El Papa y Venezuela
La preocupación internacional por la situación en Venezuela está en su punto más alto. Curiosamente, algunas voces se distraen cuestionando la actitud del Papa frente a semejante conflicto. Y hay quien lo tilda de ambiguo e hipócrita. No voy a defenderlo. Solo quiero llamar la atención sobre un proceder que es propio de la Iglesia, y que muchas veces es juzgado sin advertir todas sus aristas. No es la primera vez que un papa se halla frente a una situación en la que los creyentes de su misma iglesia están enfrentados y envueltos por la sombra de la guerra: sobran ejemplos en la historia. Los argentinos vivimos algunos de ellos no hace tanto tiempo. Particularmente el papa actual ha intervenido en el diferendo EE.UU./Cuba, y el armisticio en Colombia. Como dijo San Juan XXIII, la Iglesia es madre y maestra, y como tal su jefe aquí en la tierra debe ajustarse al dicho. No puede ni debe manejarse con otros criterios que no sean los inspirados por el Evangelio. Aquellos que se atribuyen juzgar las acciones de sus prójimos no olviden que Dios nos medirá con la misma medida que apliquemos a los demás (Lc 6,38.).
Alejandro G. Casenave DNI 14.434.783