación Sexual Integral desde el inicio del plan de estudios, se promoverá el deporte y se buscará fortalecer el sistema de convivencia escolar.
Habrá tutores o mentores que atenderán la trayectoria escolar de los alumnos y trabajarán con pequeños grupos para garantizar la permanencia en las aulas, según resoluciones del gobierno bonaerense. Este aspecto es muy especial, porque a nivel nacional las estadísticas muestran dos problemas centrales del secundario: casi la mitad de los alumnos que ingresan no egresan en tiempo y forma y los primeros dos años son los de más alto grado de abandono de los estudiantes.