El caso Centurión: un castigo con plazo condicional
El jugador se entrena con la reserva, pero las necesidades pueden modificar el escenario
Por los antecedentes y las características de Ricardo Centurión, que ayer se haya presentado a entrenar con la Reserva, en el Predio Tita Mattiussi, mientras sus compañeros practicaban a diez cuadras de allí, en el Cilindro, es una noticia. También lo es que no haya salido a hacer declaraciones ni se haya expresado en las redes sociales. El futbolista llegó a las 9 de la mañana y se puso a las órdenes del cuerpo técnico, comandado por Juan Ramón Fleita y Carlos Arano, que destacaron la buena predisposición para trabajar del número 10 de Racing.
¿Hasta cuándo durará este castigo que le impusieron por el incidente que protagonizó con Eduardo Coudet cuando el entrenador lo quiso mandar a la cancha el domingo pasado ante River? Aún es una incógnita. Por lo pronto, hasta que la Academia reciba a Godoy Cruz, el próximo lunes. Lo que suceda después de eso dependerá de la sensación térmica que haya en la mitad celeste y blanca de Avellaneda y también de los gestos que tengan Centurión y Coudet, dos a los que las reacciones sanguíneas a veces los sobrepasan.
“Centurión sabe que ha cometido un error y el club ha tomado la determinación. El técnico y los dirigentes están de acuerdo. Estamos todos alineados. Hay límites que no se pueden cruzar, hay cosas que no se deben hacer. Sobretodo –dijo el mánager Diego Milito– porque lo que sucedió se hizo públicamente. Centu está arrepentido. Mi aprecio hacia él sigue estando, pero deberá entender que hay límites que no se pueden cruzar. Hablé ayer (por el domingo) y estaba caído. Tendrá que reflexionar”. La aparición mediática del ídolo en el atardecer del lunes sirvió para clamar los ánimos en uno de los punteros de la Superliga.
Fue una manera de empezar a dar vuelta la página para un plantel que intenta volver a mentalizarse de que a, falta de siete fechas, comparte
la punta del campeonato junto al equipo que será su rival en la última fecha. De eso también habló Milito. Y hasta otro ídolo como Rubén Paz entregó un mensaje en esa sintonía, que el club replicó a través de sus redes sociales. Luego del entrenamiento matutino, el plantel voló pasadas las 15 hacia San Pablo, donde el jueves arrancará su aventura en la Copa Sudamericana ante el Corinthians. Centurión, de todos modos, no hubiera sido parte de la delegación: está suspendido por su anterior error en el Monumental, cuando fue expulsado en agosto pasado tras pelearse con Enzo Pérez y salió dibujándose la camiseta de Boca por sobre la de Racing.
Para el Chacho, estos dos partidos servirán como medida de cuánto pierde su equipo sin su número 10. Hasta ahora, está convencido de que en esta campaña en la Superliga no pesó demasiado. Por eso, por caso, fue al banco ante River. Racing manda en casi todas las estadísticas ofensivas de este campeonato, pero el aporte del que se supone su jugador más desequilibrante fue pobre: dos goles (uno de penal a Patronato, otro de cabeza ante Gimnasia) y dos asistencias. Fue titular en 11 de los 18 juegos, ingresó del banco en otros cinco, suplente en un uno y afectado por una lesión en otro.
El dilema de Coudet es que no tiene en todo el plantel otro jugador con esas características de romper líneas y desnivelar en el uno a uno. Para el partido clave del próximo lunes ante Godoy Cruz es una incógnita cómo rearmará el medio campo. Para el viaje a San Pablo, adonde volaron 20 futbolistas, agregó a la lista de habituales concentrados al zurdo Martín Ojeda y al colombiano Mateo Cassierra, un delantero potente que llegó como una apuesta de la Secretaría Técnica. Tal vez, sumen sus primeros minutos en esta temporada. De sus actuaciones, además de los gestos que muestre el exBoca de 26 años, dependerá cuántas mañanas más Centurión se entrenará con el plantel de Reserva.